53 Isaías 12:6; 43:3; 45:11.
54 Mateo 12:36.
55 También conocida como «Colina de Ares» o «Colina del Areópago», un monte situado al oeste de la Acrópolis de Atenas y que era la sede del Consejo o Tribunal que se reunió en ella desde el año 480 a.C. hasta el 425 d.C. Todavía visible, aunque en ruinas, en la Atenas actual y con una placa conmemorativa de bronce que contiene el discurso del apóstol Pablo.
56 Hechos 17:31. La Septuaginta o versión griega de los LXX traduce: καί αὐτός κρίνω ὁ οἰκέω ἐν δικαιοσύνη; Pablo dice a los atenienses: καθοτι εστησεν ημεραν εν η μελλει κρινειν την οικουμενην εν δικαιοσυνη.
57 Lucas 19:8.
58 Se refiere a la salamandra mitológica, animal legendario en cuya existencia se creyó hasta la época de la ilustración, y representado con aspecto muy similar al de la salamandra común, animal anfibio urodelo muy común en el continente europeo. ARISTÓTELES [384-322 a.C.] y PLINIO EL VIEJO [23-79] en su “Historia Natural”, asociaban a la salamandra con el fuego, asegurando que siempre estaba cerca del fuego porque era incombustible y que este se apagaba cuando la salamandra pasaba por encima, razón por la que ha sido adoptada como símbolo por muchos cuerpos de bomberos modernos. ISIDORO DE SEVILLA [560-636] afirmaba que una sola salamandra era capaz «de emponzoñar y secar un árbol frutal, y envenenar los pozos de agua potable». Más recientemente, ha sido utilizada en la literatura fantástica, juegos de rol, videojuegos y dibujos animados, asociándola casi siempre al fuego.
59 La Vulgata traduce la última frase como: “adjutor in opportunitabus, in tribulatione”, “ayudador en el tiempo oportuno, en los tiempos de tribulación” una frase que los comentaristas de los primeros siglos aprovecharon para identificar como una alusión a las tribulaciones de la Iglesia (Daniel 12:1; Mateo 24:21-22; Marcos 13:19; 1 Timoteo 3:1).
60 JUAN CRISÓSTOMO [347-407] nos hace observar que no dice: “El Señor envió protección al pobre” o “el Señor ordeno defender al pobre”, sino: “El Señor será refugio del pobre”. Es decir, él mismo se hizo pobre y con ello refugio del pobre; el refugio más seguro e inexpugnable que pueda haber, inmutable y eterno, por tanto motivo de felicidad inagotable.
61 Josué 20:2-9: Números 35:10-28; Deuteronomio 19:1-13.
62 Deuteronomio 32:11; Salmo 17:8; 57:1; 61:4; 63:7; 91:4.
63 Salmo 61:3; Proverbios 18:10.
64 Se refiere al historiador y geógrafo griego HERÓDOTO [484-420 a.C.], que en el apartado número noventa y cinco de su tratado de historia, “Euterpe”, habla de los mosquitos de Egipto y de cómo evitar sus picaduras: «Contra los mosquitos, que son abundantes, han ideado lo que sigue: los que viven cerca de los pantanos se guarecen en elevadas torres a las que se encaraman para dormir, aprovechando que los mosquitos, vencidos por los vientos, no logran volar tan alto».
65 Dice al respecto DÍDIMO EL CIEGO [313-398]: «Aquellos que “conocen” el Nombre de Dios no ponen su confianza en otra cosa. Todo cuanto hacen lo hacen a través de él, jamás confiando en sus propias fuerzas. Y por tal razón, jamás lo abandonan y jamás se sienten abandonados»
66 Sobre los nombres de Dios, Spurgeon remite al lector a unas pequeñas referencias muy breves incluidas en la sección de “Hints for Preachers”. Hemos estimado conveniente ampliarlas, por lo que advertimos al lector que todo lo que sigue referente a los nombres de Dios es texto añadido que no figura en el original.
67 Éxodo 15:2; Números 23:22; Deuteronomio 7:9.
68 Génesis 1:1-3; Deuteronomio 32:7-9; Job 12:10; Hechos 17:28; Colosenses 1:17.
69 Génesis 14:17-22; Salmo 78:35; Daniel 4:34.
70 Génesis 17:1-3; 48:3; 49:25, 35:11, Salmo 90:2.
71 Isaías 9:6.
72 Génesis 21:33; Salmo 90:1-2; Isaías 40:28.
73 Génesis 16:13-14; Salmo 139:7-12.
74 Génesis 33:20; Éxodo 5:1, Salmo 68:8; Salmo 106:4.
75 Isaías 7:14; 8:8-10; Mateo 1:23; Hebreos 1:3.
76 Génesis 15:2; Salmo 8; Isaías 40:3-5, Ezequiel 16:8; Habacuc 3:19.
77 Isaías 50:4.
78 Éxodo 3:14; 6:2-4, 34:5-7; Salmo 102.
79 Éxodo 15:2; 17:26; Salmo 68:4,18; 118:14,17-19; 122:4; 140:1,9; 150:1,6; Isaías 12:2; 26:4; 38:11.
80 Génesis 22:14.
81 Éxodo 31:13.
82 Éxodo 17:15-16; Deuteronomio 20:3-4; Isaías 11:10-12.
83 Éxodo 15:25-27; Salmo 103:3; 147:3.
84 Salmo 23:1-3, Isaías 53:6.
85 1 Samuel 1:3; 17:45; Salmo 46:7; Malaquías 1:10-14.
86 Números 6:22-27; Jueces 6:22-24; Isaías 9:6.
87 Ezequiel 48:35; Salmo 46.
88 Jeremías 23:5-6; 33:16; Ezequiel 36:26.27.
89 Deuteronomio 31:17-18; Isaías 1:15; 8:17; 45:15; 54:8.
90 Spurgeon incluye aquí la tercera y cuarta estrofas de la versión inglesa del poema atribuido a BERNARDO DE CLARAVAL [1091-1153]: “Jesus, the Very Thought of Thee” conocido en español como “Tan solo con pensar en ti”. El texto original es: «O Hope of every contrite heart, / O Joy of all the meek / To those who fall, how kind Thou art! /How good to those who seek! But what to those who find? / Ah, this Nor tongue nor pen can show; / The love of Jesus, what it is / None but His loved ones know»; y la versión española: «Al de sumiso corazón, / en ti perdón tendrá, / al pecador que vuelve a Ti, / la redención darás. / Se nuestro gozo, oh Jesús; / del malo ten piedad; / danos tu gloria celestial / por la eternidad». La traducción al español se aparta por completo del sentido del original inglés, que literalmente debería ser: «¡Cuán benevolente eres con los que caen / cuán bueno con los que te buscan; / pero ¿y con los que te han encontrado? / ¡ah, con estos no hay lengua ni pluma que lo puedan expresar!». Hemos decidido, por tanto, sustituirlo por el himno de JOHN NEWTON [1725-1807]: “How Sweet the Name of Jesus Sounds” en su traducción al español, cantada con la misma tonada, de JUAN BAUTISTA CABRERA [1837-1916], pues nos ha parecido más adecuado.
91 2 Timoteo 1:12.
92 Isaías 53:11.
93 Este versículo nos plantea la tríada perfecta: Fe: “en ti confiarán”; Conocimiento: “los que conocen tu nombre”; Experiencia: “no desamparaste a los que te buscaron”.
94 Hebreos 11:1-39.
95 2 Timoteo 1:12.
96 Hebreos 10:23; 11:11.
97 Romanos 4:21.
98 2 Corintios 1:20.
99 Salmo 19:8; Romanos 7:12.
100 Salmo 119:72.
101 Mateo 5:45.
102 Romanos 8:35.
103 Cantares 1:3.
104 Dice TEODORETO DE CIRO [393-458]: «¿Y cuáles son estas hazañas? Que aquellos que antes eran extraños