El Señor acogerá mi oración Utiliza la experiencia presente como base de estímulo y aliento en situaciones futuras: “Ha escuchado – acogerá”,116 pasado y futuro. Alma creyente, toma buena nota de este razonamiento del salmista y trata de imitarlo.
C.H. SPURGEON
Jehová ha escuchado mi súplica. El salmista repite por tres veces su confianza en que sus oraciones han sido escuchadas y acogidas [Ha oído (6:8)… Ha escuchado (6:9)… Ha acogido (6:9)... ].117 Lo cual es posible guarde una relación con que rogara asimismo por tres veces pidiendo ayuda [No me reprendas (6:1)… Ten misericordia (6:2)… Vuélvete (6:4)... ]; como hizo también el apóstol Pablo,118 y Cristo mismo del cual David era el anti-tipo.119 Pero también porque de ese modo expresa su absoluta certeza de ello, la fortaleza de su fe en ello, y la exuberancia de su alegría a causa de ello.
JOHN GILL [1697-1771]
“Exposition of the Old Testament”, 1748
Vers. 10. Se avergonzarán y se turbarán mucho todos mis enemigos; se volverán y serán avergonzados de repente. [Se avergonzarán y se turbarán mucho todos mis enemigos; retrocederán y serán avergonzados de repente. RVR] [Todos mis enemigos serán avergonzados y se turbarán en gran manera; se volverán, y de repente serán avergonzados. LBLA] [Todos mis enemigos serán avergonzados y muy confundidos; serán vueltos atrás, y repentinamente avergonzados. BTX] [Todos mis enemigos quedarán avergonzados y confundidos; ¡su repentina vergüenza los hará retroceder! NVI] Mis enemigos, confusos y aterrados, huirán, quedarán de repente humillados. BLP] [Que todos mis enemigos sean deshonrados y aterrorizados; que retrocedan de golpe, avergonzados. NTV]
Se avergonzarán y se turbarán mucho todos mis enemigos; retrocederán y serán avergonzados de repente.120 Más que ante una imprecación estamos de hecho ante una profecía; este versículo es preciso leerlo en clave de futuro: «Todos mis enemigos serán avergonzados y quedarán confundidos, retrocederán aterrorizados porque su condenación caerá sobre ellos de repente». El día de la muerte será día de Juicio, ambas cosas son seguras y pueden ser repentinas. Los antiguos romanos solían decir: «Los pies de las deidades vengadoras calzan sandalias de lana».121 La venganza divina se acerca a su víctima con pasos silenciosos y descarga su golpe destructor de manera repentina y abrumadora. Y aún visto como una imprecación, no debemos olvidar que el lenguaje de la antigua dispensación no es el de la nueva. Los seguidores de Cristo oramos a favor de nuestros enemigos, no contra ellos.122 ¡Dios tenga piedad de ellos y los conduzca al camino recto! Pero este Salmo, al igual que los precedentes, lo que hace es mostrar los distintos estados de los justos y de los injustos. ¡Oh Señor, que seamos contados con los justos, con los que son tu pueblo, desde ahora y para siempre!
C.H. SPURGEON
Se avergonzarán. Aún admitiendo que se tratara de una imprecación, de una maldición, aún así sería medicinal y tendría en su propia naturaleza rationem boni,123 un componente caritativo, pues no les desea ningún daño físico, tan solo que sean avergonzados.124 Pero se trata más bien de prædictorium, un arrebato de manifestación profética, advirtiéndoles que si se empeñan en seguir ignorando que el Señor escucha las súplicas de sus siervos y les pone bajo su protección; que si no toman buena nota de que Dios le había escuchado y rescatado, como rescata siempre a sus hijos, y seguían empeñados en masacrarle, caerían irremisiblemente sobre ellos los juicios más implacables; cuyo resultado sería incierto, puesto que cuando Dios actúa sobre sus enemigos tan solo hay dos desenlaces posibles: o rectifican su proceder y se avergüenzan, o se obstinan en su maldad y son destruidos.
Se turbarán. El segundo verbo que utiliza: וְיִבָּהֲל֣וּ wəyibbāhălū de בָּהל bahal “se turbarán”, nos indica que aquello que desea para sus enemigos no es peor de lo que el mismo había experimentado, ya que se trata del mismo verbo hebreo: בָּהל bahal, que utiliza en los versículos dos y tres (6:2-3), aplicado a si mismo: Ossa turbata: Mis huesos se estremecen; y Anima turbata: Mi alma está muy turbada.125 Y teniendo en cuenta que David había hallado en su “turbación” una vía de reencuentro, de aproximación a Dios, no cabe calificar de imprecación maliciosa el desear lo mismo para sus enemigos, que a decir verdad, estaban todavía más enfermos del alma que él. Como sucede con las tempestades en alta mar: cuando llega la calma cabría pensar que el peligro ha pasado, y sin embargo, las corrientes del mar de fondo o de leva continúan siendo muy peligrosas; tanto peligro hay, pues, en la tempestad como en la calma, si interpretamos erróneamente los motivos de la disciplina y corrección de Dios sumiéndonos en la perplejidad y persistiendo en nuestra obstinación. Pero cuando entendemos que la aflicción que padecemos tiene un componente santo, y descubrimos que nuestro estremecimiento y turbación van correlacionados con la indignación divina, la ira de Dios cesa de soplar, la tormenta amaina definitivamente; esa alma atribulada entra en vías de ser restaurada y recobrar la calma, disfrutando de la seguridad y tranquilidad de conciencia que sigue a tan santa aflicción.
JOHN DONNE [1573-1631]
“Sermons preached uponthe Petitential Psalms”
Se avergonzarán y se turbarán mucho todos mis enemigos; retrocederán y serán avergonzados de repente. Muchos de los Salmos penitenciales terminan de ese modo: instruyendo al creyente en su deber de mirar siempre hacia adelante y consolarse en la futura contemplación de ese día glorioso cuando su batalla habrá terminado; cuando el pecado y la tristeza no serán más;126 Cuando la confusión eterna cubrirá de repente a los enemigos de la justicia; cuando el saco y cilicio del penitente será sustituido por una túnica de gloria, y cada una de sus lágrimas se convertirá en una joya resplandeciente en su corona; cuándo los suspiros y gemidos dejarán paso a los cánticos celestes afinados armoniosamente al conjunto de arpas de los ángeles; y la fe será sustituida por la visión plena del Omnipotente.
GEORGE HORNE [1730-1792]
“A Commentary on the Psalms in which Their Literal Or Historical Sense, as They Relate to King David, is Illustrated”, 1825
1 Cuando en 1174 ENRIQUE DE PLANTAGENET, más conocido por ENRIQUE II DE INGLATERRA [1133-1189], temeroso ante la revuelta de sus hijos apoyados por una invasión francesa, buscó recuperar el favor divino negociando que le levantaran la excomunión decretada contra él por haber incitado al asesinato sacrílego del arzobispo THOMAS BECKET [1116-1170] en el atrio de la catedral de Canterbury el 29 de diciembre de 1170, se le impuso la penitencia de peregrinar vestido de saco hasta a la tumba de su antiguo adversario y posteriormente, desnudo, ser azotado públicamente por los monjes. El rey entró en Canterbury, besó la piedra donde Becket había caído en un charco de sangre, y a continuación, a modo de clamor penitencial, recitó el Salmo 6. Cuentan los historiadores que la humillación del rey fue tan profunda y la escena tan impresionante que los cronistas de la época no sabía cómo describirla y recurrieron al texto de otro salmos (Salmo 104:32; 144:5) para transmitir la sensación que les había causado: «Todo Canterbury tembló ante la presencia de Aquel que toca los montes y humean». “The Church Historians of England”. Vol. IV - Part II: “Chap. XXXV - Of the memorable penance of the King of England, and of its consequences”, 1856.
2 1 Crónicas 15:21; Salmo 12:1. En hebreo עַֽל־הַשְּׁמִינִ֗ית ‘al-haššəmînîṯ. El título en la