En el caso de las publicaciones de Facebook o Twitter, no solo se limitan a reproducir publicaciones de estos o de otros medios, sino que además se manifiesta un intercambio de opiniones que configura un amplio abanico discursivo. La diversidad de registros y modalidades rinde cuenta, en la instancia de reconocimiento, de la construcción de un “efecto debate”, que resulta de la dinámica particular que este proceso de circulación discursiva tiene en internet (Scolari, 2008: 14).
Me limitaré aquí a dar algunos ejemplos de esta dinámica. El caso abordado trata sobre la manera en que circularon críticas, fundamentalmente en Twitter y Facebook, como consecuencia de un tuit del entonces presidente argentino Mauricio Macri en el que se comete un error de conjugación verbal: “hemos resolvido”, en lugar de “hemos resuelto” (figura 1).
El motivo del tuit estaba vinculado al despido de C5N del periodista Víctor Hugo Morales, quien se reconoce como defensor del kirchnerismo. Dada su filiación ideológica, este hecho es interpretado por algunos medios como un intento de silenciar las voces opositoras al gobierno de Macri.
Figura 1. Tuit de Mauricio Macri.
El error gramatical genera burlas y pone en duda el nivel intelectual de Macri. La referencia al despido del periodista queda en suspenso (figura 2).
Figura 2. Respuesta al tuit de Mauricio Macri.
Figura 3. Tuit de Mauricio Macri en el que se elimina el error ortográfico.
Este tuit (figura 2) está vinculado con otro en el que el presidente cometió un error similar (“cubrido”). Como respuesta, en la cuenta de Macri se suprime el error y queda la segunda parte de la frase, lo cual también es propagado a través de las redes sociales (figura 3).
Uno de los procedimientos vinculados a la propagación de los comentarios se asocia a la producción de memes, en los que se toman elementos característicos de la cultura de masas, fácilmente reconocibles, y se los interviene para generar un efecto humorístico o irónico.
Los llamados “memes” son, de acuerdo con teorías de difusión cultural, una unidad de información que se transmite de un individuo a otro o de una generación a otra. Luis Arango Pinto señala que algunos autores –cita a Richard Dawkins (1979), Susan Blackmore (2000) y Robert Aunger (2004)– comparten la idea de que se presentan como un equivalente del gen: mientras este transmite información genética, el meme “la transmite de forma cultural, longitudinal u horizontalmente, por aprendizaje” (Arango Pinto, 2015: 112).
Internet parece ser un medio propicio para la reproducción de memes. En ese ámbito se alude a tal término para referirse a la circulación reiterada de cualquier imagen, texto o video de carácter humorístico. José Ivanhoe Vélez (2012: 114), citado por Arango Pinto (2015: 115), “da otra definición al entender el fenómeno como un derivado «pegajoso» de algún aspecto de la cultura pop, que se parodia y repite hasta el punto que sus orígenes y su significado original se vuelve[n] difuso[s] y completamente mutilado[s], más allá de su reconocimiento o humor”.
Un ejemplo que podemos dar nos lo provee la figura 4, en la que se pone en evidencia el carácter humorístico de este tipo de intervenciones, apelando a la figura de un reconocido personaje televisivo, el Chavo del 8,4 insertándola en un contexto político.
Figura 4. Utilización de la figura del Chavo del 8 para ridiculizar al mandatario.
Otro tipo de discursos en reconocimiento apunta a la crítica política a partir de juegos con el logo del partido en ese tiempo gobernante, Cambiemos (figuras 5 y 6).
Este tuit (figura 6), por ejemplo, como se ve, retoma el logo de Cambiemos y trasforma el texto verbal enfatizando el error gramatical. Por otra parte, la frase “#hemos resolvido (que sos un bestia)” introduce la noción de “bestia”, que en un primer nivel enunciativo está dirigida a Macri, mientras que, en un segundo nivel, el destinatario previsto es quien comparta la idea de que “un gobernante no puede cometer este tipo de errores”, “solo alguien ignorante podría hacerlo”. Por otro lado, por remisión metonímica, quien es capaz de cometer este tipo de errores posiblemente también cometa errores en otros ámbitos, como gobernar el país: “Si no sabe escribir, tampoco sabe gobernar”.
Otro grupo de tuits se constituyó como memoria de otros errores de ortografía. Por ejemplo, a un tuit de Gabriela Michetti en el que escribe “festibal”.
Figura 5. Logo de Cambiemos.
Figura 6. Respuesta al tuit de Mauricio Macri en el que se juega con el logo de Cambiemos.
Figura 7. Cita al tuit de Gabriela Michetti en el que también se comete un error de ortografía.
A través de una operación de yuxtaposición, se contesta con un nuevo tuit que parodia un registro de lenguaje coloquial propio del estereotipo de “clase social baja”. En el ejemplo siguiente, podemos observar cómo se recuperan imágenes de otros medios para intervenirlas (figura 8).
Citar, reproducir o transformar imágenes de otros medios constituyen solo algunos de los procedimientos habituales en los discursos de reconocimiento.
Veamos por caso el modo como se recupera el estilo sensacionalista de Crónica TV mediante el uso de placas rojas para dar cuenta de noticias de último momento (figura 9).
La alusión al “resolvido” se conecta con la política impositiva del gobierno. La ironía (“cambiamos”) no hace más que acentuar el carácter crítico de este discurso en reconocimiento: “Las medidas que toma Macri no son novedosas, ya que no modifica en nada el cuadro tributario vigente hasta ese momento”.
Figura 8. Citas de otros medios aludiendo a los tuits de Mauricio Macri y de Gabriela Michetti.
Figura 9. Publicación de Facebook en la que se toma la placa roja de Crónica para criticar al presidente Macri.
En Facebook también se parodia al tuit de Macri. Por ejemplo, la siguiente imagen fue tomada de un cartel que usaron kirchneristas en Venado Tuerto, provincia de Santa Fe, en reclamo de una mejor educación. Lo interesante es que quien no estaba enterado del error de Macri pensaba que este cartel lo habían escrito los propios kirchneristas que estaban protestando por la educación.
Así, el cartel generó una discusión entre quienes reconocieron la intertextualidad o los que simplemente lo vieron como un grave error de ortografía (figura 10).
Se genera una discusión entre los participantes kirchneristas y macristas en torno a quiénes son más ignorantes (figura 11). El malentendido da lugar a interpretaciones contrarias al argumento del enunciador que publica originalmente el cartel en Facebook:
Norma: