Mujeres intensamente habitadas. María Alfonsina Angelino. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: María Alfonsina Angelino
Издательство: Bookwire
Серия: La Universidad Pública publica
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9789874948021
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situado y, a la vez, sitiado por esa posición en lo que Gorlier (2008a) denomina un espacio narrativo desde siempre, una narrativa maestra que lo precede.

      Este estar situada implica un acto performativo (Butler, 2002) de auto-posicionarse, de auto-marcarse y, en ese sentido, el despliegue se realiza desde recursos narrativos que ya están disponibles pero son plausibles de generar otras narrativas.

      Pongo a disposición aquí las pistas que fui siguiendo para construir el problema de investigación y los modos que elegí para encararlo, en el sentido de darle la cara, ponerle la cara.

      Según las reglas de la tradición académica, toda investigación debe plantear, especificar el qué, por qué, para qué, desde dónde, para quiénes, es decir, validar su necesidad y/o justificación. En este punto, decidí no hacer citas de autoridad sobre qué es un problema de investigación ni cómo se construye como tal y, sin embargo, mucha de esa literatura metodológica es la que me ha posibilitado pensar esta formulación y, por tanto, está presente. La contrapropuesta que espero poder lograr es que la cuestión metodológica transmute y se performe en cada uno de los apartados en que organizo este, mi relato.

      Elegí comenzar reconstruyendo las condiciones de emergencia de la pregunta, o lo que se denomina “contexto de descubrimiento” para referirme a la múltiple y densa trama que posibilita, a quien investiga, caracterizar una situación que resulta el punto de anclaje de su tema.

      Ese contexto de descubrimiento es, a la vez, texto, plafón y contenedor, y generalmente aparece explicitado al principio de la formulación. Sin duda, no es lo primero que sabemos o podemos reconocer de lo que nos preocupa, motiva o moviliza. Es primero la pregunta, y luego la búsqueda de darle sentido y entramarla. El contexto solo es visible cuando paramos y reflexionamos sobre el por qué nos preguntamos ciertas cosas y no otras en la maraña de interrogantes que día a día tensionan nuestro accionar.

      En ese sentido, es posible y necesario objetivarnos en nuestros intereses, prenociones, búsquedas y afectaciones. Las decisiones que tomamos al momento de focalizar no siempre son claras y posibles de ser narradas una a una. En esta objetivación deseada, me parece necesario plantear algunas cuestiones.

      Lo primero que quiero decir es que no he podido pensar sola, nunca lo he buscado tampoco, y es por eso que esta pregunta que parece ser mía, mi pregunta, le pertenece también al colectivo de amigxs y colegas con los cuales comparto todos los días los distintos espacios del trabajar y del vivir desde hace ya muchos años.

      A lo largo de todo el tiempo que llevo enseñando investigación como docente en la cátedra de Metodología de Investigación en la dos carreras de grado de la Facultad de Trabajo Social de la UNER, dirigiendo tesis y tesinas, acompañando procesos de otrxs y también haciendo investigación, me he encontrado con distintas perspectivas acerca de cómo llevarla a cabo y, los diferentes modos de encarar los procesos de armado y escritura.

      Es decir, el tránsito largo y sinuoso que nos lleva a poner en palabras lo (nuevo) que se (re)conoce. Múltiples suturas, recortes, fragmentos que intentan formar a modo de un patchwork una apuesta del decir algo (no todo) del orden de lo no dicho (suficientemente) en el campo de la discapacidad y también, quizás escasamente explorado en el del Trabajo Social: el cuidado y la discapacidad. La pretensión de decirlo todo es una tentación muy grande y me llevó mucho tiempo reconocerme en mis limitaciones. Cuando logré bajarme del banquito, pude comenzar a escribir algo con sentido, ya no buscando completar sino arrimar algunas ideas, que quizá no sean nuevas pero sí renovadas en tonalidades y sentidos.

      Con esta investigación he intentado concluir algo abierto en mi formación profesional, y a la vez con ella pretendo y deseo que lo trabajado aquí provoque algún cambio, alguna transformación en el campo de la discapacidad como campo profesional del que soy parte y desde el cual hablo, pienso, escribo. Quiero que este proceso y este producto genere efectos en mí, pero también en otros sujetos y otros escenarios; que repique, que (re)mueva, que contenga, que visibilice, que impacte. Entiendo que es un deseo anclado en un compromiso –si se quiere, político– con la tarea del conocer. Parafraseando a Mike Oliver (1998), he pasado de ver a la investigación como un intento de investigar el mundo a una acción implicada en producir el mundo, o como afirma bellamente María Mies (1983): para conocer hay que transformar, y no al revés. Esta idea que hoy hago propia constituye la base de la metodología feminista. Es, además, un compromiso con cada una de las mujeres con las cuales comparto el crédito (y no las falencias) de lo que aquí se plasma. Quince hermosas mujeres que abrieron su mundo para compartirlo conmigo y mis andares. Somos dieciséis, dialogando. Ya presentaré a cada una cuando retome sus relatos.

      Como mujer entre mujeres este es también un compromiso ético con lo que compartieron entre ellas y conmigo a partir de sus experiencias. Si la ética es una dimensión fundante de lo humano, esta nos coloca en la necesidad del otro, nos pone al cruce de los devenires mutuos y sus miserias, de los dolores que, no siendo nuestros, lo son. Y también nos hace cruzar fronteras para vivir mejor.

      Tenemos responsabilidades con aquello que nos toca y nos afecta pero también, como sostiene hermosamente Judith Butler (2006), tenemos responsabilidades con quienes no conocemos ni conoceremos, con quienes no hemos acordado vivir y compartir nuestras vidas. Podemos llamarlo empatía o de cualquier otra manera; no importa si nos sabemos interactivxs, interdependientes, interseccionadxs, indefectiblemente vulnerables y frágiles frente al mundo. En este sentido, estas mujeres me han atravesado. Me ha resultado imposible permanecer intacta frente al contacto con ellas. Creo que esto es bueno sentirlo y también decirlo.