7. “¿Qué le hizo el gobierno a nuestro dinero?; Capítulo 1; Unión Editorial (2019).
8. Capítulo VIII “Teoría del Dinero” del libro “Principios de Economía Política” de Carl Menger, Union Editorial (2012).
9. Capítulo VIII “Teoría del Dinero” del libro “Principios de Economía Política” de Carl Menger, Union Editorial (2012).
10. “Camino de Servidumbre”, F.A. Hayek; Obras Completas Volumen II, Unión Editorial Argentina (2017). La idea núcleo de esta obra es que la diferencia entre socialdemocracia, socialismo y comunismo es una diferencia de escala, pero no de esencia. Para Hayek toda planificación económica, por leve que sea, conduce necesariamente a más planificación y en definitiva hacia el totalitarismo y a la pérdida de las libertades individuales. Hayek argumenta que el órgano planificador e interventor, bienintencionado o no, será incapaz de obtener y procesar toda la información necesaria para llevar a cabo la tarea como se espera y obtener los resultados. En este marco, el error del planificador es la regla. Ante los malos resultados, el planificador procura corregir su error con más planificación y más intervención, incrementándose el grado intervencionismo, violencia, totalitarismo y de pérdida de libertades individuales. Justamente, este proceso de destruccionismo social (frase acuñada por von Mises en su libro “Socialismo. Análisis Económico y Sociológico”) es el camino de servidumbre que da nombre al libro.
11. “Dinero, Crédito Bancario y Ciclos Económicos”, de Jesús Huerta de Soto. Unión Editorial Argentina (sexta edición), página 24.
12. Última frase de la sección “Sobre el dinero propio de cada pueblo y cada época” del capítulo VIII “Teoría del Dinero” del libro “Principios de Economía Política” de Carl Menger, Unión Editorial Argentina (2012).
13. En “’¿Qué le hizo el gobierno a nuestro dinero?” de Murray Rothbard; Unión Editorial (2019) se explica que “La libra esterlina debe su nombre a que originariamente, en la edad media, era una libra de peso de plata. El dólar comenzó en la Bohemia del siglo XVI como una moneda de una onza de plata, apreciada y de extensa circulación, acuñada por el Conde de Schlick, que vivió en Joachimsthal. Se hicieron conocidos como Joachimsthalers, o Schlichtenthalers, y siendo la naturaleza humana como es, pronto fueron abreviados a “thalers,” para más tarde convertirse en “dólares” en España. Cuando los Estados Unidos fueron fundados, cambiamos de la moneda de libra británica al dólar, definiendo el dólar como aproximadamente 1/20 de una onza de oro, o 0,8 onzas de plata.”
14. “4000 años de Controles de precios y salarios” de Robert Schuettimger y Eamonn Butler, Unión Editorial Argentina (2016).
15. Ver Capítulo III del libro “Poder y Mercado” de Murray Rothbard, Unión Editorial Argentina (2015).
3. LA HISTORIA DEL SISTEMA BANCARIO
a) El Antiguo Egipto y Grecia
Hay que remontarse al antiguo Egipto, hace más de 5000 años, para encontrar la génesis del sistema bancario. Las cosechas se centralizaban en almacenes estatales donde los lotes de grano se retiraban a cambio de órdenes escritas del depositante, que luego se usaban para pagar deudas o impuestos. Un poco más tarde, 2000 años antes de Cristo, también aparece la génesis del sistema bancario en la antigua Mesopotamia. Estas instituciones predecesoras del sistema bancario hacían préstamos de granos a agricultores y mercaderes de las ciudades de Babilonia, Fenicia y Asiria. Las mercancías se guardaban en templos y palacios, que eran los lugares más seguros, ya que eran respetados por la religiosidad. Las operaciones se anotaban en tablillas de barro y los depósitos eran solo custodiados; es decir, no había intermediación financiera.
Siguiendo el hilo cronológico, el siguiente mojón temporal es la banca helenística en la antigua Grecia. Los templos también eran los lugares que actuaban como banca, ya que por razones filosóficas eran los lugares que inspiraban más confianza. De acuerdo con las investigaciones históricas, parece que la banca de la antigua Grecia era también en origen y filosóficamente, al igual que los bancos de Egipto y la Mesopotamia, una banca más de guarda que de intermediación financiera. Es decir, los banqueros griegos debían mantener un coeficiente de encaje del 100% en relación con los depósitos a la vista recibidos. En otras palabras, los bancos helénicos antiguos no se dedicaban a la intermediación financiera, no eran agentes de crédito. Solo se dedicaban a la guarda y custodia y ofrecían el servicio de caja y pagos a terceros con documentos.
Ahora bien, el hecho de que los principios de la antigua banca griega fuera el negocio de custodia y guarda y encaje del 100% no implica que todos los banqueros hayan honrado siempre el contrato. Justamente, en el antiguo mundo helenístico aparecen los primeros registros documentados de actividades ilícitas de los banqueros. En Grecia los banqueros se dan cuenta de que, generando y manteniendo confianza, para asegurarse que la gente no fuera a buscar su dinero depositado en guarda, podían no respetar el encaje del 100% y lucrar prestando dinero ajeno en forma irregular, generando un boom artificial de crédito y dinero bancario artificial sin respaldo de ahorro genuino detrás.
En definitiva, en Grecia por primera vez aparece la asociación inmoral y la complicidad solidaria entre burócratas del Estado y banqueros que genera el boom & bust, es decir, el auge artificial del nivel de actividad con inflación que finalmente se revierte en forma de recesión y crisis, llevando a la quiebra a banqueros y bancos. En este sentido afirma Huerta de Soto: “Así Raymond Bogaert se ha referido a las crisis periódicas que afectaban a la banca en la Grecia clásica y en concreto a las recesiones económicas y financieras que se produjeron en los años 377-376 A.C. y poco después en el 371 A.C., en las que quebraron los banqueros Timodemo, Sosínomo y Aristolocos, entre otros, y que aunque tuvieron como detonantes el ataque de Esparta primero y la victoria de Tebas después, surgieron tras un claro proceso de expansión inflacionista en el que los bancos fraudulentos jugaron un papel protagonista. También está documentada la grave crisis bancaria que se produjo en Éfeso tras la revuelta contra Mitrídates, y que motivó que las autoridades concedieran el primer privilegio expreso a la banca que consta históricamente, en virtud del cual se estableció una moratoria de diez años para la devolución de los depósitos” (16).
De hecho, hay un discurso de Isócrates, (17) “Sobre un asunto bancario”, del año 393 antes de Cristo, en el cual, defendiendo los intereses de un depositante, acusa a Pasión, banquero de Atenas, de haberse apropiado indebidamente de un depósito confiado en guarda. En el discurso se relata como Pasión se apoderó de los depósitos que no eran suyos, engañando y falsificando contratos. También pone en evidencia cómo los banqueros utilizan todas sus influencias, sus relaciones con el poder y su posición social para mantener y expandir su actividad fraudulenta basada en privilegios de casta. O sea, en su discurso Isócrates no solo documenta la estafa, sino que pone sobre la mesa la asociación inmoral entre burócratas del Estado y banqueros cuando dice que “los tratos con gentes de banca se celebran sin testigos, y tienen por fuerza que arriesgarse los perjudicados ante tales gentes, que tienen muchos amigos, manejan mucho dinero, y parecen de confianza por razón de su oficio”.
Es más, la asociación entre burócratas y banqueros fue tan sólida y floreciente para los banqueros de la antigua Grecia que en el Egipto de los Ptolomeos apareció por primera vez en la historia un banco estatal. Los burócratas se dieron cuenta de que los banqueros privados, a partir de