Dolores faciales
En ocasiones pueden presentarse dolores insoportables en la cara, generalmente de tipo espasmódico, y cuya causa suele ser una irritación de los nervios faciales. El remedio más eficaz es la práctica repetida de chorros faciales con agua muy caliente, así como la aplicación de compresas húmedas calientes.
En casos difíciles, las aplicaciones húmedas calientes se hacen con saquitos de hierbas. Es preciso irlos cambiando a menudo, pues deben percibirse tan calientes como se pueda soportar. A veces hay que aplicarlos durante una buena media hora antes de notar que el dolor cede realmente. En caso de existir un foco purulento dentario (granuloma), una sinusitis o un glaucoma ocular estos sencillos remedios no son suficientes.
Utilidades de la plancha
Con la ayuda de una plancha de planchar ropa -usada con suma precaución- podemos conseguir buenos resultados en casos de dolores de los nervios, dolores de tipo reumático o dolores a consecuencia de un resfriado. Las partes doloridas del cuerpo se friccionan con aceite de hipérico o se coloca sobre ellas un pequeño paño empapado en este aceite, o de otro tipo, que sea de buena calidad. Acto seguido, colocamos un paño pequeño seco sobre el paño empapado de aceite o sobre la parte del cuerpo untada y hacemos deslizar sobre él -con suma precaución- la plancha caliente. Ello proporciona buenos resultados en zonas musculares del cuerpo, como los hombros, los brazos y las piernas. Por efecto del intenso calor el aceite se hace más fluido, de forma que penetra mejor en la piel. Podemos, así, aliviar o incluso hacer desaparecer tan enojosos dolores. De todos modos hay que prestar atención a que el paciente tolere bien el calor que se le aplica.
Cuidado de los riñones
Si los riñones no trabajan correctamente, se pueden activar fácilmente al poner perejil crudo en las sopas. También nos servirá añadir un poco de perejil finamente cortado a los bocadillos. En estos casos, pues, conviene tomar con frecuencia esta planta estimulante de los riñones. También resulta muy estimulante la aplicación de emplastos o compresas de cebolla bien picada sobre la zona renal. Conviene, además, adoptar una dieta sin sal o pobre en ella y, si es posible, que sea también sin carne y evitar, sobre todo, alimentos que contengan azúcar añadido y especias fuertes. Así mismo, son de utilidad las aplicaciones locales de agua caliente, en forma de compresas, baños de asiento con plantas medicinales o chorros (irrigaciones). Durante estas aplicaciones hay que procurar que la irrigación sanguínea del cuerpo sea buena y evitar, en todo momento, pasar frío antes, durante o después de ellas. También son recomendables diversas tisanas a base de vara de oro, cola de caballo7, semillas de escaramujo y grama de las boticas3, que pueden haberse recolectado en verano en previsión de un uso posterior. Tampoco hay que olvidar aquellos procedimientos que producen una derivación hacia la piel, como el cepillado en seco de la misma y la toma de baños de aire y de sol. La vara de oro (Solidago) también puede tomarse en forma de gotas.
Vara de oro (Solidago virgaurea)
Retención de orina
Determinadas aplicaciones hidroterápicas proporcionan una buena ayuda, incluso en hombres de edad avanzada, cuando un buen día perciben que les cuesta orinar por la noche. En tales casos lo más adecuado es el baño de vapor con plantas medicinales. Para ello, se pone agua a hervir en una olla. Se apaga el fuego y se le echa manzanilla u otras plantas. Se le quita la tapa y se coloca una tablilla delgada que deje ascender el vapor de la mezcla. El paciente, bien abrigado y cubierto con paños grandes o toallas, se sienta encima, de forma que el vapor ascendente le alcance y le proporcione suficiente calor. Esta aplicación produce un gran alivio, ya que posibilita que el paciente pueda volver a orinar y no sea necesario tener que llamar al gran doctor en mitad de la noche y tenga que proceder a una cateterización, con todos los problemas que ello representa. Cuando este trastorno se debe a un padecimiento prostático, consúltese el capítulo correspondiente.
Combatir el exceso de ácido úrico
La lucha contra el exceso de ácido úrico en sangre a menudo resulta dura y tenaz. Si remedios sencillos, como la tisana de perejil, no son suficientes y los dolores en las extremidades te atormentan, toma un baño con las plantas medicinales que estén a tu disposición. Si al llegar la primavera ves que conviene renovar tus provisiones y recolectar nuevas plantas medicinales, puedes emplear las «viejas» para baños; incluso puedes emplear hierba que crezca en tu jardín para ellos. Hay que procurar que el agua de baño tenga la temperatura de la sangre (37 °C) y hay que sumergirse en ella durante diez, quince, veinte minutos o hasta media hora, de forma que, a ser posible, solo se asome la nariz para respirar. Es necesario que alguien nos ayude para que la temperatura del agua de baño vaya aumentando lentamente hasta los 38 °C y, si se soporta bien, hasta los 39 °C, según el conocido método de Schlenz (baños hipertérmicos). Mientras tanto, vamos cepillándonos la piel debajo del agua con un cepillo de cerdas duras. La toma de este baño de media hora de duración, una vez por semana, nos irá librando progresivamente de los dolores de las extremidades.
Una ayuda adicional nos la proporcionan las aplicaciones de hojas de col, junto con la toma de zumos de hortalizas crudas. Es importante, además, seguir una dieta con alimentos alcalinizantes (excedentes en bases) y evitar el consumo de vísceras, como hígado, riñones, mollejas, etc., así como la toma de bebidas alcohólicas.
Polvos de carbón de madera de tilo
Quienes padezcan de hiperacidez gástrica, de trastornos en las mucosas del estómago y del intestino o arrastren las secuelas de una ictericia deberían tomar sin falta carbón vegetal pulverizado, preferiblemente de madera de tilo. Lo podemos preparar nosotros mismos, rallando o pulverizando trozos de carbón de madera de tilo. Este polvo se puede tomar con leche. Aunque tomar leche no sea lo más recomendable en trastornos hepáticos y ante indicios de padecer ictericia, su combinación con el carbón de tilo en polvo suele dar muy buenos resultados.
Tratamiento de afecciones reumáticas y padecimientos artríticos sin medicamentos
Podemos iniciar una cura tomando cada mañana, en ayunas, medio vaso de jugo de patata cruda que podemos rebajar o diluir con un poco de agua caliente. Tanto el desayuno como la comida y la cena deben basarse en alimentos naturales. Para más información, consúltese el capítulo «Alimentación natural».
Una hora antes de la comida del mediodía se tomarán de dos a tres bayas de enebro, que no tragaremos hasta que no estén bien masticadas y ensalivadas. Después de la comida se tomarán de dos a cuatro granos de mostaza enteros. Como bebida, durante el día, se tomará caldo de patatas hervidas.
Sobre las partes doloridas y las deformaciones artríticas se aplicarán compresas o envolturas; el primer día, de hojas de col machacadas; el segundo día, de arcilla; el tercer día, de requesón, y así sucesivamente.
Quienes padezcan dolores de tipo reumático o ciática no deberían