El pequeño doctor. Alfred Vogel. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Alfred Vogel
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Сделай Сам
Год издания: 0
isbn: 9783906404370
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vez cada 14 días. Una vez que las hormigas nos lo han inyectado, se quitan con un cepillo y se deja que el ácido fórmico actúe bien sobre las zonas afectadas. Se trata, pues, de una inyección natural, sencilla y gratis de este producto.

      Quienes perseveren en estos métodos sencillos y sigan, además, una alimentación natural consecuente conseguirán influir beneficiosamente incluso en casos difíciles o que la medicina oficial ha declarado como incurables. En caso de sufrir un desplazamiento vertebral o una hernia de disco intervertebral, entonces se hacen precisas las manipulaciones de un buen quiropráctico.

       Papillas de maíz y mijo

      Tanto la papilla de maíz como la de mijo son excelentes remedios para aplicar sobre las zonas afectadas por el reuma y la artritis. Al mantener estas papillas el calor durante bastante tiempo, proporcionan una buena irrigación sanguínea (hiperemia) sobre la zona de aplicación.

      Se preparan solo con maíz o mijo y agua, sin necesidad de añadir cualquier otro componente, y se colocan tan calientes como se puedan soportar.

       Picor y sensación de quemazón en el cuerpo

      La sensación de picor o prurito resulta muy molesta, sea cual sea la parte del cuerpo afectada. A menudo, un buen remedio para combatir este trastorno es la aplicación externa de patatas crudas. Una vez peladas y cortadas en rodajas, o bien ralladas (papilla cruda), friccionamos con ellas las zonas cutáneas afectadas, incluidas las de la cara. De todos modos, este método no resulta suficiente por sí solo. Se hace necesario también actuar sobre los riñones (acción de «descarga»), tal como se expone en el apartado titulado «Cuidado de los riñones». Puede suceder, por otra parte, que los picores se deban a una insuficiente actividad hepática, por lo que convendrá seguir las recomendaciones apuntadas en el apartado titulado «Trastornos del hígado» y, especialmente, el que se ocupa de la «Dieta para el hígado». Dolencias como la diabetes o las lombrices intestinales pueden producir también picores en el cuerpo, así como el árnica cuando se aplica en personas con una piel sensible a esta planta.

       Eczemas y psoriasis

      En estos casos conviene cuidar bien el hígado, el intestino y los riñones a la vez que conviene tomar baños de suero láctico caliente, a ser posible de suero láctico ácido concentrado. Quienes puedan disfrutar de unas vacaciones campestres cerca de una lechería convendría que bañasen con regularidad sus eczemas o psoriasis en suero láctico ácido y caliente. Otra ayuda valiosa la pueden proporcionar los baños con salvado añadido. Como la curación de eczemas y psoriasis puede resultar difícil y suele precisar bastante tiempo de tratamiento, habría que preguntarse si estos trastornos se deben solo a factores externos. Hay personas cuya piel es sensible a algunas plantas, como por ejemplo el árnica, o que no toleran bien el contacto con la trementina. En estos últimos casos habría que evitar el contacto con plantas como las agujas de pino o similares y con los productos para encerar pisos u otros que las contengan. En personas especialmente sensibles, también el contacto con plantas como la manzanilla, el Rhus toxicodendron y, sobre todo, nuestras prímulas (empleadas como plantas de interior) puede producir eczemas y urticaria; estos trastornos desaparecen cuando cesa el contacto con ellas.

      A veces se observan erupciones cutáneas en algunos niños cuando consumen una gran cantidad de fruta. Las propias fresas pueden producir urticaria en algunas personas. En estos casos es bueno cuidar los riñones y estimular su actividad.

      Así mismo, algunas intoxicaciones en estados deficitarios de vitaminas pueden dar lugar a erupciones cutáneas. Convendría evitar, por ejemplo, los frutos secos tratados con azufre y la fruta que haya sido tratada con plaguicidas o productos similares. La toma de ensaladas a base de espinacas de cultivo biológico o que contengan brotes tiernos de ortiga, aliñadas con zumo de limón o con suero láctico concentrado, favorecen la curación de estos trastornos en poco tiempo. Las tisanas de trinitaria (Viola tricolor) constituyen también una buena ayuda en el proceso curativo.

       Furúnculos y abscesos

      Si en tu cuerpo aparece una zona hinchada, enrojecida y caliente, una forunculosis o un simple absceso puedes combatir estos trastornos concentrando primero el pus para poder extraerlo después. Para ello, conviene proceder de la siguiente manera: cocer en agua semillas de lino molidas o, mejor aún, semillas de fenogreco. La papilla caliente obtenida se aplica para ablandar, acumular y hacer salir después el pus. Si no se dispone de semillas de lino ni de fenogreco se puede emplear patata hervida bien caliente; esta se aplasta con un tenedor y se aplica sobre la zona afectada mientras esté todavía caliente. Una vez que se haya vaciado el pus hay que limpiar bien la herida con suero láctico concentrado diluido en agua y se espolvorea con lactosa o, todavía mejor, con calcio biológico en polvo, tras lo cual se aplican encima unas hojas de col machacadas. Con este sencillo procedimiento se consiguen buenos resultados, pero aún podemos mejorar el proceso curativo tomando extracto de levadura o levadura seca. En caso de padecer una forunculosis conviene hacerse analizar la orina por si se detecta en ella la presencia de azúcar.

       Panadizos

      Cuando se padece un panadizo o uñero, los dedos afectados aparecen engrosados y dolorosos, y uno espera librarse de este trastorno cuanto antes mejor. Se puede conseguir su curación bañando la mano con el dedo o los dedos enfermos durante una hora a 37 o 38 °C, dos o tres veces al día. En todo momento, hay que protegerlos contra el frío para que el trastorno pueda desaparecer en poco tiempo. Si este procedimiento no resultara efectivo, consulta con un buen cirujano para que haga salir el pus con una incisión y así evitar la rigidez del dedo. Además de estos baños, también puede ser beneficioso sumergir el dedo enfermo en jabón blando, vendarlo y dejar que el jabón actúe toda la noche.

       Hinchazones y contusiones

      Cualquier hinchazón o contusión que no sea grave se puede tratar bien y de forma rápida con aplicaciones de hojas de col. Si se produjera una reacción demasiado intensa, se pueden sustituir estas con un emplasto de arcilla (mezclando arcilla con agua) o, todavía mejor, empleando una tisana de cola de caballo u otras hierbas en vez de agua para mezclar con la arcilla. La alternancia diaria de emplastos de arcilla con las aplicaciones de hojas de col es una buena combinación, pues mientras la arcilla actúa «repartiendo o distribuyendo», la col proporciona sustancias curativas a la vez que facilita la eliminación de ciertas sustancias nocivas. Esta doble acción resulta muy efectiva y puede conducir rápidamente a la curación de dichos trastornos.

       Hiedra y helecho contra picaduras de insectos

      ¡Qué fastidio cuando nos pica una avispa o una abeja! Sacamos rápidamente el aguijón y chupamos con fuerza para sacar el veneno inyectado lo antes posible, aunque no se sabe qué hacer a continuación. La mejor planta para calmar el dolor ocasionado por la picadura es la hiedra. Quizá dispongamos de unos retoños de hiedra entre las hojas de nuestras plantas, o tal vez en nuestro jardín haya una hiedra que ha trepado por un árbol, o puede ser que vivamos cerca de un bosque donde podamos conseguir unas hojitas y un poco de corteza de hiedra4. Las machacamos bien y las aplicamos friccionando sobre el lugar de la picadura. Aún mejor si podemos disponer de un poco de tintura de hiedra que podemos haber preparado nosotros mismos para uso doméstico. Para ello, empleamos una cantidad suficiente de hojas y de corteza tierna de hiedra. Lo trituramos bien todo y lo mezclamos con alcohol. Conseguida una buena extracción, al cabo de unos días, podemos prensar la mezcla y filtrarla para obtener así la tintura. Basta verter