7. Precondiciones institucionales para el maniobrar estratégico y patrones argumentativos
Tras incluir el maniobrar estratégico en la pragma-dialéctica extendida incorporamos la dimensión contextual de los tipos de actividad comunicativa a la teoría, con el fin de fortalecer aun más el vínculo entre la teoría y el estudio de la realidad comunicativa. En nuestro examen de las prácticas comunicativas nos hemos concentrado por razones prácticas en cuatro dominios comunicativos: (1) el dominio jurídico, que suele verse como el terreno de prueba de toda teoría sobre la argumentación y que ha sido el punto focal de la investigación pragma-dialéctica desde la década de 1980; (2) el dominio político, que es vital para el uso de argumentación en la vida pública y central a la hora de despertar el interés de los legos por la teoría de la argumentación; (3) el dominio médico, que de la toma paternalista de decisiones por parte de los médicos ha transitado recientemente a la búsqueda del consentimiento informado basado en la argumentación; (4) el dominio académico, que está permeado por argumentación que a menudo, e incorrectamente, es considerada desde fuera como no problemática. Las metas generales de nuestra investigación son en todos los casos: (1) descubrir de qué maneras en tipos de actividad comunicativa específica las posibilidades de maniobrar estratégicamente se ven constreñidas por precondiciones institucionales; (2) detectar cuáles patrones argumentativos de puntos de vista, estructuras argumentativas y esquemas argumentales se ven estereotípicamente activados en la realización del propósito institucional de tipos de actividad comunicativa específica en concordancia con las precondiciones institucionales.
Es característico del dominio jurídico que sus prácticas comunicativas se hayan en gran medida convencionalizado. Los puntos de vista procedimentales y materiales que definen la contraparte legal de la etapa de apertura de una discusión crítica están en general determinadas en gran medida por las instituciones, en vez de que sea la deliberación mutua de las partes lo que las determine. Para identificar las restricciones específicas al maniobrar estratégico en esos tipos de actividad comunicativa, un pragma-dialéctico examina primero cómo caracterizarlos argumentativamente. Después intenta establecer cómo, en los diversos tipos de práctica legal, ocurre que las partes involucradas, incluyendo al juez, operan para conducir su discurso argumentativo y qué margen de libertad tienen para maniobrar estratégicamente (Feteris, 2009).
La investigación pragma-dialéctica acerca del dominio político inició con mi discusión del papel de la argumentación en la democracia (Van Eemeren, 2002). En 2009, comencé un proyecto amplio de investigación con Bert Garssen para examinar las precondiciones institucionales para maniobrar estratégicamente en intercambios argumentativos al interior del Parlamento Europeo. Hasta ahora nos hemos concentrado ante todo en el impacto de una precondición secundaria a la que llamamos “el predicamento europeo”: la convención, impuesta tácitamente a los miembros del parlamento, que supone que deben servir a la causa europea al mismo tiempo que satisfacen a sus electorados protegiendo los intereses nacionales de sus países de origen (Van Eemeren y Garssen, 2010, 2011).27
Un amplio proyecto de Houtlosser y mío acerca de la influencia de las precondiciones institucionales sobre maniobras estratégicas de confrontación en el dominio político ha sido llevado a cabo por un equipo de investigadores. El fin de Yvon Tonnard (2011) fue dar cuenta de las tácticas de presentación que los políticos pueden usar para que los temas prioritarios de sus partidos se discutan en el debate parlamentario holandés cuando resulta que tales temas no están en la agenda. Dima Mohammed (2009) examinó las respuestas que los miembros de la oposición hacen en la “hora de las preguntas al primer ministro” en la Cámara británica de los Comunes. Corina Andone (2013) se planteó dar una explicación argumentativa de la forma en que los políticos reaccionan en las entrevistas cuando el entrevistador los acusa de haber adoptado una postura inconsistente con puntos de vista ofrecidos anteriormente. En un proyecto relacionado, enfocado esta vez a la cuestión de cómo es que las condiciones contextuales de los foros de discusión política en internet afectan la manera en que los participantes reaccionan críticamente, Marcin Lewinski (2010) examinó la manera en que las tecnologías en línea crean nuevas posibilidades para el debate público.
En el dominio médico también ocurre que el maniobrar estratégico debe cumplir con las convenciones institucionales (Snoeck Henkemans, 2011). Los médicos tienen la obligación de aclararles a los pacientes que van a consultarlos que su juicio y sus consejos son sólidos; pero el hecho de que en general doctores y pacientes difieren considerablemente en conocimiento y experiencia médica es una precondición institucional que los doctores necesitan tomar en cuenta en su maniobrar estratégico, por ejemplo cuando aplican su autoridad (Labrie, 2012; Pilgram, 2015).28 La relación entre maniobrar estratégico y precondiciones institucionales se ha examinado también para el caso de los “prospectos y folletos de salubridad”, cuyo fin es lograr que el auditorio al que se dirigen coma menos, haga más ejercicio o realice otras cosas que promueven la buena salud (Van Poppel, 2013); otro tanto se ha hecho, concentrándose también en la argumentación de autoridad, con los anuncios que —sobre todo en Estados Unidos— promueven medicamentos (Wierda, 2015).
La investigación pragma-dialéctica dirigida a determinar las precondiciones institucionales que un contexto académico impone al maniobrar estratégico que tiene lugar en el discurso argumentativo está todavía en pañales. En un primer esfuerzo por adaptar los instrumentos teóricos para implementarlos en este tipo de investigación, Wagemans (2011) propone herramientas para reconstruir y evaluar la argumentación que parte de la opinión de expertos.
Los tipos de actividad comunicativa que han surgido en los diversos dominios comunicativos para cumplir con las exigencias del macro-contexto institucional giran en torno a diferentes tipos de diferencia de opinión, y los tipos de punto de vista en disputa varían desde puntos de vista evaluativos y prescriptivos hasta puntos de vista descriptivos e híbridos que combinan elementos evaluativos y descriptivos. En combinación con los puntos de partida específicos que caracterizan un tipo o un clúster de tipos de actividad comunicativa, las características específicas de la situación inicial llevarán tanto a clases específicas de intercambios argumentativos en la contraparte empírica de la etapa de argumentación de una discusión crítica, como a clases específicas de resultados.
Las diferencias entre las clases de intercambios argumentativos que se desarrollan o es probable se desarrollen en los diversos tipos de actividad comunicativa no son causadas solamente por las diferencias entre tal o cual clase de opinión a la que responden, a los tipos de puntos de vista que están en disputa y a los puntos de vista procedimentales y materiales que se usan. Son causadas también por los requerimientos específicos propios de tal o cual dominio comunicativo, requerimientos que atañen a la manera en que ha de tener lugar el intercambio entre argumentación y crítica, así como a las clases de resultados que han de alcanzarse. Dependiendo de las preguntas críticas propias de cada tipo de esquema argumental empleado en la argumentación principal en apoyo del punto de vista en disputa, es necesario anticipar y responder a clases específicas de reacciones críticas dentro de los intercambios argumentativos que tienen lugar en tal o cual tipo de actividad comunicativa.
Al conducir un intercambio argumentativo, se supone que los argumentadores tomarán en cuenta las precondiciones institucionales del tipo comunicativo y las reacciones críticas que son pertinentes cuando se usa tal o cual esquema argumental. Hacerlo resultará en la creación de lo que he llamado un patrón argumentativo específico en el discurso (Van Eemeren, 2015). Tal patrón argumentativo se caracteriza por una constelación de jugadas argumentativas en las que, a fin de hacerse cargo de una clase particular de diferencia de opinión, y para defender un tipo particular de punto de vista, se utiliza un esquema argumental particular o una combinación de tales esquemas, dentro de una argumentación que tiene una clase particular de estructura.
Aunque algunos patrones argumentativos que ocurren pueden ser accidentales, hay ciertos patrones argumentativos que pueden ser típicos de la manera en que el discurso argumentativo se conduce en general dentro de un tipo específico de actividad comunicativa o un clúster de tipos. Este es el caso, en principio, de cuando el patrón argumentativo de que se trata está inmediatamente