A partir de 1980 muchos sucesos, de alguna u otra forma, tuvieron lugar con mi participación o la de los miembros de mi familia. Por eso mismo el resumen también incluye la narración en primera persona. A la hora de escribir la biografía, indudablemente, el principio cronológico parece tener lógica. Pero Knórosov, antes que otra cosa, era un científico genial y, por lo tanto, algunos temas se construyen alrededor de un problema científico y no alrededor de una cronología.
Como resultado, quisiera advertir que este texto biográfico, que se escribió durante un muy largo periodo debido a diferentes motivos, tiene diferentes géneros e inevitablemente sufre de eclecticismo. Además del texto alberga reconstrucciones históricas, recorridos biográficos, en algunas partes investigaciones propias de un detective, y también el contenido de diferentes archivos, documentos, recuerdos y entrevistas. En los capítulos que tocan el tema de los viajes de Knórosov, los vínculos se construyen con pequeños detalles de la historia, lo que puede parecer de poca importancia. En realidad, en aquellos tiempos eran precisamente estos detalles los que más le interesaban a Knórosov. Estos se encontraban en el marco de los temas que él investigaba en aquel entonces o le impresionaban mucho por alguna razón desconocida para mí.
Además, la cronología de una serie de sucesos en su biografía no es muy consecuente. Durante toda su vida regresó a algunos de sus temas, y por lo tanto a menudo se vuelve problemático entender el sentido de sus decisiones y sus acciones sin adelantarse un poco. «No nos olvidamos de nada, sólo lo posponemos», solía repetir Yuri Valentínovich.
Por eso mismo, la lista de las personas a las que agradezco el haberme ayudado a preparar tan simple pero a la vez tan complicada biografía es bastante grande. Una enorme parte del trabajo con los archivos le tocó a Eugenia Dolgova, una gran especialista en historia de la ciencia rusa del siglo xx. Esta gran ayuda es difícil de desestimar. Algunas publicaciones preliminares del archivo se realizaron con nuestra colaboración –y en los casos que se usan en el libro indico la autoría de los datos y textos que pertenecen a Eugenia Dolgova.
En la edición también se indica la colaboración del investigador mexicano Alejandro Sheseña para el desarrollo de uno de los temas, y de Dmitri Belyaev, que brindó su apoyo en la selección de materiales.
Cuando comencé a recopilar la información acerca de la vida de Knórosov, recurrí a los recuerdos de todos aquellos que de alguna manera u otra conocían al gran científico. Muchos me contestaron: enviaron sus textos e incluso fueron entrevistados. Algunos no lo hicieron debido a razones desconocidas. Que me perdonen, pero esos vacíos en la narración no quedan en mi conciencia.
Quiero agradecer a todos los que me ayudaron: a los vivos y, particularmente, a los ya fallecidos, ante quienes me siento culpable, pero sin su ayuda este libro nunca hubiese aparecido. Hay gente que no ha dejado recuerdos y ni siquiera conocía a Knórosov, pero que merece un agradecimiento por su aportación en la conservación de sus ideas.
Sobrinos de Yuri V. Knórosov que compartieron inestimables y muy bonitos recuerdos sobre Yuri Valentínovich:
Alexandr Knórosov
Natalia Knórosova
Tatiana Knórosova
Irina Knórosova
Mijaíl Térejov
Amigos y colegas universitarios que proporcionaron sus recuerdos en forma de pláticas, entrevistas o textos preparados:
Aleksandr Plunguyán (1924-2019)
Irina Jorosháeva
Lidia Mílskaya (1924-2006)
Mira Rozhanskaya (1928-2014)
Tatiana Stepúguina (1923-2016)
Irina Fiódorova (1931-2010)
Olga Fiódorova –que vació las anotaciones y las fotografías que había hecho su mamá.
Viacheslav Ivanov (1929-2017)
Valery Gulyaev
Galina Avakyantz
Elena Sóboleva
Alexandr Kuzmischev (1953-2012) –que generosamente proporcionó la correspondencia entre su padre, Vladimir Kuzmischev y Yuri Knórosov.
Marina Bérestova –que compartió sus recuerdos sobre Knórosov, quien había sido amigo de su padre, Valentín Bérestov.
Semion Kutateladze –que ha brindado una gran ayuda para revelar la historia del «desciframiento digital».
Vladislav e Irina, los hijos de Leonid Kantoróvich –que proporcionaron y permitieron publicar los testimonios únicos de una hazaña científica y humana de su padre.
Mi familia, que siempre ha participado y ha ayudado en todos mis asuntos:
Ludmila Ershova (1925-2000).
Guillermo Antonio Ovando Urquizú –fue precisamente él quien logró llevar a Yuri Knórosov por primera vez a Guatemala.
Anna Ovando Urquizú –por ayudar en todo y hacer grabaciones únicas de Yuri Knórosov en video.
Los colegas extranjeros que ayudaron a recopilar los materiales sobre Yuri Knórosov:
María Teresa Franco –que presentó en México a Yuri Knórosov.
Tiahoga Ruge –que hizo la película documental de la vida de Yuri Knórosov y ayudó a realizar algunos sueños.
Marcos Constandse –que ha publicado en español los tres volúmenes de trabajos de Yuri Knórosov.
José Ángel Abelardo Treviño (1942-1999) –embajador de México en la Federación de Rusia, que hizo muchas cosas por Yu.V. Knórosov en los últimos y complicados años de su vida, y para su funeral. Unos meses después él también falleció...
Alejandro Sheseña –que promociona las ideas de Knórosov en México.
Zarina Martínez –otrora cónsul de México en Rusia, que organizaba sus viajes a México y escribió sus memorias.
Michael Douglas Coe (1929-2019) –que ayudó a Knórosov y publicó el conocido libro sobre el desciframiento de la escritura maya.
Sofia Dobrzhanskaya (1933-1993) –que traducía y publicaba los trabajos de Knórosov en Estados Unidos e hizo tanto en los años de la «guerra fría» para el reconocimiento del genial descubrimiento del científico ruso.
George Stuart (1935-2014) –que enviaba literatura y francamente aspiraba a convertir el descubrimiento de Knórosov en patrimonio de la humanidad.
Agradezco a aquellos establecimientos que conservaron el nombre de Yuri Knórosov:
La Universidad Estatal de Rusia de Humanidades –la cual, en los tiempos más difíciles para Rusia, ha conservado la escuela científica Knórosov y continúa desarrollándola.
El Monasterio ortodoxo de la Santa Trinidad en Guatemala –pues sin su apoyo incondicional, el trabajo con la biografía de Knórosov no se hubiera terminado.
El Instituto de Estudios Interdisciplinarios Rafael Ayáu (ieira) –que ha garantizado la realización de los proyectos de investigación del Centro de Estudios Mayas Yuri Knórosov (cemyk) en Guatemala.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (inah) de México –que siempre apoyó incondicionalmente a Yuri Knórosov.
El Gobierno del Estado de Yucatán y el patrocinio cultur –que crearon la Medalla Yuri Knórosov y garantizan la realización de los proyectos de investigación del Centro de Estudios Mayas Yuri Knórosov (cemyk) en México.
La Universidad de Quintana Roo –que ha garantizado la publicación de los trabajos de Knórosov y ha creado la Cátedra Yuri Knórosov.
La Universidad de San Carlos de Guatemala –que creó la Cátedra Yuri Knórosov y le otorgó el grado de Doctor Honoris causa in memoriam.
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