Con Lucas tenía esa conexión, pero cuando se comenzó a centrar en su carrera me sentí desplazada e imagino que me asusté y salí corriendo, vi a otra persona que me prestaba más atención y me equivoqué. Él me perdonó en su día pero yo no he sido capaz de hacerlo, y así me va.
Te preguntarás qué ha sido de Lucas, pues te diré que vive en Nueva York. Sí, has leído bien, porque conoció a una chica en un viaje que hizo y decidió quedarse allí. Después de que terminara nuestra relación, necesitó su tiempo, porque te diré que quizá le rompí un poco el corazón… Y claro, le costó sobreponerse, pero quiso mantener nuestra amistad por lo que significábamos el uno para el otro. Supongo que nunca dejas de querer a alguien por mucho daño que te haga cuando lo has querido tanto y seguimos siendo amigos. Pero nunca pasó nada romántico entre nosotros, yo siempre tenía pareja, él comenzó a salir con chicas, y al terminar los estudios quiso viajar, me propuso acompañarlo, pero yo acababa de comenzar una relación y no quise irme con él. Fui tonta, pero tonta de capirote. Él se fue, entonces conoció a Beth, y bueno, no sé si seguirán juntos o no, ya no hablamos. La última conversación que tuvimos fue bastante dura, así que decidí dejarlo ahí, pero desde entonces es como si mi mente se negara a olvidarle.
Maka me está esperando con el coche para ir al estudio, se viene conmigo porque no tiene nada mejor que hacer, pero en el fondo es porque no quiere estar sola. Hace poco que se peleó con su ex, un machista empedernido que no la dejaba ni soplar una vela… y ahora tiene miedo hasta de su sombra, aunque nunca la escucharás admitirlo. Parece una chula, y en cierta manera lo es con todo el mundo pero no lo pudo ser con su ex, él la intimidaba de una manera que nunca entenderé, la anuló como persona, aunque por suerte ya no están juntos y ella vuelve a ser la que era, nunca hay que cambiar por nadie.
—Venga, que vas a llegar tarde. —Esta lo que quiere es ver a Jordi, que ya me la conozco.
—Ya, tarde… Bueno, vamos, pero ya te aviso, no digas ni una sola palabra de lo que hemos hablado, por favor, quiero hacer como si nada hubiera pasado, tampoco me interesa que en el estudio me vean como una chica fácil ni que se enteren de nada.
—¡Vale, prometido! —Sé que lo dice de verdad, porque Maka es una loca, pero es mi mejor amiga del mundo mundial, sé que puedo confiar ciegamente en ella.
Llegamos a la discográfica y cuando subimos a la sala de grabación, solamente veo a Jordi que me mira desde la puerta de su estudio, no veo a nadie más, se acerca a mí y me da un ligero beso en la mejilla, muy tierno, como si nos conociéramos desde siempre y es que no puedo negar que hay un magnetismo especial entre nosotros, pero borro de mi mente cualquier pensamiento lascivo por muy bueno que sea, aquí venimos a trabajar.
—Ella, estás preciosa, tienes una sonrisa especial hoy, ¿no se deberá a que ayer lo pasaste muy bien con alguien? —pregunta Jordi con una pícara sonrisa.
«¡Lo mato, yo lo mato!».
—¡Joder! —dice Maka—, y eso que a mí no me dejabas comentar nada. Tú, ¿qué eres?, ¿de esos tíos que van de listos? Porque te las puedes ver conmigo. ¡Qué mi amiga no es una sueltecita, ¿eh?! Y los tíos sois unos bocas.
—Tranquila, Mike Tyson… No hay nadie y me he imaginado que a ti te lo habría contado. Por cierto, soy Jordi y supongo que tú debes de ser Maka. —Qué listo que es, claro que ya le había hablado de ella.
—Eh… Sí y perdona, es que no me gusta que se den cosas por hechas, ya me entiendes, que luego las chicas somos las fáciles y los chicos los machotes. —Esa es mi amiga, la chula con todos menos con su ex.
—¿Dónde están todos? —Miro a mi alrededor y esto está más vacío que un bar de copas a las nueve de la mañana.
—Pues están en el estudio de abajo, grabando con Noah sus canciones en solitario. Como ayer no estaba tienen que recuperar el tiempo perdido, por cierto, Ella, ¿pudiste mirar las canciones que te dejé? —Sigue mirándome con esos ojos que me encantan.
—Sí, he escogido unas cuantas, ¿quieres que te diga cuáles?
«Te lo puedo decir en privado si quieres…» Cállate, mente maldita.
—Sí, oye, he pensado que podríamos quedar mañana para tomar unas copas, tengo un amigo que viene el fin de semana por Madrid y quizá podríamos salir los cuatro. A tomar una copa, ¿eh?, no pienses mal.
—Bueno, si está bueno tu amigo aceptamos, porque a mí me viene bien, aunque sea solo para una copa. —Maka y sus comentarios tan oportunos, qué más dará si el amigo está bueno o no, íbamos a quedar igualmente, Jordi lo está y con eso me vale.
—Claro. Oye, ¿sabes que hoy he ido a ver ese local que te comenté ayer? Y si todo va bien es mío. Tengo que arreglarlo mucho, pero quedará estupendo, así que cuando lo inaugure ¡ya sabes que estás invitado!
—Pues tengo unos amigos que me deben un par de favores, podría decirles que se acerquen al local, y por la reforma no te preocupes, seguro que te lo hacen muy bien de precio.
—Bueno, Maka también tiene unos amigos, que vengan los dos y veremos con cuáles me quedo.
Escuchamos unas voces de fondo. Ya vienen Noah, Leopoldo y los chicos de sonido, así que vamos a la pecera y comenzamos a grabar.
No sé qué le pasa a Noah, no da pie con bola, Leopoldo le ha echado un broncón del quince, así que venga a repetir y a repetir… Nada, hoy no sale, mi parte está bastante bien pero él… es una incógnita para mí, no entiendo qué le pasa. Parece estar enfadado con el mundo, así que propongo un descanso porque ya estoy un poco harta de los malos humos de todos y me llevo a Noah a tomar un café a un saloncito que tienen en la discográfica.
—¿Qué te pasa? Te noto muy estresado, sé que no ayuda que Leopoldo esté así contigo, pero me puedes contar lo que sea, quizá te ayude. —Lo noto un poco triste o nervioso, no sé identificar lo que es.
—Lo siento, Ella, sé que lo estoy jodiendo, pero es que me presionan mucho con mi disco, no te imaginas lo que es. Teníamos una fecha de lanzamiento y no la voy a poder cumplir, mi hermano tuvo un accidente, por eso estoy así y Leopoldo no me deja irme de viaje para verlo. Solo sabe decir que no llegamos y que tengo que grabar y ya no sé qué hacer. Cuando tú grabes tu disco verás la realidad, es bonito cantar e intentar llegar al público, los conciertos son apasionantes, pero la presión a la que a veces te expones es muy dura, ve haciéndote a la idea. Además quiere que en menos de un mes saquemos esta canción en una gala benéfica que se celebrará aquí en Madrid, cree que es una buena oportunidad para darte a conocer, que lo veo bien, pero no sé si en un mes podré.
—Sí que podrás, no seas tonto, yo te ayudaré, solo tienes que relajarte, cuando estás contento todo fluye mejor. La semana pasada lo estábamos haciendo muy bien, tú no te preocupes por nada, canta y vive la música, siéntela, verás como si cierras los ojos y te dejas llevar todo sale mejor. —Se lo digo convencida, y en parte porque no me gusta verlo así.
Noah es un chico bastante sincero, no me cuesta llevarme bien con él. Es guapo, sí, pero no me interesa en ese aspecto, cuando estoy cantando con él me evado del mundo y solo estamos él y yo, dejo que la canción me haga volar. Mi madre siempre me decía que cuando cantas algo que te gusta y que te llega al corazón te transporta a un mundo mágico donde solo estás tú con esa hermosa melodía, y así me siento cuando canto la canción con Noah, es como si nuestros mundos se juntaran y solo existiéramos nosotros. Conectamos mucho y eso es lo que queremos transmitir.
A partir de ese momento ensayamos mucho más y muy duro, Leopoldo está contento, sabe que la gala se acerca y que lo haremos estupendamente. Noah deja de estar tan estresado y nos convertimos en un equipo genial, una semana antes de la gala ya tenemos la canción perfecta y Noah me invita a cenar para celebrarlo. Antes de acudir a nuestra “no cita”, sino a nuestra cena de colegas —no vayáis a pensar lo