Rutas de escape. Umberto Roncoroni. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Umberto Roncoroni
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Медицина
Год издания: 0
isbn: 9789972455209
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con su nueva visión de la técnica.

      Comenzaré mostrando qué aspectos de las cuestiones ecológicas se vinculan de modo inesperado con la crítica al modelo de desarrollo capitalista de Severino, con la tecnología y con la cultura.

      La sobreproducción, la saturación del mercado, la contaminación, el cambio climático y el agotamiento de los recursos son los efectos colaterales de la sociedad industrial. No solo los ambientalistas están de acuerdo con esto; sin embargo, pocos toman en cuenta que la contaminación y la saturación afectan también al dominio del pensamiento. Estos fenómenos tienen dos consecuencias: en primer lugar, que el consumo y los excesos materiales y conceptuales contribuyen a eliminar la tradición; en segundo lugar, que la sobreproducción y el agotamiento de los recursos producen la crisis creativa, la repetición, la búsqueda del efecto, del chisme y del escándalo que caracterizan a la cultura de masas, como siguiendo, a Debord, ha denunciado Vargas Llosa (2012).

      Volviendo a la ecología, el punto es que ahora los problemas ecológicos implican mucho más que redimensionar el estilo de vida. Como señalan reiteradamente cada vez más autores, es necesario un cambio radical del telos de la posmodernidad, especialmente en lo que se refiere al capitalismo8. El resultado de esta dinámica es poner en discusión tanto las políticas económicas neoliberales cuanto la misma técnica, que en efecto, contrariamente a lo que afirma a Severino, ya está en camino hacia cambios positivos. Lo mismo sucede en el ámbito cognitivo, artístico y educativo.

      El segundo elemento necesario para corregir el análisis de Severino es la complejidad, con sus nuevos paradigmas sociales y, sobre todo, sus nuevas teorías científicas y filosóficas. Este conjunto de novedades se evidencia en teorías científicas como la teoría de sistemas, la teoría del caos, los fractales, la inteligencia artificial, las neurociencias y la misma ecología. Son conceptos que muestran un cambio en el paradigma ontológico que no acepta el espíritu faustiano basado en el dominio industrial de la naturaleza (incluyendo a los demás seres humanos), sino que busca un modelo fundado en la colaboración y la protección9. Otro aspecto nuevo de la complejidad es la prospección de una nueva ciencia fundada en la historia, en los sentimientos, en las emociones y en las relaciones sociales, que no excluye al ser humano con todos sus límites, diferencias y tradiciones. Y a pesar de ciertas dudas sobre sus principios y sus fundamentos (Horgan, 1996), la complejidad responde al cambio de telos que la sociedad contemporánea comienza a exigir.

      Para nuestros objetivos, lo valioso de la complejidad se manifiesta de una doble manera que ni Spengler ni Severino hubieran podido imaginar. Primero, pensar la realidad como un sistema de procesos emergentes, donde cada acción se refleja sobre los demás elementos del sistema, y donde las decisiones no están tomadas desde arriba sino desde abajo. Segundo, el carácter sistémico de estos procesos emergentes muestra que, coordinando todos los aspectos y las dimensiones de la complejidad social y cultural contemporánea, es todavía posible convertir la técnica en aliada de la tradición de la cultura y del medio ambiente. A través de la filosofía, la educación y la estética será posible una tecnología que vigila la razón calculadora en un contexto colaborativo, generativo y regenerativo, que coincide con la tradición.

      La crítica a la técnica faustiana de Spengler y Severino se puede reforzar considerando sus contradicciones con respecto al concepto de nihilismo del mismo Severino y las propiedades de los medios digitales.

      El defecto de la lectura faustiana y nihilista de la técnica radica en su arquetipo metafísico, racionalista y reduccionista, mientras que el modelo que subyace a los medios digitales es propiamente posmoderno, complejo, abierto y emergente, lo que posibilita una alternativa, paradójicamente tecnológica, a la racionalidad absoluta del espíritu faustiano y del capitalismo. Esta posibilidad se explica por una serie de factores que voy a explicar enseguida:

      a) El acoplamiento entre la tecnología digital y los principios científicos de la complejidad permite el diseño de algoritmos muy poderosos y la introducción de nuevos procesos productivos que están cambiando el paradigma económico y cultural, como el software libre y el fenómeno de los makers10. Se trata de nuevas tecnologías informáticas que generan nuevas realidades empresariales y mecanismos alternativos de mercado que podrían corregir las distorsiones del capitalismo observadas por Spengler y Severino.

      b) La inmaterialidad del lenguaje numérico (los medios digitales no manejan objetos concretos, sino datos e informaciones) hace que los contenidos adquieran una dimensión flexible y abierta, con circulación y gestión líquidas y libres; en este sentido, anticapitalistas y antifaustianas.

      c) Los enlaces hipertextuales y la interactividad propia de los medios digitales y del ciberespacio permiten el acceso y la producción compartidos y en tiempo real de saberes y aplicaciones. El ciberespacio está generando (paulatinamente, por los muchos problemas que hay que resolver) culturas y economías alternativas al capitalismo tradicional, basadas en la colaboración, en la libertad y en la “justicia epistémica” (Spivak, 1995)11.

      d) La característica más relevante de la informática es que es una tecnología para hacer tecnología. Los lenguajes de programación son herramientas para hacer herramientas, pues el software genera otro software (por ejemplo, las apps) que a su vez permite diseñar soluciones en varios campos aplicativos. Por primera vez, todos pueden crear sus propias herramientas, lenguaje y recursos y, por lo menos en teoría, liberar el desarrollo tecnológico de la lógica capitalista12.

      Sin embargo, no se debe olvidar que los medios y los lenguajes digitales pueden volverse más faustianos que las tecnologías analógicas del capitalismo industrial. Contrariamente a su naturaleza, lo digital es utilizado dentro un modelo epistemológico y económico que incrementa las diferencias entre aquellos que, al mando de sus procesos científicos y creativos, gozan de todas sus posibilidades, y los usuarios, que solo acceden a la capa aplicativa y por lo tanto quedan en un estado de carencia permanente. Es que hay algo en los medios digitales que detiene su libertad y su uso democrático: el saber tecnológico, salvo la capa aplicativa mediada por la interfaz, es ininteligible para el usuario normal porque está encriptado en ceros y unos, porque las herramientas digitales son cada vez más complejas y porque requieren de una creciente especialización y del dominio de una cantidad de conocimientos siempre mayor. Así, el saber y el poder tecnológico se concentran en monopolios mientras que a los usuarios se pasan los contenidos y los aspectos más triviales del consumo y de las relaciones sociales. En efecto, por lo menos en este sentido, la contradicción entre capitalismo y técnica que señala Severino es en cierta medida correcta. Es bajo este punto de vista que se vuelve necesario repensar la tecnología en sentido ecológico.

      Como ya vimos, los problemas ecológicos son sobre todo culturales y sus batallas se ganan en términos de conciencia, de comunicación y de educación, así como rediseñando los medios digitales que los soportan tecnológicamente. Pero este no es el único enlace. Los medios digitales son parte de nuestro ecosistema, así que existe la necesidad de corregir su desarrollo. En relación con Spengler y Severino, aquí reinterpretamos las estrategias típicas de los ecologistas en términos digitales: el decrecimiento cognitivo, la descontaminación a través de la estética del vacío y la sostenibilidad mediante el paradigma generativo y el concepto de caritas.

      El decrecimiento es una estrategia propuesta por los ecologistas más radicales que rechaza cualquier hipótesis de desarrollo (inclusive sostenible) y postula, sencillamente, la reducción de la producción y del consumo, y el regreso a un estilo de vida con ritmos más naturales. El decrecimiento como proceso envuelve a todo el sistema social, económico y sobre todo cultural desde su complejidad. La sobreproducción y el consumismo están relacionados con los problemas culturales