Hacia la Gran Universidad Chilena. Arnoldo Hax. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Arnoldo Hax
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9789561426269
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uno de los ciudadanos, en una comunidad basada en los principios de la democracia y la libertad, requieran de una educación amplia e integral. El desafío de la democracia moderna, por tanto, sería el de preservar la antigua idea de la educación liberal y hacerla llegar a cuantos miembros de nuestra sociedad sea posible, como fundamentos de esta noción de hombre y sociedad libres105.

      La democracia, señala el texto, es el intento de combinar libertad y lealtad, cada una acotando pero también fortaleciendo a la otra. El “buen sujeto” y “buen ciudadano” no sería aquel que nunca cuestiona los propósitos comúnmente aceptados de la sociedad, sino uno que permanece alerta, con un “individualismo agresivo” que sería esencial para la buena ciudadanía, ya que el bien de la sociedad se funda en personas independientes que piensan y actúan por sí mismas, pero que también están dispuestas a subordinar su bien individual al bien común. No obstante, el problema de la combinación de estos dos objetivos es una de las tareas más difíciles que enfrenta nuestra sociedad, indicaban, ya que una sociedad libre valora tanto la tolerancia como la convicción. Y la tolerancia frente a respuestas distintas a mi verdad descansa en el reconocimiento de mis propias limitaciones como hombre. Sigue el texto:

       “Especialmente entre los jóvenes, con su actitud ardiente y entusiasta, actuar sin creencias puede llevarlos a caer en el fanatismo (…) Sostener algunas convicciones es un requisito para poder mantener una mente abierta. Si no, la tolerancia se convierte en nihilismo, las convicciones en dogmatismo, y la crítica se convierte en cinismo. Cada una requiere tener algo de la otra” 106 .

      EDUCACIÓN GENERAL Y MÉTODOS DE APROXIMACIÓN

      Para avanzar en la conceptualización y bajada instrumental del Plan de Educación General, el comité plantea que si bien ella ya no puede restringirse a unas materias en común, esta sí puede al menos compartir ciertos métodos de aproximación107.

      Hoy se aprende de manera diversa y parcelada, sobre la base de múltiples departamentos, los que a su vez habitualmente albergan también diversas especialidades, continúa más adelante. Como resultado de aquello los estudiantes que buscan cursos de formación general quedan frustrados, ya que aún las materias introductorias están pensadas para ser impartidas a aquellos que van a seguir luego la especialidad; no para estudiantes que estén buscando una formación integral.

      Es por ello que este plan propone la creación de una nueva batería de cursos, organizados como un programa de educación general con su propia consistencia interna. Sugiere emular la cohesión que tiene una concentración, la que guarda coherencia con la naturaleza de la disciplina o área del conocimiento departamental que esta representa. La diferencia de estos cursos, por tanto, no estará dada por los contenidos que trata, los que comparte con las especialidades, sino más bien por la manera en que ellos son tratados y los objetivos educacionales que persiguen. Concluye el texto:

       “Esta variedad de cursos y materias es producto de circunstancias que todavía operan y que pueden llevar a una diversidad aún mayor en la próxima generación. Esto hace inútil cualquier intento de imponer un único programa de educación general para todos” 108 .

       “La educación general se distingue de la especializada no por los contenidos de que se ocupa, sino más bien por el método y la perspectiva con que estos se imparten (…) la educación general se perpetuará a sí misma solo en la medida que busque de manera permanente su propio ser” 109 .

      Concluye el reporte en que a la fecha la educación general ha sido descuidada en el college de Harvard, no así la educación especializada, lo que en ningún caso implica que esta deba ser abolida. Más bien se aboga por rescatar su importancia, sin poner en competencia una contra la otra. La formación general sería la responsable de entregar aquellos contenidos que pueden ser reconocidos como una herencia común y compartida por una generación, a la vez que de servir como base para que la educación especializada pueda desarrollarse en todas sus capacidades. Para ello se considera necesaria la creación de nuevos cursos que miren de manera explícita y exclusiva hacia los objetivos de esta educación general.

      OBJETIVOS DEL APRENDIZAJE Y ÁREAS DEL CONOCIMIENTO

      La educación no trata solamente de impartir conocimientos, sino más bien de cultivar ciertas aptitudes y actitudes en la mente de los jóvenes. Estas pueden ser traducidas en ciertas habilidades, que en opinión del Comité se pueden resumir en las siguientes cuatro110:

      1.La capacidad de pensar de manera efectiva, tanto desde una perspectiva lógica como relacional e imaginativa.

      2.La capacidad de comunicar ideas, tanto de manera oral como escrita, puesto que en un ambiente democrático se trata más bien de “persuadir” y no de “imponer”, algo propio de la retórica, que trata de expresar las ideas de manera clara y convincente.

      3.La capacidad de tomar decisiones a partir de una visión propia y la habilidad para llevar la teoría a la práctica, lo que implica un arte en sí que requiere de sagacidad y juicio.

      4.El poder discriminar entre valores, lo que implica elección, ya que el objetivo de la educación no es solo el conocimiento de los valores, sino también el asumir un compromiso con ellos. Una comunidad educada es una comunidad tanto de ideales como de creencias.

      Se plantea que la organización de contenidos no esté basada en estructuras rígidas, casi como unidades autónomas, que a la larga trabajan en contra del mismo conocimiento. Por ello se propone un enfoque que no descanse en disciplinas, sino más bien en relación con sus diferentes métodos de aproximación, evitando la segregación de los cursos generales y de los especializados. Pero al mismo tiempo, advierten, si no existe separación alguna, y se comparten los cursos de formación general con los de especialidad o técnicos, los objetivos mismos de la formación general sufren las consecuencias, y en cierta medida ella vería frustrada su efectiva capacidad de desarrollo.

      Por ello, proponen la creación de una serie de cursos orientados específicamente al cumplimiento de los fines y propósitos de la formación general, de manera exclusiva y no incidental. De los dieciséis cursos requeridos para obtener el grado de Bachiller (o 32 “medios cursos” en el lenguaje actual), se propone que seis sean cursos en educación general y que contengan las humanidades, las ciencias sociales y las ciencias en general. Para cumplir con este propósito, en las primeras dos áreas, un curso será especialmente diseñado y requerido para todos los alumnos (“Los Grande Textos de la Literatura”, para las humanidades, y “El Pensamiento y las Instituciones de Occidente”, para las ciencias sociales), mientras que para las ciencias serán establecidos cursos alternativos, que puedan atender las marcadas diferencias en la preparación previa de los alumnos que acceden a ellos.

      Conscientes del tremendo desafío que representaría la implementación del nuevo plan, el reporte concluye recomendando la creación de un Comité de Educación General, el que tendría una responsabilidad equivalente al manejo de los departamentos sobre sus programas de especialidad. Esta sería la entidad responsable de aprobar los cursos que sirvan a los objetivos de la formación general (aunque sin atribuciones para contratar profesores, las que quedarían siempre en el interior de los departamentos). Adicionalmente, quedaría bajo su tuición la administración de un período de experimentación y debate dentro de la comunidad académica, sobre las formas y contenidos finales del plan.

      Durante el proceso de aprobación e implementación, la universidad pudo incorporar mayores niveles de flexibilidad y pragmatismo que los que había exhibido en experiencias anteriores (Columbia y Chicago), como por ejemplo el mantener las concentraciones como parte del programa de estudios u ofrecer distintas alternativas para satisfacer los requisitos de los cursos obligatorios. Con ello, el “Red Book” se instala como un punto de referencia obligado para aquellas instituciones que en esa época enfrentaban la pregunta sobre los contenidos comunes en la formación universitaria.

      Karl Taylor Compton asume como rector del Massachusetts Institute of Technology el año 1930, constituyéndose en uno de los más importantes puntos de apoyo de V. Bush durante los tiempos de la Segunda Guerra