Preparación física en el fútbol sala. Andrés Parada López. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Andrés Parada López
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Сделай Сам
Год издания: 0
isbn: 9788499106144
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1-1 Estructura de los deportes colectivos.

      Podemos considerar la mente del ser humano como la mayor aliada y, al mismo tiempo, la principal enemiga con la que se puede encontrar un deportista en su progresión. Lo que piensa con respecto al nivel que puede alcanzar, los miedos, las expectativas y la confianza en sí mismo pueden ser determinantes a la hora de obtener resultados.

      El cerebro es un órgano tan complejo que, a pesar de suponer solo el 2% del peso corporal, consume el 25% del riego sanguíneo del organismo. Y procesos como el análisis, el aprendizaje o el pensamiento creativo precisan de una gran energía, que llega en forma de glucosa y oxígeno a través de la sangre.

      Por tanto, debemos considerar a nuestros jugadores en toda su dimensión (mens sana in corpore sano), es decir, como una globalidad compleja que va más allá del cuerpo, de lo físico, a la hora de plantear nuestros entrenamientos o dirigir un equipo, en el complejo camino de conocer al jugador como deportista e individuo.

      El entrenamiento de la musculación (o fuerza) ha dependido siempre de la resistencia, dentro de un programa establecido sobre la lógica de la energética.

      Al respecto, Cometti piensa que es necesario invertir el razonamiento clásico, dar la vuelta e invertir las prioridades.

      La preparación física debe permitir mejorar la eficacia de cada una de las acciones, o sea, saltar más alto, lanzar más rápido (citius, altius, fortius)... Y el trabajo en una sala de musculación es el que permite el desarrollo de esta explosividad.

      Por lo tanto, en primer lugar debe incrementarse el salto y la velocidad, o el esprín y el chute en una sola acción, por ejemplo, lo cual no es nada fácil de conseguir, para después enfocar el entrenamiento hacia la mejora de la resistencia.

      Al trabajar de esta manera, se invierte la pirámide de la resistencia, pues se concreta la fuerza explosiva como la base de la preparación física de un deporte colectivo como el fútbol sala y la resistencia se trabaja en segundo lugar y a partir de la primera.

      Las ideas de Cometti nos guían en el orden de prioridades a la hora de planificar el entrenamiento de las cualidades físicas. La fuerza como cualidad física fundamental cobra especial importancia en nuestro deporte. Sin embargo, no solo enfocaremos los diferentes trabajos de fuerza en la sala de musculación, sino que buscaremos la manera de realizarlos en la cancha de juego y en situaciones lo más similares posibles a la competición y con una transferencia real en el entrenamiento.

      El entrenamiento siempre debería igualar o exceder los requerimientos físicos que después encontrará el jugador en la competición, y este debería ser siempre uno de sus objetivos fundamentales.

      El fútbol es el deporte por excelencia de los deportes colectivos porque:

      Image Es el que más interacción tiene: 11 contra 11.

      Image Es el que más incertidumbre tiene: entorno cambiante permanente.

      Image Se practica con el pie: parte del cuerpo que, en comparación con las manos, el ser humano es capaz de controlar mucho menos (coordinación óculo-pie).

      Tener que ejecutar las acciones con los pies dificulta mucho la práctica. Además, esto se complica al producirse un enfrentamiento con un rival en un espacio reducido, relacionado, a su vez, con el número de jugadores que componen cada equipo.

      Teniendo en cuenta que las dimensiones del terreno de juego y, por ende, el número de jugadores son considerablemente menores en el fútbol sala (respecto al fútbol), podemos afirmar que también es uno de los deportes colectivos con más interacción e incertidumbre, con unas características propias muy cambiantes y difíciles de manejar, por lo que es considerado uno de los deportes colectivos más dinámicos, completos y atractivos, tanto para su práctica como para su disfrute desde el punto de vista del espectador.

       «No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que responde mejor al cambio.»

      CHARLES DARWIN

      En el caso del fútbol sala, debemos tener en cuenta que el espacio es mucho más reducido, 40 × 20 m, y, por tanto, todo pasa mucho más deprisa, lo que hace aún más complicado e interesante poder adaptarse a este entorno cambiante. En el fútbol sala no existe el fuera de juego (fútbol), ni la zona prohibida (baloncesto), ni el área exclusiva (balonmano), por lo que toda la pista de juego es susceptible de ser utilizada por los jugadores de campo. Para Chaves y Ramírez (1998) «el fútbol sala es un deporte colectivo de asociación, con oponente, mínimo contacto y con móvil (balón)».

      Al analizar las características del fútbol sala, vemos que los principales factores que aportan a este deporte unas particularidades determinadas son: el reglamento, que indica qué se puede y qué no se puede hacer para conseguir un objetivo perseguido; el espacio, que conforme a este reglamento se tratará de dominar; y el tiempo de actuación, que el reglamento y el espacio de juego condicionan en gran medida (Velasco y Lorente, 2007).

      En los siguientes capítulos del libro se desarrollan las diferentes parcelas que, a mi modo de ver, pueden contribuir al entrenamiento integral del jugador de fútbol sala, atendiendo a los aspectos claves que la figura del preparador físico debe conocer y saber manejar dentro de un equipo técnico de trabajo.

      Además, se incluyen dos anexos, una ficha de control para un jugador lesionado y una hoja de observación de partidos para obtener un feedback de la competición, que pueden servir como herramientas y soporte para el control y seguimiento del rendimiento de nuestros jugadores.

      * FCC: frecuencia de las contracciones cardíacas.

      CAPÍTULO 2

       La preparación física en el fútbol sala. Punto de partida

       «El fútbol sala es un deporte espectacular, donde en todo momento estás en contacto con la pelota.»

      DANI SALGADO, jugador del Marfil Santa Coloma

      Las necesidades en cuanto a preparación física en el fútbol sala vienen expresadas por las características de los esfuerzos que puede realizar un jugador durante la competición. Reglamentariamente, el juego se desarrolla durante dos períodos de 20 minutos de duración de juego efectivo y real, durante los cuales se pueden realizar todos los cambios entre jugadores que se deseen, aspecto que permite un nivel de intensidad en el juego muy elevado.

      El fútbol sala es un deporte colectivo, de colaboración-oposición, con una solicitación energética de tipo mixto intermitente (aeróbica-anaeróbica), una solicitación muscular general dinámica alta y una solicitación estática baja-moderada. Se identifica con un tipo de esfuerzo fraccionado e interválico, con pausas de recuperación incompletas activas y pasivas de duración variable. El corazón, debido a las características de este deporte, es probablemente el órgano que más se ejercita durante su práctica y tiene que realizar un gran trabajo cardiovascular.

      Además, este deporte tiene un componente anaeróbico muy elevado y requiere una adaptación cardiovascular entre el 85-90% de la frecuencia cardíaca máxima individual.

      La práctica del fútbol sala requiere un adecuado consumo máximo de oxígeno (image máx) y una buena capacidad de recuperación.

      El jugador de fútbol sala necesita una gran potencia y capacidad anaeróbica aláctica y una rápida regeneración de los fosfágenos. Además, debe ser capaz de tener una buena tolerancia para soportar niveles medio-altos de ácido láctico (Álvarez et al., 2002) (figura 2-1).