Un detalle singular en este joven autor es la relación que mantiene con el fútbol sala desde muy pequeño, ya que casi podríamos decir que nació en una cancha, al ser hijo de un reconocido técnico madrileño. Efectivamente, su afinidad con este deporte es una condición casi genética, no en vano su padre, mi querido amigo y compañero en el claustro de profesores de la Escuela Madrileña de Entrenadores, Ángel Parada, es un entrenador con una dilatada y exitosa trayectoria como técnico de fútbol sala.
Mi primer recuerdo de Andrés es de cuando solo tenía ocho años, jugando en contra de los equipos que yo entrenaba en una escuela municipal de Madrid. Ya entonces sobresalía por la intensidad que ponía en todas sus acciones. Pronto empezó a destacar, y siempre jugaba en una categoría por encima de la que le correspondía por su edad, lo que facilitó su convocatoria a las selecciones territoriales; fue seleccionado en todas las categorías de la Comunidad de Madrid.
Ya de adulto coincidimos en el club PSG Móstoles. Él jugaba en el segundo equipo y yo entrenaba el de categoría Juvenil Nacional, pero hacíamos numerosos entrenamientos conjuntos y tuve la posibilidad de dirigirle en muchas ocasiones. Su principal característica como jugador era la velocidad que imprimía a todas sus acciones, por lo que resultaba muy poco previsible, además de la rapidez de pensamiento, desplazamiento y ejecución (técnica rápida). Otro aspecto en el que destacaba era en sus escasas pérdidas de la posesión del balón, ya que a las características comentadas hay que añadir la calidad de pase que atesoraba, tanto por la precisión como por la tensión que imprimía a sus golpeos. Era, por lo tanto, un jugador muy dinámico y seguro.
Estamos hablando del año 2008, la época dorada del futsal español, cuando en casi todos los equipos militaban jugadores brasileños y el acceso a la élite para las jóvenes promesas nacionales resultaba muy complicado. Personalmente, estoy convencido de que en un momento como el actual Andrés tendría un puesto en Primera División. En su trayectoria como jugador consiguió cinco ascensos, con clubes como PSG Móstoles, Leganés FS o Xanadú Arroyomolinos. Lamentablemente, una lesión crónica lo apartó prematuramente de la competición.
La última vez que coincidimos en el entorno del fútbol sala fue durante el último curso de entrenadores de segundo nivel, en el que Andrés fue un alumno brillante que vivió el curso con una gran intensidad, como hace en todas las facetas de su vida.
La rica personalidad de Andrés, con esa interesante mezcla de buena formación, experiencia y pasión por todo lo que acomete, se ha volcado en este trabajo, para incorporar a la bibliografía del fútbol sala una referencia que, a partir de ahora, con seguridad va a resultar imprescindible.
Básicamente, el libro trata de cómo entrenar los aspectos condicionales en el fútbol sala desde una perspectiva muy amplia e integral, como se recoge en su título. Si bien hay algo que me ha llamado la atención desde el primer momento en que lo leí, esto es, su gran especificidad. Desde el principio se analizan las características de las acciones de nuestro deporte y las exigencias fisiológicas por las que pasan los jugadores en un partido, para después fundamentar y justificar las propuestas teórico-prácticas de los siguientes capítulos.
Además del análisis de cada una de las cualidades físicas y sus propuestas prácticas específicas, el autor nos aporta una completa información sobre todos los parámetros que un preparador físico debe manejar para desarrollar su labor en el futsal actual. El rol del preparador físico en el funcionamiento de un equipo, la planificación de la temporada, el diseño de tareas de prioridad condicional, la evaluación y control de resultados en el entrenamiento, los aspectos nutricionales y hasta el entrenamiento de la toma de decisiones se desarrollan con profundidad en el trabajo más completo que se ha publicado hasta la fecha sobre la preparación física en el fútbol sala.
En definitiva, considero que este libro será de lectura necesaria no solo para los preparadores físicos, sino también para los entrenadores que no cuentan con el apoyo de un especialista en preparación física en el trabajo diario. Su lectura también supondrá una inestimable ayuda para obtener más rendimiento como gestor de grupo para aquellos técnicos que trabajen habitualmente con preparadores físicos, ya que les permitirá conocer mejor las funciones que pueden desempeñar los especialistas de su equipo de trabajo.
Estoy convencido de que esta obra de Andrés Parada será un gran aportación, muy beneficiosa para el desarrollo del fútbol sala, y siento una enorme alegría al poder presentarla a los lectores con el deseo de que encuentre la aceptación que merece.
Andrés Sanz
INTRODUCCIÓN
«Un caballo nunca corre tan deprisa como cuando tiene otros caballos que alcanzar y adelantar.»
OVIDIO, El arte del amor (8 d. C.)
El auge del fútbol sala en nuestro país, apoyado por los éxitos cosechados tanto por las selecciones españolas masculina y femenina como por los clubes, donde los españoles son una referencia internacional, ha contribuido a la profesionalización de este deporte en todos los niveles. Profesionalización de los clubes, jugadores y técnicos que, a su vez, ha favorecido el interés por el estudio del fútbol sala y la aparición de interesantes análisis y artículos sobre las variables tácticas, físicas o fisiológicas que afectan al rendimiento de los equipos.
En el campo de la preparación física, lo que se había hecho hasta el momento era aplicar todos los conocimientos de la halterofilia o el culturismo y la herencia de la teoría clásica del entrenamiento deportivo de los deportes individuales, e introducirlos con calzador en los deportes de equipo.
Entendemos la preparación física como la base para la realización de cualquier deporte o actividad física, y de ahí su importancia.
Según Álvarez del Villar (1987), «la preparación física es necesaria porque:
Con este libro pretendo dar una visión diferente de la preparación física en el fútbol sala, considerándola no solo como el entrenamiento físico del jugador, sino también como el desarrollo integral del individuo, con el fin de aportar mi granito de arena a la profesionalización de un deporte que cuenta con muy pocas ayudas institucionales y escaso seguimiento mediático. A pesar de ello, hoy es el deporte con mayor número de licencias federativas en nuestro país y uno de los más practicados.
He procurado realizar una revisión de los principales aspectos (generales) de la planificación y el entrenamiento de la preparación física, así como de los esfuerzos específicos requeridos