La vida antes de nacer. José Luis Cabouli. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: José Luis Cabouli
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Сделай Сам
Год издания: 0
isbn: 9789507546679
Скачать книгу
cuando estabas en el espacio entre vidas antes de nacer. Cuando se diagrama tu vida como Gabriela. Cuando se planifica todo, cuando se decide quiénes serán tus padres y verás claramente cómo se vinculan tus vidas anteriores con esta vida. Cuento hasta tres e irás a repasar ese capítulo. Uno... dos... tres.

      G: Es como que bajé un montón de veces y no hice nada de lo que tenía que hacer. Entonces en ésta me van a ayudar para que no sea una vida para nada. Me dicen que acá abajo voy a estar muy sola pero que ellos me van a acompañar desde allá arriba.

       T: ¿Y quiénes son ellos?

      G: Son almas que ya hicieron todo lo que tenían que hacer. Son buenas por naturaleza. Me dicen que crea. Que tengo que poder sola. Va a haber momentos en que no pueda más pero aunque esté sola estaré acompañada. Dicen que voy a sufrir mucho. Yo no quiero nacer de vuelta, pero no es porque no quiera sufrir. No quiero porque todas las veces que bajé no sirvió para nada. Es como que ya no confío más en poder por mí misma, pero todo está elegido en función de que pueda sola. Todo será con mucho sufrimiento, pero es necesario que así sea.

       T: Y eso, ¿para qué te va a servir?

      G: Porque en todas las anteriores no había sufrimiento en mí; sufrían los otros. En esta me toca sufrir a mí.

       T: ¿Y qué vas a aprender con eso?

      G: A no lastimar. A ayudar. Dicen que uno crece en el sufrimiento y que voy a poder porque ellos van a estar ahí, aunque yo no me dé cuenta. Yo no quiero, pero no quiero porque tengo miedo de fracasar de vuelta. ¡Otra vez volver a leer ese libro con un fracaso más después de millones de fracasos! No tengo más ganas. Quizás por eso siempre tengo esa sensación de estar cansada como si fuera vieja.

       T: Y fijáte, ¿cuál es la idea general para tu vida como Gabriela?

      G: La verdad, dar luz. Va a ser la primera vez que tenga hijos. Poder amar a mis hijos, lo cual no va a ser fácil. ¡Ay! ¡Tengo mucho miedo! Miedo de que se muera mi hija. Ya que puedo estar ahí les pido que eso no, eso no. Cualquier cosa menos que se la lleven a ella —llorando—. Me costó muchísimo quererla. Soñaba todas las noches que la mataba, que la quemaba, que se me caía de las manos. Yo sabía que la quería, pero no la podía querer. Pero ahora nos llevamos bárbaro. La pude querer, la pude amar. Me costó muchísimo armar esta relación. ¡Que no se la lleven! ¡No! Cualquier sufrimiento, ¡pero ése no!

       T: Eso es, dejá salir todo eso.

      G: Se trata de que aprenda a dar, a amar, a ayudar. Vengo de un “vagón” de vidas donde todo era para mí y nada para el otro. Y en esta vida se trata de todo lo contrario, de que todo sea para el otro. No va a ser nada fácil.

       T: ¿Y cuál va a ser el trabajo más difícil de esta vida como Gabriela? ¿Qué es lo que más te va a costar?

      G: Creer en mí. Poder sola. No necesitar del otro para poder ayudarlo. Dedicar mi vida a los otros, pero creyendo en mí.

       T: ¿Y para qué te va a servir encarnar específicamente en la Argentina? ¿Qué condiciones en particular te ofrece la Argentina para el desarrollo de tu vida?

      G: Un lugar donde hay mucho sufrimiento.

       T: ¿Y cuál es el propósito de tu trabajo como psicóloga?

      G: Ayudar. Yo tengo alguien que me ayuda. Es mi abuela. Me ayudaba cuando estaba acá. Pero mi abuela está muerta ahora. Tal vez tenga que ver con eso; ayudar con la muerte. Desde que era chica todo lo que tenga que ver con la muerte ejerce una atracción especial sobre mí. Me viene: “Ayudar a morir en paz”.

       T: Muy bien. Ahora contaré hasta tres y avanzarás al momento en que te encontrás con quienes serán tus padres. Uno... dos... tres.

      G: Yo estoy muy resignada. Como que no me queda más remedio. A mi papá lo eligen por la relación que tiene con la muerte. Por no darle valor a la vida.

       T: ¿Cómo es eso?

      G: Matar por matar. Caza, mata, pesca. Eso me va a posibilitar no tenerle miedo a la muerte. Animarme a meterme en todo eso sin miedo. Pero todo lo voy a tener que hacer sola. Es como que me dieran todo lo malo, pero bueno, eso es lo que me vengo ganando desde hace millones de años.

       T: ¿Has estado en relación con quien será tu papá anteriormente o es la primera vez?

      G: No sé, pero me dan ganas de llorar. No, no lo conozco, pero tengo que ayudarlo a que pueda querer. Va a ser muy difícil porque no quiere a nadie. Es muy egoísta.

       T: ¿Y para qué te va servir la experiencia de tenerlo como padre?

      G: ¡Mirá vos! Es como que en él estuvieran condensadas muchas de mis vidas anteriores. Le encantan las mujeres. A mí, en una vida, me encantaban los hombres. Era muy divertida, cantaba. En otra vida yo asesinaba personas; él asesina animales. El es como si fuera una condensación de todas mis macanas juntas. Y teniéndolo como padre... humm... yo tengo que quererlo, lo que no me va a ser difícil, porque teniendo tanto miedo no es difícil quererlo. Lo que es difícil es lograr que él me quiera, ¡ja! Como que somos tan parecidos que nos repelemos.

       T: Muy bien. Ahora fijáte en el ser que será tu mamá como Gabriela.

      G: Mi mamá es la falsa bondad. Es todo para el otro, pero de mentira. Es todo para el otro porque no tiene vida propia. Yo tengo que dar con vida propia. Ella da, pero después reclama. Cobra lo que da o desvaloriza al que da... ¡Claro! Y el amor lo voy a aprender de ellos. Ellos dos se quieren muchísimo, se quieren realmente. Pero sólo se quieren ellos.

       T: ¿Y para qué te va a servir la experiencia de tener a esta madre?

      G: Cómo cuida al otro. Pero me tengo que quedar sólo con eso. Con el cómo lo cuida y cómo da. Y el amor entre los dos, cómo se quieren.

       T: ¿Has estado en relación con este ser anteriormente? ¿Sí o no?

      G: Me parece que sí. Me aparece una cosa que me hizo de chiquita, que me decía: “Botas y más botas, botas y más botas”. Yo tenía tres o cuatro años y le hablaba y ella no me contestaba, como si no me conociera. Yo me desesperaba. Creo que en algún momento, en alguna otra vida, yo la maté y una de las dos usaba botas. Ella no sabe que me conoció. No sé si yo la maté o ella me mató a mí. Alguna de las dos mató a la otra.

       T: ¿Y para qué se van a encontrar ahora como madre e hija?

      G: Ella tiene que darme amor y poder unirse a mí y yo tengo que poder separarme de ella cuando ella hace todo lo contrario para que yo no me pueda separar. ¡Qué horror!

       T: Muy bien. Ahora examiná un poco a quienes serán tus hijos. ¿Qué relación tenés con estos seres que serán tus hijos? ¿Qué esperás aprender con la experiencia de ser su madre?

      G: A mi hija la odié mucho. Quizás fue mi madre en alguna vida anterior. Mi abuela también fue mi madre en una vida anterior. Estoy llena de madres, ¡ja, ja! Pero a mi hija la odié mucho. Tengo que aprender a quererla y a que me quiera. Sin hacerla dependiente. Dándole vida propia. Y si lo logro, cuando se vaya voy a sufrir mucho. Porque esta vida es para eso. Para lograr cosas y después sufrir. Como si fuera a construir una torre con mucho sacrificio y después, ¡fa!, la tiran y... ¡a empezar de vuelta!

       T. ¿Y cuál es el sentido de esto, de lograr cosas para después sufrir?

      G: Pagar por todo lo que hice sufrir a otros. Es como si fuera un desafío muy grande. Si pudiera pasar todo lo que tengo que pasar alcanzaría con esta vida y ¡basta! Creo que esta vida va a ser muy dolorosa. Hay mucho por hacer. Pero me dieron a mi abuela. Ella es la que me da fuerza. Mi abuela debe de haber sido una madre muy buena en alguna otra vida pero, en ese