Plantas
Las plantas21 son domesticadas para adaptarlas a las condiciones del territorio. Para la alimentación el maíz, el frijol, el uauhtli o amaranto, la chía y el cacao, que además se utiliza com o medio de intercambio (moneda); y para los textiles, el maguey y el algodón. La configuración agrícola tiene que ver, primero, con el conocimiento de qué plantas se cultivan o están en proceso de domesticación en una región determinada y en las diversas regiones en conjunto; segundo, la forma en que se combinan entre sí en el espacio (territorio, parcela) y en el tiempo (ciclo agrícola, sucesión de ciclos); tercero, cómo se utilizan (simultánea o escalonadamente); cuarto, a qué necesidades responde su cultivo (alimentarias, artesanales, ceremoniales, tributarias); y, por último, cómo se preparan para su consumo o elaboración.22
Gracias al conocimiento de una variedad de plantas medicinales se desarrolla una medicina comparable con la europea de su tiempo. Los médicos indígenas preparan remedios con raíces, cortezas, troncos, hojas, flores, frutos y semillas de plantas silvestres y cultivadas.23
El aprecio de las técnicas médicas indígenas se observa en la realización de una serie de investigaciones, impulsadas por la Corona, con el fin de conocer las propiedades de la medicina indígena para el tratamiento de lepra, tabardillo o tifo, viruela, sarampión, sífilis virulenta y difteria.
Irrupción de las técnicas europeas sobre las indígenas
La irrupción de las técnicas europeas sustentadas en el desarrollo de los instrumentos y los animales de tiro se impone paulatinamente al dejarse de lado —e incluso, destruirse— la organización del trabajo que se concatena con la trayectoria técnica indígena, la cual adopta los instrumentos europeos.
Después de la Conquista, en el cultivo indígena aún se utiliza la coa (huictli) o palo para arar, aunque en algunos casos los principales adoptan los bueyes y el arado en el siglo XVI, y en los sembradíos de la comunidad emplean más tarde muchas técnicas españolas.
En el siglo XVIII se hace mención de burros, bueyes y arados indígenas como posesiones comunes de los indígenas. Entonces sólo los "indios pobres" hacen uso de la coa para plantar. Aún así se reconoce, sin embargo, que la siembra a mano con coa es más económica respecto de la semilla, pues rinde mejores cosechas.24
En resumen, desde el punto de vista de las técnicas, el choque cultural de la Conquista iniciados trayectorias: una de dominación, donde los españoles introducen cambios (la encomienda) para conservar las formas de apropiación de los productos del trabajo indígena; otra, la determinante, donde las técnicas se integran (como es el caso del arado), se conservan, pierden o destmyen en las actividades cotidianas. Ambas trayectorias combinan conocimientos europeos e indígenas, sin desencadenar una franca dinámica de aumento de la productividad, por lo que la apropiación de los cambios técnicos no genera propiamente una capacidad interna.
EXPLOTACIÓN EXTENSIVA DEL TRABAJO
Y LOS RECURSOS NATURALES
(1549-1762)
Las técnicas en la Colonia siguen el patrón económico de explotación extensiva tanto del trabajo como de los recursos naturales. El tipo de capacidades técnicas que se crean en la Nueva España puede ser representado con la innovación del "método de patio" en la minería, en 1556. Pese a esto, las técnicas tienen poca relación con los conocimientos generados por las instituciones científicas, las cuales se fundan por imitación de las existentes en España.
La Corona española regula el repartimiento de los indígenas mediante órdenes reales, con el fin de legalizar la explotación directa de la fuerza de trabajo. Sobre esta base económica las técnicas se seleccionan y desarrollan para la explotación extensiva tanto del trabajo como de los recursos naturales. En la minería, por ejemplo, se aplican técnicas de beneficio para explotar nuevas vetas, mismas que se adaptan a las condiciones de baja ley de los minerales. La Corona, para asegurar la apropiación de excedentes económicos, impone controles sobre la producción y comercialización de insumos clave, como en el caso del azogue para beneficio de la plata.25
La incorporación de la enseñanza de las ciencias principia formalmente con la inauguración de la Real Universidad de México en 1553. La época de la Ilustración novohispana florece en la segunda mitad del siglo XVIII con las reformas borbónicas. En estos decenios tiene lugar la creación de importantes instituciones de enseñanza e investigación orientadas a transmitir y crear conocimientos técnicos aplicados, sobre todo en la minería.
Dos hechos enmarcan las condiciones técnicas a partir de la segunda mitad del siglo XVI en la Nueva España: un gran descenso de la población indígena y, por tanto, de la fuerza de trabajo;26 y las Leyes de Indias decretadas por la Corona para reorganizar el trabajo social e incrementar la extracción de riqueza minera.
En efecto, para mediados del siglo XVI se presenta una escasez de fuerza laboral indígena por las epidemias contagiadas por los conquistadores y la brutalidad de la explotación del trabajo. La encomienda no basta para cubrir las voraces demandas de los conquistadores, pues no hay suficientes trabajadores y muchos terratenientes no encomenderos reclaman mano de obra indígena.
La respuesta ante el problema de escasez de fuerza laboral es el repartimiento que regula la explotación de la fuerza de trabajo. El repartimiento es un método de otorgamiento de encomiendas que pretende racionalizar el empleo de la mano de obra entre los distintos propietarios; se propone abolir el trabajo no recompensado y la esclavitud, la asignación de tierras y la distribución de tributos. Se establece por "Reales Órdenes" para regular el trabajo indígena, el cual permanece 75 años a partir de la segunda mitad del siglo XVI.
El repartimiento que adopta la Corona española se combina con la organización del trabajo a la llegada de los conquistadores. Existen dos métodos de repartimiento: el español y el del coatequitl indígena. En el repartimiento, como en el tributo, los gobiernos españoles trataron de conservar las organizaciones indígenas existentes y las exenciones que se aplicaban a las clases maceguales que permanecieron al servicio de los gobernantes indígenas locales.27
Junto con este proceso se producen cambios importantes en la propiedad de la tierra hacia la creación de grandes propiedades, que culminan en el último tercio del siglo XVII con el establecimiento de la hacienda, constituida en la unidad productiva a lo largo de todo el periodo colonial.
Por diversos medios, en el siglo XVI la Corona trata de crear una fuerza de trabajo con libertad de escoger sus propias tareas y ser recompensada por salarios; sin embargo, dado que la motivación se centra en limitar el poder y controlar la economía de la Nueva España, en los hechos se crea una fuerza laboral restringida sobre todo a la hacienda en la que labora. Por ello las técnicas se adecúan a esta explotación extensiva del trabajo.
La actividad económica