En este periodo la revolución industrial se desarrolla principalmente en Europa y los Estados Unidos. Considerando las ondas largas, se presentan los siguientes periodos:
Segunda revolución industrial
(1894-1967)
El auge tecnológico tiende a la automatización integral del proceso productivo, imperando los sistemas "justo a tiempo" que las bandas de m ontaje imponen. El sistema fordismotaylorismo exige nuevas maneras de organización del proceso de trabajo y de comercialización. Desde el punto de vista tecnológico, se agrega a la máquina-herramienta, la máquina de combustión interna, es decir, el vehículo automotor. La nueva base productiva se sustenta así en la aplicación extensiva de la electricidad, pues independientemente del lugar de generación y tipo de fuente (hidráulica, carbón, etc.), es transmitida y distribuida hasta donde se localizan las industrias.
A diferencia de las revoluciones industriales que se corresponden con nuevas fases expansivas, la revolución científicotecnológica comienza en la fase de contracción de la cuarta onda larga. En este periodo, la industria química moderna es el germen de la revolución del conocimiento, la cual se presenta a continuación.
REVOLUCIÓN CIENTÍFICO-TECNOLÓGICA
(1968-)
Las fases de las nuevas relaciones tecnológicas que surgen con la industria química se expanden a otras ramas con la revolución científico-tecnológica. Con ella se incrementan las relaciones productivas de la investigación científica y el desarrollo tecnológico para la innovación de procesos de trabajo y de producción, así como de nuevos productos y servicios. A diferencia de las anteriores revoluciones industriales, se acelera la acumulación de conocimientos y son especialmente importantes y más complejas las relaciones entre las ciencias, las técnicas y las tecnologías. Estas relaciones se construyen mediante redes institucionales donde son privilegiadas las organizaciones flexibles entre empresas, universidades (y centros de investigación) y gobierno.3
Debido al cambio radical que se produce en la relación ciencia-técnica-tecnología, la actual revolución impacta aún más en forma global al conjunto de las actividades humanas. Por esta razón, el contenido de la revolución científico-tecnológica implica a su vez cambios en múltiples aspeaos: científicos y técnicos; desarrollo económico; procesos de trabajo y de producción; investigación y educación; sistemas de dirección y organización de las empresas; ecología y, en general, la cultura, la sociedad y el arte. Cabe mencionar que a pesar de las tendencias homogeneizantes de la revolución científicotecnológica, se han conformado sociedades cada vez más diferenciadas y polarizadas, adquiriendo especial importancia los aspectos regionales.4
Desde el punto de vista de los procesos de producción, la revolución científico-tecnológica encuentra su expresión contemporánea en un conjunto de procesos tecnológicos de diferentes contenidos, los cuales se caracterizan en las llamadas nuevas tecnologías: informática, biotecnología, telecom unicaciones, nuevos materiales y fuentes energéticas. En la producción priva el principio automático y la automatización flexible y se establece una relación más estrecha con la investigación científica. La principal característica de las nuevas tecnologías estriba en la generalización e impacto que tienen en una amplia gama de sectores productivos, así como en su flexibilidad, lo cual les permite revalorar, hasta cierto punto, las técnicas y tecnologías tradicionales o convencionales.
Las innovaciones de las nuevas tecnologías que se constituyen en motores de la revolución científico-tecnológica son, entre otras, el microprocesador (inventado por INTEL en 1972 y que ha facilitado el incremento de la capacidad de cómputo acelerada)5 y el desarrollo de la ingeniería genética a partir de 1973, cuando un grupo de investigadores estadunidenses logra introducir en una bacteria un gene y lo acepta com o propio.6
PERIODOS DE LA TECNOLOGÍA
EN MÉXICO
Se definen considerando, en primer término, los cambios en la producción con sus técnicas y tecnologías, y, en segundo, la organización social del conocimiento. Estos cambios se fechan de acuerdo con algún suceso político o de creación de instituciones, como se indica en el cuadro 1.
Si se consideran sólo los momentos de introducción en México de los enfoques científicos (organicista, hermético y mecanicista), el periodo del impulso de la ciencia positivista arranca desde 1850, precisamente con el inicio de la revolución industrial en México (véase adenda al final del capítulo, p. 29). Sin embargo, el retraso que se observa en las técnicas y tecnologías productivas es aún mayor y más crítico que el referido a la introducción del pensamiento científico.
Para establecer una primera estimación del retraso en magnitud y tiempo del rezago tecnológico, se relacionan las revoluciones industriales con los periodos de su introducción en México (cuadro 2).
El rezago se manifiesta al observar algunos datos ilustrativos. Por ejemplo, es hasta la segunda revolución industrial en Europa y los Estados Unidos, cuando en México se empieza a desarrollar la primera revolución industrial, con fábricas textiles donde la producción se realiza con motores de vapor y telares mecánicos com binados con máquinas de tracción animal.
Los inicios de la construcción del ferrocarril en México datan de mediados del decenio de 1850, con un retraso estimado de 40 años respecto de los países industrializados de la época. Sin embargo, la brecha económica y tecnológica es aún mayor, pues los 20 000 km de vías férreas que se alcanzan en 19107 se hacen con materiales y aceros importados, incluso se llega a traer madera de Inglaterra para los durmientes, así como los técnicos e ingenieros encargados de la constmcción, todo esto conformado en paquetes mediante capitales ingleses para financiarlos (véase cap. 3).
De igual manera la industria eléctrica, si bien data de 1879 al instalarse la primera planta termoeléctrica en León, Guanajuato,8 su desenvolvimiento posterior no impulsa la creación de empresas proveedoras de insumos, en especial la de generadores eléctricos, por lo que se depende de los centros industriales y de sus capacidades y trayectorias tecnológicas.
El rezago tecnológico se acumula, pues la segunda revolución industrial se monta sobre el rezago de la primera y la revolución científico-tecnológica sobre el rezago de ambas. Por ejemplo, en México la industria del petróleo ocupa un lugar central, sin embargo corresponde a la segunda revolución industrial, mientras que son escasas las manifestaciones y componentes de la revolución científico-tecnológica, como es el caso de las empresas innovadoras.
La historia de la tecnología en México se presenta por capítulos, de acuerdo con los siguientes periodos:
1) 1521-1762: TÉCNICAS EN CONFLICTO
El conflicto contiene dos subperiodos. En el primero, de 1521 a 1548, prevalece la irrupción de las técnicas españolas y su choque con las técnicas indígenas, como parte del enfrentamiento de dos dinámicas del conocimiento y de concepción de sus mundos.
El resultado es una selectividad técnica que responde en primer lugar a la superioridad militar que somete a la organización social indígena, lo cual deriva en una situación donde los españoles no se preocupan por innovar debido en gran medida a la disponibilidad