Los géneros comunicativos universitarios: orales y escritos. Pedro Luis Barcia. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Pedro Luis Barcia
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Учебная литература
Год издания: 0
isbn: 9789873736469
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comprensiva amplia y firme robustece su autoestima y consolida su autonomía como persona.

      En una democracia, el ejercicio sostenido para desarrollar la comprensión es una de las bases para la formación de la persona ‒objetivo esencial de la educación‒ y luego, la formación de un ciudadano conviviente, dialogante y comprensivo.

      2. Después de la lectura: idea central y secundarias

      Concluida la lectura, es importante que el alumno construya su representación mental sintética de los contenidos de lo leído y la incorpore a su enciclopedia personal.

      La lectura es una relación de feedback entre el sujeto lector y el texto en un contexto. El lector asocia su mundo personal (sentimientos, cultura, emociones, pensamientos, experiencias del mundo, etc.) con lo que va cursando en el texto. El pensamiento y el lenguaje se articulan en esta tarea compleja. El lector no construye desde sí, sino desde el texto, con lo suyo. Es una sociedad, en que ambos aportan elementos constructivos.

      El proceso se cierra con la comprensión cabal del texto. Para ayudarlo, hay algunos pasos que dar: detectar y enunciar la idea central, armar el diagrama conceptual y, finalmente, cifrarlo en el resumen.

      2.1. La idea central

      La detección de la idea central se logra como capacidad en el alumno por previas ejercitaciones.

      1. Caracterizar qué cosa es la idea central.

      2. Tomar un texto corto que contenga su idea central enunciada explícitamente, en una frase de carácter asertivo, leerlo en voz alta, y pedirles a los alumnos que definan cuál es la idea central del texto. Conversar sobre ella. Para esto dijimos que es ideal la estructura de una ficción breve, como una fábula, quitándole la moraleja, para que el alumno se esfuerce en inducir la enseñanza de experiencia que aporta. Y la enuncie en una frase conclusiva.

      3. En caso de que no se explicite la idea central, ver si hay conectores que sugieran la presencia de ella: “En síntesis, resumiendo podemos decir… lo esencial es…”, que ayuden a ubicar la idea central.

      4. Tomar otro texto breve y pedirles que ahora lo hagan ellos, oralmente o por escrito.

      5. Ejercitarse con textos más amplios de un párrafo. Pedir que subrayen las palabras claves de cada párrafo.

      6. Enunciar las ideas centradas en cada palabra clave en cada párrafo.

      7. Extraer las ideas de cada párrafo, reescribirlas en el pizarrón y ver si hay algunas de ellas que comprenda a otras. Irse quedando con las más comprehensivas.

      8. De entre ella, identificar cuál funciona como la idea central de todo el texto.

      9. Apoyados en las ideas subrayadas en cada párrafo, señalar ideas secundarias.

      2.2. La graficación. Mapas conceptuales y otros recursos

      Para ayudar al proceso de la percepción de la organización interna del texto, se puede recurrir al uso de mapas conceptuales, diagramas y otras formas de graficación (redes, esquemas de flujo, etc.).

      El mapa conceptual ofrece varias conveniencias:

      1. Es una forma de organización de los conocimientos que se van adquiriendo, con lo cual se transforma en una herramienta para aprender a aprender. Es un elemento estratégico de aprendizaje.

      2. Es una vía para ir adentrándose en la comprensión textual, de manera orgánica y clara, al ir distinguiendo los conceptos esenciales y sus nexos en el texto propuesto.

      3. El objetivar en su diseño gráfico los ejes conceptuales de una cuestión y graficar las conexiones entre ellos producen un impacto visual que facilita la memorización y la incorporación de ese esquema a la enciclopedia individual.

      2.3. Pasos para el mapa conceptual

      Pasos para su ejercitación en la empresa comprendedora:

      1. El docente propone a los alumnos un texto de una extensión no mayor que una página. Se lo lee y comenta entre todos.

      2. Explica qué se entiende por “concepto” y “palabras de enlace” (conectores) entre ellos.

      3. El docente va escribiendo, en un margen del pizarrón, las palabras que centran los principales conceptos que aparecen en el texto y que van proponiendo los alumnos.

      4. Luego, pide que vayan destacando los conceptos más abarcadores o incluyentes, y los coloca en la parte superior y los envuelve en una elipse u óvalo. Después, van situando los niveles dependientes del superior más abajo y se los une con líneas que los conectan y las palabras de enlace oportunas.

      5. Se discute el mapa que va apareciendo en el pizarrón, se reubican los elementos, se los baja de nivel, se los une con nuevas líneas, hasta lograr el mapa final.

      6. Se explica la relación entre las palabras ordenadas en el esquema o mapa, señalando la jerarquización de los conceptos, cómo unos incluyen a otros, se refuerzan las ideas de subordinación, de inclusión y de equivalencia entre los elementos del diagrama o mapa.

      7. Se procede a tomar un nuevo texto, distribuido entre los alumnos para que ellos hagan solos ahora el trabajo.

      8. Se copian dos o tres de los diagramas en el pizarrón y se discute sus aciertos y errores posibles.

      De esta manera, se ha ejercitado a los alumnos en la construcción de mapas conceptuales que los habilitará para trazar el que sea oportuno para ratificar la comprensión lectora de un texto.

      3. El resumen

      La tarea de resumir supone la de reducir un texto a su mínima expresión verbal significativa con sentido completo. El verbo latino de donde provienen la palabra es resumere, que vale como: a) ‘retomar’, ‘tomar de nuevo’, ‘volver a tomar’, lo que implica volver sobre lo cursado, releer la materia por resumir y, en esa relectura, rescatar lo básico; b) ‘recuperar’, es decir, rescatar lo que pudo quedar en el camino de la lectura, siendo esencial; c) ‘reabsorber’, es decir, condensar lo que se ha dispersado, retomarlo, volverlo al organismo. Todas acepciones etimológicas que sugieren la relectura y el rescate de lo básico.