1. El contexto: año y época en que se escribió el texto; tendencia, corriente o escuela de época a la que pertenece o adhiere el autor.
2. El género: a que pertenece el texto; artículo científico, de difusión, informe, ensayo, poema, obra teatral, obra narrativa (subgénero, policial, de ficción científica, de aventuras, etc.).
3. El todo en que se inserta. Si es un fragmento, un capítulo, un pasaje, etc. En la enseñanza universitaria se usa y abusa de fotocopias de capítulos o partes de escritos mayores, sin ningún señalamiento de la relación con su origen, escrito mayor o libro. Corresponde, entonces, situar ese fragmento en el todo:
i. Leer el prólogo que es donde se manifiestan las intenciones y objetivos del autor.
ii. Aportar el índice del libro o estudio más amplio del que forma parte lo que hemos fotocopiado.
a. Explicar sintéticamente qué sitio ocupa en lo indicial y qué función cumple en la obra mayor.59
iii. Si es necesario, aportar lo que llamamos paratextual: solapas y contratapa.
iv. Frente a la fotocopia: mostrar el libro, hablar del autor.
7.1.3. Lectura analítica de contenido. Idea central y estructura
La lectura analítica es la que distingue con nitidez: a) la idea central del texto; b) las ideas secundarias, y c) la estructura del texto, su composición por parágrafos secuenciados.
1. Tema: se enuncia en una frase. Puede estar expresado en el título o en la fundamentación inicial del escrito, Si no es así, debemos inducirlo de la comprensión interpretativa del texto.
2. Idea central: se aprovecha del subrayado realizado.
3. Ideas confluentes y secundarias.
4. Tipo de estructura del escrito. “Estructura es la forma de las relaciones internas de un dominio cualquiera”, dice Eugenio Coseriu.60
Las formas básicas de estructura del texto son:61
a) Organización inductiva: va de lo particular a lo general. Se parte de datos y hechos concretos y se llega a una afirmación general o tesis.
b) Organización deductiva: va de lo general a lo particular, baja a los hechos, a lo concreto.
c) Organización encuadrada: se abre y se cierra con una afirmación general.
d) Organización paralela: enunciación de una serie de ideas generales.
A su vez, podemos hablar de tres tipos de ordenación en los párrafos:
a) Hay una ordenación extrínseca: a veces los párrafos se numeran para mayor claridad y facilitar la ubicación de los contenidos. Los escritos jurídicos suelen manejar este procedimiento, con disposición de títulos, capítulos, artículos e incisos.
b) Otra forma es la ordenación intrínseca, es la que usa de los nexos ordenadores del discurso, al principio de los párrafos: “por eso, no obstante, además, en cambio, pero, por lo tanto”.
c) Una tercera forma es la ordenación estructural que no usa nexos, los supone.
La relación entre los párrafos debe ser una relación lógica, de tres maneras: a) le suma a lo anterior, b) le resta a lo anterior y c) expresa la causa o la consecuencia.
La estructura de un texto es como su esqueleto, lo que sostiene todo el organismo. La variedad estructural de los escritos es variadísima. En el índice de un libro, se propone dicho esqueleto estructural, de allí la importancia de prestarle inicial atención y demorada lectura. Conviene, por esto, que esté a la cabeza del libro —a la manera sajona— y no al final de este, como en la forma latina.
El ejercicio de analizar la estructura de los escritos ajenos ayuda a organizar los propios. Es un buen ejercicio del aprender a aprender la lectura de índices de libros bien estructurados. El índice es dibujo esquemático de un trabajo. Su consideración reflexiva es provechosa para nuestro trabajo futuro.
En esta etapa del ejercicio de LyCT, se puede proceder al trazado del esquema estructural o bien realizar el resumen textual. El resumen de un texto debe ser: breve, claro, fiel y objetivo, es decir que no deben aparecer en él interpretaciones y opiniones personales del lector.
7.1.4. Lectura analítica formal
Se ocupa de cómo lo dice el autor. En los artículos científicos, la forma comunicativa está muy acotada por rasgos propios comunes de ella y no da mayor espacio a modalidades personales. En cambio, en los textos literarios, ensayísticos y periodísticos, esta forma de lectura cobra mucho peso y su análisis es fundamental.
8. Comentario crítico y evaluativo
Es la tarea que cierra el proceso. “Co-mentar” es ‘mentar, hablar juntos’. Es el lector añadido al texto. Homo additus textum. En esta etapa final, juega un papel definitivo el capital cultural del lector.
El buen lector es respetuoso (re-spectum, ‘mira dos veces’) del texto. No vale en el comentario el antojadizo “me gusta” o “no me gusta”. Toda apreciación debe ser fundamentada. Atender a: la intención del autor, y por ella juzgar sus logros de acuerdo a ella: si es clara la definición del tema, si es lógico su tratamiento, si hay aportes originales en él, etc.
El comentario puede ser oral, como se lo hace habitualmente en clase; o escrito, como se lo suele solicitar con trabajo práctico de cátedra.62
9. Competencias que desarrolla el ejercicio de la Lectura y Comentario de Textos
1. Ejercita en una lectura aplicada, de atención sostenida.
2. Habitúa a una lectura crítica y evaluadora.
3. Desarrolla la práctica del análisis textual, aplicable a toda lectura.
4. Hace conscientes al lector del uso acertado de recursos, técnicas y procedimientos expresivos, aplicables a la propia expresión escrita.
5. Facilita el aprendizaje del desarrollo lógico del propio discurso, con trabazón y encadenamiento formal efectivo de las partes de la exposición.
6. Habitúa al diseño estructural del propio trabajo.
7. Una advertencia atendible. San Efrén dice —a propósito de la lectura de la Biblia— que lo que usted logra hallar y extraer en su comentario personal a partir de lo leído más depende de usted, de sus recursos. Lo dice con una acertada imagen: no es lo mismo acudir a sacar agua del pozo con un dedal que con un cubo. La lectura es el texto más la cultura del lector. Se lee desde la propia enciclopedia.
28 Madrid, RAE, 2014, 23.ª ed. cit.
29 Referido al fuego, el verbo “comprender” es “encender”, lo que resulta sugestivo para la enseñanza.
30 Whitehead, Alfred N. Los fines de la educación (1917). Buenos Aires, Paidós, 1957, pp. 17 y 20.
31 Morin, Edgar. Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. Buenos Aires, Nueva Visión, 2002.
32 El diálogo a la distancia y con los muertos, que la lectura facilita, vence tiempo y espacio. A eso se lo llama sincronismo.
33 Leo Spitzer, notable filólogo vienés, afirma: “Methode ist Erlebnis”, es decir ‘El método es experiencia’.