Violencias y precarización. Gabriela Bard Wigdor. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Gabriela Bard Wigdor
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Социология
Год издания: 0
isbn: 9786075478913
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un papel clave para entender cómo se ha precarizado el sector laboral, a partir de un ingreso económico bajo, mínimas prestaciones de seguridad social y demandantes jornadas laborales que afectan la integridad física, emocional y de relaciones sociales —sobre todo en el ámbito del espacio íntimo, familiar— del operario(a).

      Cuando llegamos a Juárez, dormíamos en casa de una señora que conocía mi mamá. Era buena gente con nosotros, ella nos cuidaba mientras mi mamá y mi hermana la más grande trabajaban en la maquila para pagar la renta. Me acuerdo que mi mamá se enojaba porque pedíamos que nos comprara un vestidito o muñeca y nos regañaba porque no tenía dinero, que si queríamos teníamos que ir a salir a la calle a pedir en las esquinas o a trabajar como sirvientas, porque ya unas niñas que estaban con nosotras trabajaban en una casa… (Fragmento entrevista joven mujer).

      Ruth concluyó el segundo año de secundaria, considera que el estudio es importante, que le hubiera gustado continuar hasta la preparatoria, e incluso ir a la universidad. Sin embargo, refiere que esto para ella no fue posible porque desde pequeña tuvo que realizar alguna actividad que permitiera llevar dinero a su casa. Actualmente, tiene dos niñas pequeñas, de 4 y 2 años. El papá, un joven que conoció en el centro de la ciudad, y con quien vivió tres años antes de separarse por la violencia que generaba al exigirle trabajo y dinero para el consumo de droga.

      El papá de mis niñas no sé dónde esté ahora, lo dejé hace varios meses y me regresé a vivir con mi mamá, ella me cuida a las dos mientras vengo un rato aquí al hotel, pero de él nada, porque siempre era lo mismo, sabes, gritar, pegarme, quería para la piedra, para cerveza, y pos le contestaba que era problema de él, que él buscara dónde, pero todo fue porque no aguanté que un día agarro a mi niña la más grande y la aventó, se lastimó y le dije que no me volvería a tocar a mí y mis niñas, y me salí…” (Fragmento entrevista joven mujer).

      Ahora bien, ¿cuáles fueron los motivos por los que comenzó a involucrarse en el mundo del trabajo sexual? Al respecto, destacan tres aspectos que contribuyeron a ello. Por un lado, y como veremos más adelante constituye el punto nodal de vinculación a dicha actividad, es la experiencia de precarización y exclusión social. Enfrentar mínimas posibilidades de ingreso a sector laboral formal, que permita acceder a un salario y prestaciones sociales, sumado a la exigencia del entorno familiar para la participación en el gasto y consumo de insumos básicos como alimentación, vestido y vivienda. Sumado a ello, la condición de madre joven de dos niñas y una relación basada en constantes amenazas y violencias —física, psicológica y económica— por parte de la pareja varón, ha propiciado la decisión del trabajo sexual.

      Yo tengo dos niñas, y pos la vida es bien dura, te orilla a trabajar en esto de la prostitución… al menos yo decidí aquí porque pagaban muy poquito en los puestos de comida, y está cabrón porque al momento que una se embaraza y tienes tus hijas, pos dónde vas a sacar para la leche o para los pañales y la ropita de tu bebé… Sí trabajé un rato en la maquila, pero no te alcanza con lo que te pagan y además es mucho rato fuera de mi casa y casi no veía a mis niñas, aquí vengo tres horas, solo los fines de semana y saco más que en la maquila… (Fragmento entrevista joven mujer).

      Uno de los puntos clave en torno a las preguntas que se formularon, recae en el sentido a la propia concepción del cuerpo. Al respecto, giran en torno a ubicar el sentido atribuido a establecer una relación clave en la transacción o negociación de un acto, y la expectativa de quién pagará por un servicio.

      Venir aquí para que te paguen por que hagas un servicio de 20 minutos, es por necesidad, porque requieres el dinero, porque no tienes otras opciones… no creas que me gusta que llega un cliente, gordo, feo, viejo, se desnuda y me da asco, pero qué haces tienes que hacer como si quisieras estar con él, pides el pago por adelantado, nunca después, y le dejas claro qué puede hacer y que no puede, porque no permites que se pase y te lastime, que te llamen puta y quieran hacer con tu cuerpo lo que quieran… ya me pasó en una ocasión que uno quiso golpearme porque no quise tener sexo anal, y salí corriendo, llegaron las otras y así le fue, lo golpearon y salió corriendo… trato de cuidarme, de que me vea bien, porque pos vivo de que mi cuerpo les guste y siempre tengo que venir guapa, bien pintada, no sucia, verte atractiva, agradable… Muchos clientes cuando ya estás con ellos y están a punto no quieren usar condón, y ahí los paramos porque no te vas a arriesgar a una enfermedad o que quedes embarazada, y se enojan, pero no aceptamos, y si no quieren nos salimos del cuarto y nos vamos a donde están las otras… (Fragmento entrevista joven mujer).

      Ruth lleva vinculada al trabajo sexual en la zona centro de la ciudad, por más de tres años. Conoce varios espacios, sobre todo pequeñas fincas que han sido acondicionadas por algún locatario como moteles de paso, en los que ha generado una red de respaldo con otras jóvenes y mujeres mayores que, con una mayor experiencia, establecen dinámicas de protección, resguardo y apoyo ante situaciones en las que consideran amenazada su integridad física y patrimonial.

      yo ya tengo varios meses aquí en este lugar, ya conozco a las otras y entre varias tratamos de protegernos… a cada rato aparecen los operativos de la policía, vienen con los militares según ellos buscando droga o porque dicen que ahí se encuentran secuestradas menores o niñas… y les decimos que no, pero no les importan y cuando nos tienen ya adentro según ellos preguntando, nos pasan y nos quitan el dinero y entonces sí quieren que les hagamos el servicio y que tengamos relaciones sexuales o que les hagamos sexo oral… y si te pones al tú por tú, te golpean y te cargan que porque estás violando la ley, ellos la violan porque nos atacan, nos golpean, nos maltratan y ya sabemos de varias de nosotras que se las llevan y ya no regresan, las matan… (Fragmento entrevista joven mujer).

      No solo ven amenazada su integridad por parte de los aparatos policiales del Estado, en complicidad con ellos, la presencia de una compleja red de dominación a partir del narcomenudeo y la trata de jóvenes con fines de explotación sexual, ha sido uno de los aspectos que ha caracterizado en lo particular a esta zona de la ciudad fronteriza.

      Segundo caso. Raúl

      Originario de la ciudad de Delicias, al sur del estado de Chihuahua, y miembro de una familia integrada por la figura materna, y cuatro hermanos menores. Llegó a Ciudad Juárez cuando era pequeño, ya que su mamá decidió ir a esta ciudad a buscar oportunidad de trabajo. De pequeño sufrió la pérdida de la figura paterna en un accidente, y se incorporó a trabajar como ayudante de una tienda de abarrotes en la zona centro cuando tenía 13 años.

      Yo nací en Delicias, ahí viví en la colonia Linda Vista con mis hermanos y mi madre hasta que decidió que nos tendríamos que venir a vivir a Ciudad Juárez. Perdí a mi papá en un accidente de autobús, iba viajando hacia la ciudad de Chihuahua por la mañana y un día jueves nos avisaron que chocó el camión y que él murió… A los dos años decidimos venirnos a Ciudad Juárez porque acá tenemos familia de mi mamá y ellos nos dieron aojamiento al principio (Fragmento entrevista joven varón).

      A los 15 años terminó la secundaria y conoció a una persona que lo invitó a trabajar en el aseo en un local dedicado a servicios de masaje y “descanso corporal” para mujeres y varones —Spa—. Decidió dejar los estudios y comenzó a realizar otras actividades como recepción a clientes, o la revisión de los materiales que proveedores entregaban para el servicio del negocio. Es de destacar que en la ciudad existe un número importante de este tipo de locales, sin embargo, para el caso de aquellos dedicados preferentemente al servicio de varones, suelen ser lugares en condición de clandestinidad, sin registro formal fiscal, y sobre todo en viviendas céntricas sin ninguna referencia publicitaria ya que consideran el principio de secrecía como aspecto central de su trabajo.

      Llevo varios años ya trabajando en el Spa, como siete, y ya sé de qué se trata el negocio, y me gusta porque me va bien, ya traigo mi “troca” —vehículo—, y tengo varios compas que conocí en el ambiente y con ellos nos vamos de party —fiesta— los fines de semana a los antros en el centro… Aquí vienen varios clientes, ya de años, y les damos el servicio de masajes, estética, y a quienes ya conocemos saben que también el servicio privado… (Fragmento entrevista joven varón).

      Al trabajar en un negocio que otorga servicios preferentemente a varones, se le preguntó