Violencias y precarización. Gabriela Bard Wigdor. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Gabriela Bard Wigdor
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Социология
Год издания: 0
isbn: 9786075478913
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con jóvenes varones y mujeres dan cuenta de un ejercicio fenomenológico a partir de lo que Husserl denominó epojé,5 con la intención de trascender el sentido común en el que reposa lo cotidiano, y con ello encontrar en el ejercicio de la reconstrucción narrativa biográfica, aquellos elementos que dan cuenta de lo que está detrás de la realidad cotidiana de estos y estas jóvenes. En este sentido, a continuación, proponemos un recorrido de articulación, que permita relacionar el relato biográfico en torno al nivel del espacio vivencial, entendido como la trama cotidiana que condiciona la experiencia, así como el anclaje que permite dar cuenta de una subjetividad mediada en torno a un contexto sociohistórico caracterizado por una creciente precarización de la vida y de la presencia de diversas lógicas de violencia.

      Anclaje. El espacio vivencial

      El segundo aspecto, ligado a intencionalidad, es la “actitud natural” definida como la manera en que desde el primer momento el individuo se coloca en el mundo, y en la cual permanece mientras se maneje en el ámbito de la vida cotidiana (Rodríguez, 1993). Es a partir de esta actitud natural que el sujeto reconoce el mundo y lo considera absolutamente real, coherente e incuestionable. Sumado a ello, estar en el mundo presupone también la existencia de otros individuos similares a mí, con quienes comparto un escenario específico, naturalizado, y que, a partir de ello, se constituye el carácter intersubjetivo de la vida. En general, la actitud natural es resultado de una lógica pragmática, es decir, el individuo enfrenta una multiplicidad de situaciones, en relación a un nosotros-otros, que deben ser resueltas con la intención de continuar con el curso normal de la vida.

      Como mencionamos en el apartado anterior, el relato biográfico muestra un abanico de multiplicidades en la producción subjetiva juvenil en contextos de precariedad creciente. Las violencias que enfrentan los y las jóvenes en sus diversas manifestaciones, son experimentadas en los espacios cotidianos que constituyen sus mundos vida, desde donde tejen el sentido de sus vidas en relación a un nosotros-otros. El barrio, por ejemplo, es resultado de trayectorias de vida común que van definiendo relaciones de pertenencia, así como de diferencia, en un nosotros que constituye el sentido de pertenencia en torno al lugar. Al respecto, la “actitud natural” con la que los individuos, en este caso los jóvenes, asumen un mundo existente sin dudar de su realidad, da cuenta de cómo las violencias han penetrado en sus rutas biográficas, aferrándose como una continuidad natural de la que no existe escapatoria posible. Cómo las perciben, así como las representan, está sujeta a toda una configuración intersubjetiva de la experiencia, que es común a aquellos con quienes comparten un lugar en particular, y que asumen son condiciones dadas de las cuales no es posible salir o desvincularse.

      Mediación. Lo micro devela lo macro

      Nuestra intención gira más en el sentido de la mediación, no tanto de la integración. Es decir, centrar una mirada microsubjetiva al estudio de las prácticas juveniles focalizada en el relato biográfico, plantea una trayectoria interpretativa que si bien encuentra elementos de andamiaje con fenómenos ligados al enfoque macroestructural (pobreza, marginalidad urbana, violencia institucional, violencia de género, narcotráfico, etc.), estos adquieren relevancia y se articulan desde la propia experiencia juvenil (véase figura 1).

      A partir de la última década del siglo pasado, la irrupción de la subjetivación (Reguillo, 2000) se coloca nuevamente en la escena de la investigación social, centrado en el actor social como lugar privilegiado para el análisis y la comprensión de la vida social. En este sentido, la académica Rossana Reguillo sostiene: “la apropiación e interpretación que realizan los actores sociales de las condiciones objetivas del mundo, no representa solamente un tema, sino constituye más propiamente dicho un enfoque o un lugar metodológico desde el cual interrogar lo social” (2000: 52). En este sentido, la apuesta por el relato biográfico constituye una ruta clave para comprender, desde la propia mirada y experiencia juvenil, cómo se han ido configurando procesos densos de precarización ante escenarios marcados por diversos fenómenos de violencia.

      Apostar por esta mirada en torno a la dimensión subjetiva, permiten entender a lo social de manera dinámica y a partir de una diversidad de lógicas de negociación y adscripción, que dan cuenta de un lugar situado históricamente constituido. Es decir, “el desafío consiste en penetrar hermenéuticamente en las estructuras cognitivas y afectivas de los actores sociales para encontrar ahí la presencia de lo social en lo subjetivo” (Reguillo, 2000: 53), por lo que abordar el relato biográfico permitirá ir entretejiendo las tensiones que se gestan no solo en los vínculos a escala intersubjetiva, sino relaciones de poder desniveladas y desiguales desde las cuales los órdenes institucionalizados proponen o imponen su racionalidad del mundo.

      Figura 1. Esquema de elaboración propia.

      Ahora bien, el itinerario subjetivo se materializa, como bien vimos en el relato, a partir de su expresión narrativa. Esto nos coloca en torno al discurso, que en sintonía con el giro en torno al sujeto, efectivamente irrumpe en el análisis social como un reino luminoso