• Amaranto
• Hierba gallinera (Stellaria media)
• Hoja de diente de león
• Cola de caballo
• Hoja de mostaza
• Ortiga
• Avena
• Berro
Evitar los alimentos que estresan el sistema nervioso
Los consejos dietéticos que se dan en este capítulo, aunque sean muy sencillos, garantizan una mejora de las funciones del sistema nervioso. No obstante, si deseas gozar de una salud óptima, también debes evitar determinados alimentos. Casi todo el mundo sabe que estos productos son perjudiciales, por lo que no voy a insistir demasiado; la siguiente lista solo pretende recordar que no vale la pena asumir los daños que producen en el organismo.
Chocolate
En la lengua del pueblo que lo descubrió y consumió por primera vez, el chocolate se llamaba «el alimento de los dioses». Sin duda, el chocolate fue y es un producto «sagrado», y, como la mayoría de sustancias consideradas sagradas, la intención nunca fue consumirlo a diario, sino en ocasiones especiales.
En sus orígenes, al chocolate no se le añadía azúcar; de hecho, se habría considerado una aberración. En cambio, solía mezclarse con otras plantas amargas y se condimentaba con un poco de pimienta picante para obtener una deliciosa bebida especiada. En mi opinión, la fórmula original es mucho más interesante y sabrosa que la actual.
Café y otros alimentos ricos en cafeína
Las sustancias estimulantes están contraindicadas en casi todos los trastornos del sistema nervioso. Hay que evitar especialmente los alimentos ricos en cafeína, pues no solo excitan un sistema ya exhausto, sino que alteran aún más las glándulas suprarrenales y contribuyen al desarrollo de fatiga adrenal, agotamiento físico y depresión. La fatiga adrenal se encuentra en el origen de muchos problemas relacionados con el sistema nervioso e influye en el desarrollo de trastornos como la depresión y la ansiedad.
En dosis terapéuticas, el café y otros alimentos ricos en cafeína son muy útiles contra la migraña (cuando se toman ante la primera señal de aparición). También sirven como inyección rápida de energía en caso de emergencia, por ejemplo, cuando hay que conducir a altas horas de la noche. No obstante, la adicción a la cafeína y su síndrome de abstinencia alteran muchísimo el sistema nervioso. Básicamente, existen dos maneras de superar esta adición, que es la más común de todas: dejar de consumir cafeína de un día para otro o hacerlo de forma gradual y constante.
Productos procesados y refinados
Este tipo de productos llenan los estantes de los supermercados y ocupan casi todo el espacio en las despensas de los hogares. En un periodo relativamente breve, hemos dejado atrás una dieta casi totalmente natural, basada en los alimentos sencillos que nos ofrece la tierra, alimentos que han evolucionado durante siglos para ser compatibles con nuestra estructura genética, para adoptar una dieta repleta de colorantes, pesticidas, hormonas sintéticas y, la última novedad, los productos transgénicos. Nuestro organismo paga un precio muy elevado por el consumo diario de esta avalancha química. Para profundizar en los efectos que el cambio de hábitos alimentarios ha tenido en nuestra especie, aconsejo dos libros: Tradiciones culinarias, de Sally Fallon, y Sanando con alimentos integrales, de Paul Pitchford. Si aún no estás convencido de la influencia de la alimentación sobre la salud, te recomiendo seguir los consejos que Andrew Weil describe en Salud total en ocho semanas. Si después de seguir este régimen durante ocho semanas no te sientes mejor, probablemente seas una de esas personas extremadamente peculiares a quienes los alimentos no les afectan.
Azúcares y dulces
El azúcar en todas sus formas aporta una inyección rápida de energía al organismo, pero es un tipo de energía que se agota enseguida y provoca una sensación de cansancio posterior aún mayor. El elevado consumo de azúcar entre la población estadounidense, más de 57 kilos por persona al año, probablemente esté más relacionado de lo que creemos con la extraordinaria incidencia de trastornos depresivos, de ansiedad y de personalidad en este país.
Además de aportar energía de corta duración, el azúcar agota el sistema nervioso porque su digestión obliga al organismo a utilizar enormes cantidades de calcio. Para funcionar de manera óptima, el sistema nervioso necesita unos niveles adecuados de calcio en sangre, y el azúcar compite por él. ¡Cómo no vas a sentirte ansioso, irritable o deprimido cuando te da el bajón tras un atracón de azúcar! La digestión del azúcar reduce tus niveles de calcio irritando tus terminaciones nerviosas, y, por tanto, tu estado de ánimo.
Alcohol
Cuando una persona padece algún tipo de trastorno del sistema nervioso, puede verse afectada incluso por una pequeña cantidad de alcohol. Muchas personas lo utilizan como un apoyo en momentos de estrés o estados depresivos, pero lo cierto es que deprime todavía más el sistema nervioso, y, lejos de mejorar la situación, la empeora. Es una sustancia que puede resultar muy adictiva; curiosamente, quienes menos la necesitan son quienes caen en ella con mayor rapidez. El alcoholismo, como todas las adicciones, es en el mejor de los casos un desafío a superar, y en el peor, una circunstancia dramática. Es muy difícil superarla sin una voluntad de hierro y sin sufrir pérdidas personales.
La digestión del alcohol, como la del azúcar, requiere calcio y, por tanto, reduce los niveles en el organismo de este nutriente esencial para el sistema nervioso. Cuando se sufre un desequilibrio del sistema nervioso, lo mejor es evitar por completo el alcohol, o beber con moderación. Las personas con sensibilidad al alcohol o tendencia a padecer depresión, ansiedad o ataques de pánico deberían evitarlo como si su vida dependiera de ello. De hecho, podría ser así. Deben evitar las tinturas con base de alcohol y utilizar solo las de glicerina o vinagre, o tomar plantas medicinales en forma de comprimidos o infusiones.
ACHICORIA
Recuperar la energía con baños aromáticos
Muchas personas acumulan el estrés en la cabeza, se les queda atascado en el plano mental. Tal vez por este motivo les provoque jaquecas y trastornos mentales. Aunque los baños aromáticos de plantas medicinales siempre sientan bien, se recomiendan especialmente para aliviar el dolor de cabeza y el estrés. Relajantes y fáciles de preparar, constituyen un remedio excelente para la tensión nerviosa.
Darse un baño aromático requiere más tiempo que tomarse una aspirina, pero el resultado es inmensamente satisfactorio y duradero.
Cuando estoy ansiosa, estresada o cansada tras un día largo, mi forma favorita de relajarme es darme un baño de pies. Todos los nervios del cuerpo pasan por los pies y las manos convirtiéndolos en un mapa de nuestro ser interno. Los baños de pies estimulan la circulación, dilatan los vasos sanguíneos de los pies y atraen el flujo sanguíneo hacia la parte inferior del cuerpo, lejos de la cabeza, por lo que también alivian la jaqueca debida al estrés. De hecho, poner los pies en remojo en agua caliente y colocarse una cataplasma fría en la cabeza suele detener el avance de una migraña incipiente en seco.
ROMERO
BAÑO AROMÁTICO PARA LOS PIES
Esta fórmula es reconfortante y aromática, pero puedes utilizar cualquier combinación de plantas relajantes. La mostaza en polvo, el jengibre, la salvia y el romero son ideales. Si no puedes disponer de ellas, la avena también resulta muy eficaz.