Cómo entender la economía del Ecuador 1965-2017. Franklin Maiguashca. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Franklin Maiguashca
Издательство: Bookwire
Серия: Elementos de Economía
Жанр произведения: Зарубежная деловая литература
Год издания: 0
isbn: 9789978681695
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corrieron 89 millones de regresiones seleccionadas al azar. Encontraron que, de todas las variables incorporadas en estos procedimientos, 67 maximizaban el número de países con observaciones para todas ellas, pero que solo 18 eran las más significativas. De estas 18, solo cinco fueron catalogadas como económicas: precio promedio de los bienes de inversión entre 1960 y 1964, nivel inicial del PIB per cápita, proporción de la minería en el PIB, número de años de apertura de la economía y proporción del consumo del Gobierno. Las 13 restantes tenían que ver coneducación, salud, demografía, geografía, religión, colonialismo, razas, lenguas, clima, entre otras.53

      De lo anterior se desprende la necesidad perentoria de enfrentar los problemas económicos y, particularmente, los del desarrollo económico, con una actitud y un enfoque de colaboración multidisciplinaria. En el Informe sobre el desarrollo mundial de 2015, el Banco Mundial dijo enfáticamente:54

      El propósito de este informe es integrar hallazgos recientes sobre los factores psicológicos, ecológicos y sociales que subyacen en el comportamiento [...] se nutre de los hallazgos de muchas disciplinas, incluyendo la neurociencia, la ciencia cognoscitiva, psicología, economía del comportamiento, sociología, ciencias políticas y antropología.

      La mente, a diferencia de una computadora, es psicológica, no es lógica; es maleable no inmodificable [...] Para interpretar sus experiencias y tomar las decisiones correspondientes, la gente recurre a modelos mentales que dependen de las situaciones y contextos culturales. El informe muestra que una perspectiva más interdisciplinaria del comportamiento humano puede mejorar el poder predictivo de la Economía y proporcionar nuevos instrumentos para la estructuración de políticas de desarrollo (cursivas del autor).

      Como diría Churchill, la Economía, y en especial la Economía del Desarrollo, son lo suficientemente complejas como para dejarlas solo en manos de los economistas. Estos profesionales, si quieren ser contribuyentes constructivos en estos procesos multidisciplinarios, deben dejar a un lado autosuficiencias ofensivas y, simultáneamente, ampliar, con voluntad de convivencia, sus visiones periféricas sobre los quehaceres de los demás profesionales que se ocupan del estudio de los humanos. Este es uno de los principales llamados de la definición ampliada.

      Las polarizaciones que hoy en día son comunes entre los economistas tienen mucho que ver con las dicotomías prevalentes desde hace varios años. En esta sección nos ocupamos de cuatro que suscitan muchos seguidores en direcciones opuestas: Econs vs. Humans, Estado vs. Mercado, Ciencia vs. Disciplina y Eficiencia vs. Eficacia.

       ECONS VS. HUMANS

      Sobre los Econs, George Stigler, ganador del premio Nobel en Economía, en el artículo intitulado “Los éxitos y fracasos del profesor Smith”, marcó la pauta cuando dijo que uno de los éxitos más notorios de este académico fue:

      El haber colocado en el centro de la Economía, el análisis sistemático del comportamiento de individuos en búsqueda de su interés personal bajo condiciones de competencia. Esta teoría fue la joya de la corona de La riqueza de las Naciones, y se convirtió, y sigue siendo hasta nuestros días, en los cimientos de la teoría de asignación de recursos.

      Smith fue exitoso donde merecía serlo, sobre todo, en proporcionar un teorema de poder casi ilimitado sobre el comportamiento del hombre. Su concepción de un individuo egoísta funcionando en un contexto de competencia es newtoniano en su universalidad. El hecho de que en la actualidad estemos diligentemente extendiendo esa concepción en áreas de comportamiento económico y social a las cuales Smith no les prestó sino una atención poco sistemática es un tributo tanto a la grandeza como a la durabilidad de sus realizaciones (cursivas del autor).

      Desde su olimpo, Stigler escribió estos ditirambos en 1976. Pocos años después, en 1982, a la hora del banquete en honor de los ganadores de los premio Nobel de ese año, entre los cuales se encontraban el distinguido profesor de la Universidad de Chicago y un irreverente escritor de Aracataca, dicen las crónicas que, súbitamente, “el salón se llenó de ‘pura vida’ con un tropel de setenta músicos y bailarines macondianos, mezcla de indios, negros, caribes y españoles” quienes, para deleite de los asistentes, nunca “habían de sospechar” de la existencia de “teoremas newtonianos en su universalidad” que intentaran explicar el desborde gozoso de esos festejos por parte de los humans.55 Es que somos diferentes — explicó García Márquez— en su discurso de aceptación del premio.

      Daniel Kanehman, sicólogo y premio Nobel en Economía, precisó las diferencias en términos académicos. Nos relata cómo, un buen día, al leer en la primera frase de un escrito de uno de sus colegas economistas que “el agente de la teoría económica es racional, egoísta y con gustos que no cambian” quedó totalmente desconcertado. Y añade:56

      Mis colegas economistas trabajaban en el edificio de al lado, pero en ningún momento me había dado cuenta de las profundas diferencias que existían en nuestros mundos intelectuales. Para un sicólogo es apenas evidente que las personas no son ni completamente racionales ni completamente egoístas y que sus gustos no son en absoluto estables. Al parecer, nuestras dos disciplinas estaban dedicadas al estudio de dos especies diferentes que más tarde el economista del comportamiento Richard Thaler los llamó Econs y Human (cursivas del autor).

      El desacuerdo de muchos profesionales sobre la validez del supuesto del homo economicus no es nuevo. Veblen y los institucionalistas, por ejemplo, han sido desde los inicios del siglo pasado fuertes críticos de esta manera de concebir al ser humano. Pero los vientos en contra de esta ortodoxia empezaron a soplar con fuerza cuando, en 2002, se otorgó el premio Nobel en Economía al psicólogo Kahneman, y arreciaron cuando, en 2017, se confirió el Nobel en Economía ni más ni menos que al economista Richard Thaler, el adalid de una nueva manera de entender el análisis económico que lleva el nombre de Economía del Comportamiento. Como él lo plantea:

      Vivimos en un mundo de Humans. Y como casi todos los economistas también son humanos, ellos también saben que no viven en un mundo de Econs. Adam Smith, el padre del pensamiento económico moderno, reconoció este hecho en forma explícita. Antes de escribir su obra magna, La riqueza de las naciones, escribió otro libro dedicado al tema de las “pasiones” humanas, una expresión que no aparece en ningún texto de economía. Los Econs no tienen pasiones, son optimizadores a sangre fría.57

      El Informe del Banco Mundial sobre el desarrollo en el planeta en 2015 deja percibir las distancias que se están marcando entre la ortodoxia de los Econs y las nuevas fronteras que se están abriendo para un mejor entendimiento del mundo de los Humans. En las primeras páginas de esta publicación informa a sus lectores:

      De los cientos de trabajos empíricos sobre cómo toman decisiones los humanos que constituyen la base para este Informe, hay tres principios que se destacan y que señalan la dirección para nuevos enfoques sobre el entendimiento del comportamiento y del diseño y puesta en marcha de políticas para el desarrollo. Primero, las personas hacen casi todas sus evaluaciones y escogencias automáticamente, no en forma deliberada; a esto lo llamamos “pensar automáticamente”. Segundo, la manera como las personas piensan y actúan con frecuencia depende de cómo actúa y piensa la gente alrededor de ellas: a esto lo llamamos “pensar socialmente”. Tercero, los individuos en una sociedad determinada comparten una perspectiva común sobre cómo entenderse a ellos mismos y cómo entender al mundo que les rodea: a esto les llamamos “pensar con modelos mentales.58

      No hay duda que el supuesto del homo economicus está de salida; sin embargo, sigue campante en los textos que se utilizan en la enseñanza de la Economía dentro y fuera del país. La introducción de la definición ampliada es una invitación a que los interesados, al tenor de las nuevas evidencias empíricas, se dediquen a estructurar las nuevas formulaciones que crean menester.

      ESTADO VS. MERCADO

      ¿Qué dice la evidencia empírica