Juegos cooperativos y educación física. Jesús Vicente Ruiz Omeñaca. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Jesús Vicente Ruiz Omeñaca
Издательство: Bookwire
Серия: Juegos
Жанр произведения: Сделай Сам
Год издания: 0
isbn: 9788499108582
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a través de la variedad de experiencias frente a la repetición de estereotipias. La actividad lúdica proporciona multitud de situaciones que implican la adaptación de diferentes esquemas motores a un entorno cambiante. El aprendizaje que se desarrolla a través de la actividad lúdica no es, en consecuencia, un aprendizaje basado en la repetición, sino en la práctica variable. Los mecanismos cognitivos y los motrices relacionados con la percepción, la toma de decisión y la ejecución se ven, de este modo, enriquecidos y se amplía, también, la posibilidad de transferencia de los aprendizajes.

      B. El juego representa una situación contextualizada de aprendizaje

      La acción motriz queda insertada dentro de la situación global que constituye la actividad lúdica y se modifica adaptándose a las circunstancias cambiantes de cada situación concreta. Como indica Arnold (1991) refiriéndose a las habilidades adquiridas a través del juego, «exigen que el agente supervise de manera inteligente lo que está haciendo mientras lo ejecuta, junto con una capacidad para adaptarse al cambio de circunstancias cuando así lo requiera».

      La contextualización del aprendizaje dentro de la actividad lúdica lo dota de mayor significatividad, al tiempo que proporciona un mayor sentido a las acciones motrices.

      C. El juego representa una forma espontánea de acercamiento del niño a su entorno

      La aproximación a la realidad a través del juego surge en los niños espontáneamente, sin la necesidad de mediación de agentes externos.

      Por otra parte, con la mediación de las actividades lúdicas, los niños exploran, experimentan, interactúan con el entorno. Descubren, así, la realidad, estructuran su conocimiento del mundo y reorganizan dicho conocimiento a la luz de nuevos descubrimientos.

      D. El juego responde al principio de globalidad

      Una actividad lúdica incluye, como señala Lawther (1993, pág. 67), «actividades, emociones, ideas, conceptos y generalizaciones y respuestas motrices y verbales, implícitas o manifiestas» que implican al individuo en su totalidad. No proporciona, en consecuencia, aprendizajes exclusivamente afectivos, motrices, cognitivos o sociales. La realidad de la interacción constante entre los distintos ámbitos de aprendizaje como expresión de la propia naturaleza humana se hace en el juego especialmente patente.

      E. El juego abre caminos en la búsqueda de soluciones creativas

      El juego plantea una actividad a realizar y unas reglas que hay que cumplir, pero no establece una única estrategia de resolución, sino que abre multitud de vías que dan pie a la búsqueda de alternativas originales, al pensamiento divergente; en suma, al desarrollo de la capacidad creadora.

      Naturalmente existen juegos que en su misma formulación plantean ya la búsqueda de creatividad en las respuestas, mientras que en otros los caminos a recorrer están, en gran medida, prefijados. Pero, en cualquier caso, el mismo carácter lúdico que preside todo el juego, la huida de lo agonístico, del resultado inmediato, crea el entorno propicio para la exploración creativa, libres de cualquier tipo de presión.

      F. El juego suscita situaciones de interacción social

      Las actividades lúdicas colectivas llevan consigo la existencia de relaciones entre los participantes: relaciones de enfrentamiento, de autoritarismo, de subordinación, de colaboración, de ayuda mutua, de atención a las necesidades ajenas, de cooperación, etc., lo que dota al juego de un carácter social, convirtiéndolo en un importante contexto para el aprendizaje y el desarrollo personal dentro del grupo.

      Todas las características convierten la actividad lúdica en un medio educativo insustituible dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje que se desarrolla en las clases de Educación Física.

      Llegados a este punto vamos a tratar de integrar los aspectos hasta ahora señalados en un modelo explicativo del aprendizaje a través del juego colectivo. Pretendemos que dicho modelo:

      –Respete la globalidad individual, al tiempo que explica el aprendizaje cognitivo, motor, afectivo y/o social.

      –Tenga en cuenta las condiciones y conocimientos previos.

      –Convierta a cada persona en centro del aprendizaje.

      –Considere dicho aprendizaje como un proceso activo de elaboración personal en interacción con el entorno.

      –Valore las aportaciones del grupo (compañeros de juego y profesor).

      –Preste atención al proceso.

      Los distintos componentes del modelo, a los que ahora nos vamos a referir, aparecen conectados en el gráfico 8.

      A. El triángulo del juego colectivo

      La explicación del juego colectivo y del aprendizaje adquirido a través de él parte de una estructura triangular constituida por el individuo, el grupo y la propia actividad lúdica.

      Estos tres elementos interactúan entre sí.

      Cada uno de ellos realiza distintas aportaciones a la situación. Comencemos por el individuo, portador de:

      –Capacidades y condiciones de índole general que le permiten ponerse en contacto con el juego (inteligencia, competencia motriz, estrategias cognitivas, pautas de atribución, etc.).

      –Contenidos ya adquiridos y que constituirán la base sobre la que cimentar los nuevos aprendizajes (conceptos, procedimientos y valores y actitudes relacionados con las demandas del juego).

      –El autoconcepto o percepción del yo por el propio sujeto.

      –Expectativas relativas tanto a los componentes del grupo como al grupo considerado globalmente.

      –Expectativas relacionadas con la actividad lúdica en cuanto a su contenido, grado de dificultad y potencial como fuente de diversión.

      –Metas que cada persona trata de alcanzar a través del juego.

      Por lo que se refiere a la aportación del grupo a la actividad lúdica, ésta se concreta en la/el:

      –Estructura grupal determinada por el ordenamiento y las pautas de interacción y estabilidad dentro del grupo.

      –Estatus o posición en el grupo y el rol o expectativas asumidas por cada participante en el juego en relación con el modo de actuar.

      –Liderazgo grupal y la forma de llevarlo a cabo.

      –Redes de comunicación que se establecen dentro del grupo.

      –Cohesión grupal o fuerzas que mantienen unido al grupo.

      –Relaciones que se establecen entre cada subgrupo. Cada uno de estos subgrupos influye, además, desde los aspectos ya señalados.

      Finalmente, el juego aporta la/el:

      –Delimitación del espacio y la estructura de éste.

      –Especificación temporal, relativa a cómo se secuencian las acciones del juego.

      –Aspectos materiales (objetos y modos de actuación sobre ellos).

      –Estructura de meta orientada hacia estrategias de actuación individual, de cooperación, de competición o las posibles combinaciones de éstas.

      –Tipo de relaciones que se establecen en el juego marcado por la especificación