Avancemos.
DÍA 32
Tranquilidad. Respirar hondo. Continuar…
Las primeras bocanadas de aire por la mañana me embriagan de energía matutina, entregada con gentileza por el sol. Los primeros rayos de luz que expele revitalizan cada una de las moléculas con que está hecho mi cuerpo. El ejercicio de llenar los pulmones a su máxima capacidad para luego soltar el aire me hace recordar que aún estoy con vida... Eso es bueno, supongo.
Me encuentro preparado para salir y enfrentar el nuevo día. Uno lleno de sorpresas e incertidumbres, desconocido, pero similar a los anteriores. Un día con sorpresas, pero al mismo tiempo con rutinarias imágenes que se pasean constantemente a mi alrededor.
Cada paso dado me permite sentir el crujir de la tierra bajo mis pies y mientras avanzo, dejo parte de mí atrás. Pasan las horas y el reloj no se detiene. Miro en retrospectiva y observo la larga hilera de huellas que dibujaron en el suelo con cada pisada. Respiro hondo y continúo...
La travesía es larga, pero no imposible.
DÍA 34
Un libro me recomendó lanzarme al vacío. Me encomendó la misión de buscarme y lo que quiero realmente. Cuestionó mi verdadera fortaleza y me hizo dudar de cuánto, efectivamente, me quiero; cuánto estoy dispuesto a dañarme antes de moverme y hacer algo por mí.
La vida es un conjunto de emociones agolpadas frente a nuestra mente. Percepciones que permiten avanzar o retroceder, tomando decisiones de acuerdo con las circunstancias que apliquen. Ahí va el valor verdadero, cuánto estamos dispuestos a dejar de lado por una decisión individual. Individual desde el punto de vista de hacer lo que necesitamos para buscar nuestro bienestar y realización.
Nunca debemos temer a lo desconocido, es parte de la vida. Hay que hacerlo cuando seamos los que nos limitemos frente al resto, frente al contexto de las situaciones y las decisiones que debamos tomar. Somos la limitante en nuestra vida. Nuestra mente juega el rol primordial en el logro de las cosas, entendiéndose como el motor que nos permite avanzar día a día, paso a paso, con la mirada fija en el horizonte y nuestro objetivo.
Te invito a que dejes de llevar ese peso que cargas en tu espalda. Déjalo en el suelo, no te pertenece. Mira hacia tu interior, con decisión, y cuando te encuentres frente a frente con tu subconsciente, sé capaz de decir: Yo puedo, y lo haré.
DÍA 35
Hoy, un homenaje.
Otro año sin tu presencia.
Ya van 24…
Un nuevo día sin tu energía.
La realidad es dura…
Autenticidad en palabras y hechos.
Lo esencial…
El mensaje no está olvidado.
La lucha es diaria...
Emisario de la vida y el universo.
Por siempre y para siempre…
DÍA 36
La amistad es uno de los grandes tesoros que tenemos. Puede significar la diferencia entre dormir bajo un techo o en la banca de una plaza bajo la inocente sombra de un árbol en crecimiento. La amistad también significa arraigarse fuerte a un semejante, una persona que, por diferentes motivos y factores, se siente cómoda contigo y siente afecto hacia ti.
Ese camino que se emprende en conjunto al ser amigos es precioso. Con altos y bajos, pero que al final de la senda, se transforma en una serie de momentos que terminan quedándose en tu mente y forman parte de tu crecimiento como ser humano. Hay amigos malos, claro, pero no valen la pena, solo son seres no fieles con sus convicciones y sus pares. No te sientas disminuido o disminuida por alguien que no se preocupa por ti. Piensa en las personas como entes en constante decisión y cambio, y aquellos llamados amigos, también son parte, desde su perspectiva, de aquel círculo.
La amistad refleja la capacidad que tenemos de relacionarnos con el resto y revela el significado intrínseco detrás de lo que es la convivencia, el relacionarse. Permite observar, en tiempo real, que el humano es un ser sociable y que vino a compartir y desarrollarse en conjunto con el otro.
La construcción de una amistad es importante. Nunca pongas en duda sus afectos y, de igual manera, jamás sientas la inseguridad de expresar a un amigo o amiga que le quieres... Por ningún motivo asocies el demostrar afecto con algo negativo. El fortalecimiento de la comunidad y la especie se basa en compartir, en el afecto y en la sociabilidad, desde entender que somos seres vivos, conscientes de aquello.
La unión hace la fuerza no por la masa crítica, sino porque estamos unidos.
DÍA 38
Nada malo hay en destinar días para nosotros y nuestro descanso. El cuerpo en ocasiones necesita reposar del ajetreo diario al que lo enfrentamos, sin dudar si estamos o no lo suficientemente cansados como para regalarnos un par de horas y descansar en forma debida.
El reinicio es necesario, partir desde cero no significa retroceder. Marca el inicio de nuevos comienzos y caminos, con energías renovadas y convicción para avanzar sin dudar. Sin titubear por lo desconocido de la senda a seguir.
Es importante escucharte a ti. Cuando sientas que no puedes más o tu cuerpo te dé señales de necesitar ese descanso necesario, no te sientas culpable por ello, mañana será un nuevo día, inícialo con la mayor de las energías que puedas. Siempre con la intención de lograr algo nuevo, hacerte el favor, y cumplir con el deber de realizar tus metas y objetivos, para que al final del camino no sientas el remordimiento de no haberte buscado. No cargar ese peso en la espalda que te recordará no haber sido lo suficientemente valiente para ir hacia donde tu espíritu te señalaba. Por eso, y por muchas cosas más, siempre encárgate de tomarte el tiempo necesario para cada cosa que hagas: viajar, comer, dormir, descansar, ejercitar, estudiar, leer, escribir, sentir, reír, creer, etcétera.
La vida es un conjunto de momentos y tú eres artífice de cada uno.
DÍA 40
Mientras camino por las calles de la ciudad, siento una pequeña nostalgia de lo pasado. Tras la comodidad de la zona de confort, veo cómo danzan frente a mis ojos todas las opciones que se abren ante mi camino, todas viables en el mayor sentido de la palabra. Solo falta el hacer.
Empecinado en cumplir objetivos de vida, me ataca una ansiedad increíble por llegar a nuevo puerto y, finalmente, tomar las riendas de lo que creo puede ser un nuevo inicio. Cuesta creer que todo está al alcance de la mano.
A pesar de entender que el camino siempre avanza, es inevitable sentirte estancado en la arena, atrapado en el flujo de las cosas, pasando incesable a tu alrededor, sin darte la oportunidad de reaccionar. En aquellos momentos, lo más sabio es no dudar, respirar hondo y creer que eres capaz; todo está en tus manos. El peso que se forma en tu espalda, alimentado por la incertidumbre, se tornará más grande al pasar los minutos, las horas, los días. Cuando estés por flaquear y te sientas desfallecer, sostén las piernas con fuerza, erige la espalda y hazle frente a aquella oscuridad que has creado a tu alrededor; enfréntate a los prejuicios de tu propia mente, a las limitaciones de tu cuerpo, y avanza raudo, rauda, por el sendero, con la convicción de que estás tomando las mejores decisiones que puedes, y lo haces desde el fondo de tu corazón.
La ansiedad es un gran enemigo, nos pone inquietos mientras avanzamos, genera disturbios en nuestro campo, destruye al equilibrio y rompe la onda. Nos deja en un mar de incertidumbre y duda, de delirio e inseguridad; nos ancla al suelo tan fuerte, casi volviéndonos uno con la superficie...
Está