Un día en la vida. Emmanuel S. Funes. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Emmanuel S. Funes
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Сделай Сам
Год издания: 0
isbn: 9789566039686
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encontrará la forma de continuar su depredación, hasta que la última gota del mar se consuma, el glaciar deje de ser eterno, el último árbol sea talado y el postrero animal extinto. Eliminemos el patrón de vida actual, dejemos de consumir sin criterio hasta saciarnos, depredar hasta aburrirnos y obtener el máximo provecho de lo que estimamos inferior. El cambio está en nuestras manos, parte desde adentro y se cultiva desde la empatía. Derroquemos lo establecido, solo nos ha traído miseria, dolor y sufrimiento. Construyamos en conjunto las bases para un nuevo mundo. Un nuevo amanecer que enfrente la vida con otros ojos y un prisma diferente. Uno de amor y entendimiento.

      DÍA 53

      De aliños y otras cosas…

      No hay nada como la buena sazón de un merkén de calidad, sal a gusto para acompañar; curry y merkén también hacen una gran combinación.

      ¿Qué seríamos sin tan sabroso condimento?

      Mi mente y mi paladar se embarcan en un viaje de sabor en cada oportunidad en que puedo probarlo. Aquel sabor ahumado y ese dejo picante le entregan un toque único a cada preparación, y nos acerca, aunque sea un poco, a nuestros orígenes.

      Gracias mapuches por el mezkeñ y gracias a todas nuestras etnias originarias por forjarnos desde lo que somos, seres vivos de la tierra.

      DÍA 54

      Rememorar hitos de infancia siempre es positivo, le devuelve vitalidad al espíritu, felicidad a la mente y energía al cuerpo. Sea comiendo alguna comida, practicando algún deporte, jugando un juego de video, etc. Sea cual sea la razón, disfrútala, te lo agradecerás. Siempre es bueno recordar que seguimos siendo humanos, y que ese niño que fuimos continúa dentro de nosotros y nos puede continuar enseñando a vivir.

      Nunca es malo recordar lo que hemos sido, sobre todo en aquel periodo en que la inocencia era lo que primaba en nuestra vida. Puede que la época de infancia no haya sido fácil para muchos; sin embargo, siempre quédate con aquello que te enseñó esa parte de tu vida y el colorido de las cosas; lo lindo del cielo y las nubes; las coloridas calles y todas esas ocasiones en que un simple trozo de madera podía convertirse en un millón de artefactos: desde una espada medieval legendaria, un escudo invencible o una simple mesa con la que podías compartir la comida con tu familia.

      Eran tiempos hermosos, jamás lo olvides. Ser niño es sinónimo de fuerza; cuando somos niños podemos vencer toda adversidad y escalar hasta la montaña más alta. La rendición no está en nuestro vocabulario y siempre seguiremos hasta el final.

      Nunca olvides a tu verdadero ser, ese sincero contigo, una mezcla de tus alter egos, que sabes está ahí, pero a veces intentas esconder. Aquel que, al final del túnel, siempre te guiará hacia adelante.

      Perdamos ese miedo a vivir y a sentir, nos hará libres…

      Solo está en nosotros.

      DÍA 55

      Nacimos para estar así…

      En armonía y paz; en plenitud y tranquilidad.

      En conexión, en equilibrio. Abierto desde las entrañas, desde lo interior.

      Compartiendo el yo, con el todo…

      Con el universo como puente.

      DÍA 56

      Inmensidad, conexión, frecuencia y energía. Lo que me transmiten tus ojos cuando los miro frente a frente. Un dulce entendimiento de las cosas, pero a la misma vez una agraz incertidumbre que agota las reservas de la mente, de las emociones.

      Un desentendimiento acerca del porqué de lo que fue y del quizás sí...

      Las estrellas miran y contemplan con serenidad, entienden lo que pasa, y en su inmensa sabiduría encuentran tranquilidad; porque saben que, así como ha pasado una y otra vez, los caminos se volverán a cruzar, con nuevas historias y experiencias, nuevos rumbos y centenares de conversaciones por delante. Sin fin… compartiendo como si todo se fundiera en un solo momento, sin cronología, interminable.

      DÍA 57

      Somos humanos pidiendo prestado algo de espacio al planeta tierra. Pequeñas hormigas que caminamos por los terrenos del universo y el cosmos.

      Nos gusta creernos parte de algo importante, un plan celestial, creemos que tenemos una fuerza divina a nuestras espaldas, que nos ayuda en cada momento, que nos recompensará si hacemos lo que nos demanda y que nos iremos al paraíso (todas sus representaciones) en retribución a nuestra vida al servicio de este ente invisible mágico que reina sobre todas las cosas.

      La vida es más terrenal de lo que se cree, literalmente se produce en la tierra, se materializa en cada paso que damos y cada decisión que elegimos. El funcionamiento de las cosas pasa ciento por ciento por nosotros y nuestra mente, por nuestra cara frente a la vida y al entorno que nos rodea. Se amolda a nuestras necesidades y anhelos, a lo que de verdad sentimos, y el universo se encarga de mostrarlo de forma constante.

      Estas representaciones tienen diferentes nombres. Llámalo karma, dharma, el secreto, ley de la atracción, etcétera... todo basado en el flujo interminable de energía a nuestro alrededor, alimentado por todos nosotros y nuestra mente como principal motor de la vida tal y como la conocemos e intentamos entender.

      La vida es más simple de lo que parece, es nuestra y de nadie más. En el momento en que decides que te pertenece, el equilibrio se restablece, las cosas regresan a su orden normal y todo se vuelve a tu favor, porque ella no es nuestra enemiga, el único rival en el camino somos nosotros, y nuestra inhabilidad y el miedo de hacernos frente.

DÍA 58 DÍA 59

      DÍA 60

      En la búsqueda constante de conocimiento y respuesta a aquellas preguntas que un día se arraigaron con tanta fuerza en mi cabeza...

      Respondidas de cierta manera, pero inconclusas en otra.

      DÍA 61

      Qué sería de mi vida sin mi puma andina de las montañas del norte y mi bestia legendaria, habitante de los bosques de los fríos eternos. Siempre tirando del carruaje a través de la adversidad y acompañándome en el recorrido interminable que tiene por nombre vida.

      Mis leonas.

      Mis guardianas.

      Mis compañeras y amigas.

      Siempre conmigo, acompañándome durante el día y escoltándome en el sueño durante la larga noche.

      Un cariño incondicional tan puro que lo único que evoca es querer mirarlas directo a sus ojos y entregárseles en cuerpo, alma, mente y existencia.

      Gracias por proteger mi camino, aconsejarme en la duda y consolarme en la tristeza.

      Por y para siempre.

      DÍA 62

      Todos somos piezas de la puta rueda. El sistema te consume y obliga a ser parte de él; y una vez que estás adentro, se ríe en tu cara porque no fuiste capaz de seguir tus instintos y convicciones, y preferiste la salida fácil.

      Porque esa es tu real naturaleza, la del verdadero yo; ese lado humano, terrenal, que te vuelve egoísta y ególatra, prepotente, con poca empatía por el resto, y te pone en la cima de la pirámide falsa que has creado en tu cabeza.

      Es ese tú que aborreces, pero te esmeras en ser cada día.

      Das asco.

      DÍA 63

      Nadie puede alegar su propia torpeza, frase sabia para la vida y aquellos momentos en que debes estar atento a ti y tu entorno.

      Jamás lo olvides. Hazlo