Shakey. Jimmy McDonough. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Jimmy McDonough
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Изобразительное искусство, фотография
Год издания: 0
isbn: 9788418282195
Скачать книгу
mierda de negocio nos buscamos.

       Ni siquiera me acuerdo de cómo quedó todo lo del porcentaje ni nada, lo único que sé es que siempre pensaba: «¡Qué fuerte! Me parece que los números no cuadran, pero no le digo nada a ese tío ni de coña». Un tío enorme, con un barrigón… Creo que tenía una pistola o algo por el estilo en un cajón. Yo tenía quince o dieciséis años, joder.

      «Cuando salías con Neil ya sabías que tenías que llevar dinero», le contó Fran Gebhard a John Einarson. «Y también que tenías que cargar con su equipo.»

      Neil tenía muchas amigas al inicio de su carrera —Susan Kelso, Jacolyne y Marilyne Nentwig, Fran Gebhard—, pero en asuntos de ligues de adolescencia, no es que tuviera mucha suerte. Edna Stabler, una amiga de Scott Young, recuerda que Neil fue de visita un fin de semana y sacó a dar un paseo a la chica de la casa de al lado. «Era una rubita muy mona, y él se pasó un poco de fresco —tampoco tanto, solo quería besarla— y le dio un bofetón.» Neil se puso tan nervioso —comentaba Stabler— «que se dejó olvidados sus pantalones grises de franela».

      Una muchachita de Winnipeg se convertiría en su chica: Pam Smith. Pam, una rubia vivaracha —«A Neil le encantaba que llevara el pelo muy cortito, así que me pasaba la cuchilla todos los días»—, y su hermana gemela, Pat, estaban pasando el verano en el chalé familiar en Falcon Lake, un lugar de veraneo al este de Winnipeg. Neil y sus colegas Jack Harper y Jim Atkin también acabaron allí a finales del verano de 1963, y un buen día Neil se dejó caer por el supermercado donde trabajaba Pam.

      «Neil tenía una sonrisa muy bonita», comentaba Smith. «Me pareció una persona muy sincera. Desde fuera, mostraba una actitud muy desenfadada, se reía mucho de todo; parecía el líder del grupo de amigos con el que estaba, pero creo que debajo de esa capa había un lado mucho más serio. Tenía la impresión de que no paraba de darle a la cabeza. Era una persona retraída.»

      «Cuando más me gustaba Neil, era cuando estábamos solos. Neil te contaba ciertas cosas que hacían que te sintieras privilegiada, porque sabías que no se lo contaba a todo el mundo. Había ciertas cosas de su vida de las que no hablaba así como así.»

      Young le confesó a Smith su angustia por no estar dotado para el deporte. «Era algo para lo que Neil no servía; poco menos que se disculpaba por ello. Neil era una persona insegura, y creo que por eso la música le hizo tanto bien. Cuando se metía en ese papel, tenía toda la confianza del mundo; mientras que a nivel personal tenía muchos recelos… Quería ser un tío normal, uno más, porque le daba la impresión de que no lo era, y aunque le dijeras que sí, no te creía. Neil sabía que era distinto.»

      A Young le preocupaba particularmente el cuerpo tan enclenque que se le había quedado a causa de la polio. «Neil nunca nadaba; en parte, porque no quería que nadie lo viera sin ropa. No se sentía nada a gusto estando tan flaco.»

      Neil también le contó a Pam la ruptura de sus padres, y le explicó que cuando ocurrió: «Tuvo que ir al juicio a declarar. Le preguntaron con cuál de sus padres quería vivir; para él fue una situación muy desagradable». En más de una ocasión, deleitó a Pam con sus recuerdos de los desayunos a base de tortitas que le preparaba su padre. «Se ponía nostálgico al hablar de ello. Neil se recreaba en aquellos recuerdos… Le hacía falta un padre en su vida.»

      Smith disfrutaba a lo grande al subirse al coche desvencijado de Rassy para acompañar a Young cuando actuaba en los cafés bohemios como el Fourth Dimension. «Me lo pasaba bomba; era el tipo de sitio al que mis padres no me dejaban ir», comentaba. Pam sabía que Neil estaba completamente absorto en su música, porque entonces meneaba la pierna hacia dentro y hacia afuera. «Casi parecía que tenía un defecto, como si llevara la rodilla atornillada y de repente le aflojaran el tornillo y se le fuera de varas; me resultaba muy entrañable. Neil estaba enfrascadísimo en su música, y yo me sentía tan orgullosa que casi no podía soportarlo… Siempre tuve fe en él y siempre le animé a seguir adelante.»

      Neil era todo un caballero. Una noche en que la pareja salió y se les hizo muy tarde, Young la acompañó hasta la puerta en vez de dejarla en la acera. «Fue genial… Mamá salió de inmediato y él se excusó por haberse demorado en llevarme a casa y le explicó el motivo. No me pusieron ninguna pega. Neil siempre fue una persona responsable.»

      Pero al cabo de cinco meses, Young acabó con la relación de golpe y porrazo. «Vino una noche y me pidió que le devolviera el anillo», comentaba Pam. «Me quedé bastante consternada.» Young intentó reactivar la relación algunos meses más tarde. El músico, siempre sin un duro, llevó a Pam a la heladería Dairy Queen. «Aquello era algo inaudito: Neil comprando cucuruchos. Me acarició la mano, me miró y me dijo que me quería, así, sin más. Yo no supe cómo encajarlo, no sabía qué decir… Y le solté: “¡Tú me quieres a mí y yo quiero un helado!” ¿No te parece patético?»

      No volvieron a ser pareja, pero Young seguiría mucho tiempo con Pam Smith en la cabeza. A parte de esa relación, su habilidad para conectar con los miembros del sexo opuesto seguía siendo pésima. Terry Crosby, un futuro Squire, recuerda una noche, estando de gira, en que las cosas se pusieron tan mal que Doug Campbell, otro candidato a Squire «se ofreció a prestarle su novia a Neil, porque él no tenía. Creo que el comportamiento de Neil venía muy condicionado por un montón de problemas de su vida personal: la polio, la ruptura de sus padres. Parecía que las cosas no acababan de funcionar. Era muy cortado con las chicas, se sentía intimidado por ellas».

      La única mujer que ocupaba un lugar preponderante en la vida de Neil Young —Rassy— no se mostraba muy predispuesta a hablar del tema. «Neil no tenía novia de ninguna clase», espetó lacónica. «Estaba demasiado ocupado con la música.»

       Yo vivía en otra dimensión, en una dimensión musical. Las vidas de los demás giraban en torno a las chicas, los bailes y el deporte. La mía, en torno a la música. Cuando iba al baile de alguna escuela, era porque tenía un bolo y esa noche me iba a sacar siete pavos y medio, joder, o la banda se iba a sacar veinticinco pavos. A eso iba yo a los bailes: a tocar, así que toda la parte del alterne me la perdí.

       Al acabar de tocar, ¡esa era una de las primeras cosas en las que te centrabas! Pero no teníamos toda la noche para ir tirando la caña como los demás que estaban allí a la que caía. Fue curiosa, mi manera de madurar: pasé de no tener ni idea de chicas y de no saber muy bien cómo relacionarme con ellas a tenerlas a todas tirándoseme encima al empezar a hacerme famoso. No sabía qué pensar de todo aquello, pero así es la vida.

       —¿Te resultaba fácil el trato con las mujeres?

       —No, para nada. No sé por qué, pero está claro que no me resultó nada fácil. Tenía algo que ver con mi madre.

       —¿Cómo llevaba Rassy el tema de las novias?

       —No es que me apoyara mucho en ese aspecto de mi vida, que digamos… No sé. No recuerdo que me diera ningún tipo de consejo importante al respecto.

       —Rassy tenía mucho carácter.

       —Era muy dominante; como todas las mujeres que he conocido en mi vida, de Pam en adelante. Me gusta que sean así. Y la gente que tiene un carácter tan fuerte, creo —sobre todo cuando eres tan joven—, creo que actúa sin darse cuenta del daño que hace; sin darse cuenta de lo que hay. Yo no tenía ningún punto de referencia por el que guiarme para saber cómo se suponía que tenía que actuar un tío, lo que tenías que tragarte y lo que no… Todavía sigo en fase de aprendizaje.

       Las chicas sentían que pasaba de ellas cuando me acompañaban a los conciertos; se crea como una especie de vacío, es como si dejara de existir, en plan: ¿Dónde cojones ha ido Neil? Y eso es algo muy angustioso.

       —«I Wonder», un tema de los Squires, habla de cómo tu chica acaba yéndose con otro. ¿Estaba inspirado en un hecho real? Pam recuerda que una vez fuiste a verla y estaba con otro chico.

       —Puede que tuviera algo