Jefe De Obra. Michele Accattoli

y, sobre todo, eliminad el juicio, poniendo en lo más alto las soluciones que os colocan en el centro de la acción, porque se trata de soluciones que habéis creado vosotros, que controláis vosotros, que habéis llevado a cabo… Vosotros.

      Cuanto más está una solución bajo vuestro directo control, en vuestra plena autonomía, tanto más debe estar arriba de la lista.

      No os contentéis con haber escrito una bonita página y esperar a que suceda algo, debéis obtener resultados válidos, ¡sed prácticos y actuad! La vida es práctica y requiere soluciones. Según sea el problema y la estrategia que pongáis en marcha, necesitaréis más o menos tiempo para poner en marcha la solución y obtener resultados reales y cuantificables: vosotros perseverad, seguid vuestro plan escrito y llegaréis hasta el resultado.

      Sois soñadores prácticos respaldados por la acción.

      Bruce Lee

      En la vida, como en la obra, existe una sola manera de resolver los problemas: convertirse en más grande que ellos, perseverando con elasticidad..

      Comencemos a considerar los errores como unas enseñanzas valiosas sobre cómo no se resuelve un problema.

      Una vez comprendido cuál es la manera en que no debemos actuar, basta con ampliar la propia consciencia y aumentar la confianza en la propia creatividad para encontrar diferentes modos de afrontar la situación.

      Actuando de esta manera venceréis de todas formas, porque aunque si debéis recomenzar desde el principio, cada vez que lo volvéis a intentar seréis mejores personas y más sabias y el tiempo os dará la razón

      1.05: LA GESTIÓN DE LAS RELACIONES LABORALES

      § Gestión de las relaciones con los subcontratistas

      Desde mi punto de vista, en las relaciones con los subcontratistas es importante solventar cualquier controversia y erradicarla desde el principio para evitar arrepentimientos o insatisfacciones escondidas y para que todo se desarrolle de manera clara e indiscutible.

      Es aconsejable subcontratar al equipo un paquete completo para un trabajo, y esto porque, en el momento en que surgiese un problema ligado a él, podréis dirigiros a la empresa y ordenar la reanudación del mismo trabajo sin endosar el problema a otros.

      Para poner un ejemplo, cuando se hacen los pavimentos de hormigón y el paquete está formado por el mismo pavimento, por el cemento ligero y la capa antirruidos, estaría bien que todo fuese suministrado y colocado por una misma empresa ya que, en el momento en que aparezcan problemas de hundimiento del pavimento o incluso el paquete no supera la verificación de la prueba acústica de pisadas, vosotros os podéis permitir llamar a un determinado equipo y ordenar la reanudación del trabajo sin que el mismo pueda decir que el problema es debido a un material caducado o a quien ha puesto el cemento aligerado, habiendo sido ellos los únicos ejecutores del paquete entero. Esto vale también para otros trabajos que enseguida os detallaré.

      § Cómo superar las divergencias

      ¿Cuántas veces os habéis encontrado delante de un colaborador vosotros con vuestras ideas, él con las suyas?

      Estáis allí discutiendo sobre las posibles ventajas, desventajas y cada uno mantiene sus propias ideas intentando arrimar al ascua su sardina y obtener el máximo beneficio. ¿Quién tendrá razón? Hay un problema: cada uno de vosotros, en base a las propias ideas y punto de vista, tiene la razón y es entonces cuando empieza la pelea.

      En este tipo de situación lo que más hace enfadar es la sensación de no ser entendidos.

      ¿No os ha ocurrido estar explicando un concepto y pensar: por qué no me entiende?

      Ser comprendidos apacigua a los hombres satisfaciendo esa necesidad colocada en los peldaños más altos de la pirámide de Maslow: el reconocimiento social de las propias habilidades y competencias.

      Hay una palabra que cambia todo: TÚ.

      ¿Sabéis lo que le interesa a vuestro interlocutor de vosotros? Digamos… poco. También él está negociando y, obviamente, se interesa sólo por él mismo.

      Intentad hacerle esta pregunta: ¿cuáles son tus exigencias? ¿Cuál es tú punto de vista? Yo te escucho, te comprendo.

      De esta manera vuestro interlocutor se sentirá más comprendido, saldrá de la trinchera. Sólo después de haber comprendido sus exigencias podéis pasar a las vuestras, para encontrar un punto de convergencia común.

      Dad reconocimiento a los demás y ellos os mostrarán reconocimiento.

      Sí queréis ser escuchados, antes de nada, escucha. Si quieres ante todo ganar, haz que ganen.

      § Desarrollar la escucha activa

      Imaginad al marido y la mujer en la cama, antes de dormir, ella, con ojos tristes dice: “Yo hablo, pero tú no escuchas” y él, sin ni siquiera mirarla dice: “… también a ti, Pucci, que tengas bonitos sueños”.

      Esta escena se repite a menudo ante muchas situaciones en muchos ámbitos de la vida y tienen que ver con la obra.

      Estamos delante de una persona con nuestro pensamiento, ella habla pero nosotros pensamos en otra cosa y cuando acaba, atacamos.

      Ya sea que se trate de una contratación o de cualquier otro tipo de comunicación, estad tranquilos que la persona que está enfrente se da cuenta.

      PRIMERO: No recibe como respuesta lo que realmente quiere.

      SEGUNDO: No se siente escuchado (que en su cabeza significa aceptado).

      Te escucho REALMENTE significa TE TENGO EN CUENTA.

      La escucha activa es la característica principal de todo líder.

      He aquí dos maneras para demostrar la escucha activa (partid de esto):

      1) Presencia física: usad vuestro cuerpo para demostrar interés, (volveos hacia quien habla, no le deis sólo una parte de vosotros, estad de frente);

      2) Presencia mental: significa prestar atención a lo que os dice vuestro interlocutor. La presencia mental se percibe con el contacto visual, no exageréis, sin embargo, podríais ponerlo nervioso.