Mantened la palabra dada, esto es importantísimo, no os comprometáis si no estáis seguros de poder acabarlo y haced todo lo posible para terminarlo cuando os habéis comprometido.
CONSEJO 7: Intentad permanecer el máximo posible en el cuadrante Q1.
El Q1, come se evidencia en el esquema de abajo, es donde pasáis el tiempo de calidad. Anticipad, por lo tanto, los trabajos importantes antes de que se conviertan en urgentes; es inútil que os diga que las cosas no importantes deben tener poco espacio en vuestra jornada… ¡no tenéis tiempo!
Cuadrantes tiempo/bienestar
Saber no es suficiente: debemos aplicar lo que sabemos.
Querer no es suficiente: ¡debemos Actuar!
Bruce Lee
§ “No tengo tiempo” es sólo una excusa
¿Sois también vosotros de aquellos que piensan a menudo que no tienen suficiente tiempo?, yo también lo pensaba, no os preocupéis, sin embargo he comprendido lo siguiente: intentad por lo menos utilizar el poco tiempo disponible de la manera apropiada, porque si se utiliza mal es, justo entonces, cuando tienen lugar los fracasos.
Lo primero que debéis empezar a pensar es que lo que hacéis lo hacéis por vosotros, para vuestro crecimiento profesional y no por un sueldo a fin de mes o para tener la aprobación de alguien.
Tenemos la estresante sensación de que el tiempo no nos llega porque mientras hacemos una cosa estamos pensando en otra, ¡no me digáis lo contrario!
Por esto aconsejo, empezad a pensar que lo hacéis por vosotros mismos, de esta manera las cosas más aburridas formarán parte del trabajo global de vuestro proyecto. Permaneced concentrados en lo que hacéis, reconoced el sentido de vuestras acciones, descubriréis que es útil y de esta manera pasaréis mejor la jornada.
Llegad con anticipación al trabajo: os conviene hacerlo (incluso si le robáis tiempo al sueño), porque cuando llegáis antes comenzáis la jornada con calma, evitando correr detrás de los trabajos que os esperan. Os da la ventaja de que relaja y tiene más valor la calma que media hora de sueño..
La diferencia entre el éxito y el fracaso se ve a menudo en los pequeños detalles..
He aquí tres pasos que darán como resultado el conseguir más tiempo y sobre todo lo convertirán en más productivo.
(Por el momento hacedlo de la manera que os he dicho, más adelante veréis que después de un tiempo todo os resultará más natural).
PASO 1: PLAN (5 minutos)
Antes de comenzar vuestra jornada, sentaos con un trozo de papel y escribid las actividades que convertirán vuestra jornada en más productiva (podéis empezar a imaginarlas en cuanto os despertéis), identificad y escribid las prioridades, ¡pensad en vuestro mejor día y recordad introducir el aspecto emotivo para comunicaros con el cerebro!
PASO 2: RECAPACITAR (1 minuto en cada hora)
Poned una alarma en vuestro reloj, cuando suene, preguntaos: ¿en la última hora he gastado mis minutos de manera productiva?
PASO 3: RESUMEN (5 minutos)
Al final de la jornada, rememorad aquellos que han funcionado, dónde habéis puesto más atención y dónde os habéis distraído. “¿Habéis hecho aquello que queríais?”, “Si no, ¿qué podríais hacer mejor al día siguiente?”.
Tened en cuenta el tiempo… reconoce la utilidad de tus pensamientos y de tus acciones y actúa en consecuencia.
§ La capacidad para resolver pequeños y grandes problemas
¡Haced que surja una buena idea!
Muchas veces sucede que nos encontramos delante de un problema que resolver pero no sabemos qué hacer..
Quizás sólo tenemos que hacer algo nuevo, cambiar nuestra forma de actuar. El problema, de hecho, es que seguimos pensando con la cabeza. No es que penar con nuestra cabeza no sea correcto, el problema es que las ideas, las auténticas, escapan del círculo normal de la racionalidad. Es posible tener ideas con la racionalidad, sin embargo, a menudo, esto requiere tiempo, esfuerzo y, sobre todo, con ella emergen ideas que están confinadas a nuestra manera de pensar (no es algo completamente nuevo).
La locura es hacer la misma cosa esperando resultados distintos.
Albert Einstein
He aquí un juego en tres puntos para que se os ocurra una bonita idea (¡de las auténticas!)
Si debéis salir del círculo de la racionalidad para idear algo totalmente nuevo, debéis estar dispuestos a jugar, ¿estáis de acuerdo?
PUNTO 1: Escribid un problema que hay que resolver.
Por ejemplo: ocuparse de una reunión, encontrar una solución a un error en el trabajo, resolver un problema en la empresa, crear un nuevo método para optimizar los tiempos, etc.
PUNTO 2: Analizad el método y las estrategias usadas hasta el momento.
Preguntaos ¿qué puedo hacer de distinta manera? Comenzad a poneros en el lugar de nuevos personajes (los primeros que se os ocurran) y haceos la siguiente pregunta: ¿Cómo resolvería XXX este problema? ¿Qué idea se le ocurriría a XXX?
(Escribir el mayor número de personajes posibles: por ejemplo compañeros de trabajo más expertos, quizás incluso muy distintos entre ellos, es más, si son muy distintos, mejor).
PUNTO 3: Escribid todo aquello que os venga a la mente.
Dejad que el bolígrafo corra sobre el folio y escribid todo aquello que os venga a la mente. Escribid sin juzgar (incluso las cosas que os parezcan más extrañas). Poned enseguida en práctica las nuevas ideas y sobre todo…
¡divertíos!
Sólo quien actúa aprende, la experiencia es la peor maestra: primero te da la lección y luego te la explica.
Oscar Wilde
Este juego es necesario para estimular la fantasía. Es uno de los métodos más rápidos para cambiar de punto de vista y encontrar enseguida nuevas ideas.
Tomad, por ejemplo, la imagen utilizada en psicología de la percepción que, según como miréis, puede parecer una mujer o un saxofón. Si continuáis observando, vuestra cabeza seguirá viendo una o el otro.
Usad el juego (y la cabeza de los demás) para que surjan nuevas ideas, esto significa asumir nuevos puntos de vista.
¡Sed hábiles para crear las soluciones que necesitáis!
Publio Escipión tenía un gran problema que resolver.
Incluso a vosotros os habrá sucedido tener que resolver un problema, ¿verdad?
Muy bien, entonces probad a poneros, por un minuto, en el puesto de Publio Escisión porque esta historia os puede proporcionar consejos importantes para resolver vuestros problemas.
Estamos en torno al año 200 a.C. y Escipión debía parar a Aníbal que, marchando desde España a través de los Pirineos, había descendido hasta Italia superando los Alpes y, una vez que llegó, había vencido a las legiones romanas en cuatro batallas principales.
¿Su arma secreta? Además de su agudeza militar tenía consigo unos elefantes que, como podéis imaginar, representaban un gran problema, un enorme problema. Nadie por ningún medio había conseguido jamás resistir a su fuerza
Delante de un ejército tan fuerte y voraz, ante una manada de elefantes, ¿qué habríais hecho?
Escipión podía continuar buscando nuevas armas para vencer a Aníbal y sus elefantes (como habían hecho muchos otros, incluso su padre, perdiendo) o intentar imaginar nuevas soluciones.
He