36 Folleto citado por Hervé Hamon. Patrick Rotman. (1988). Génération: Les années de poudre. Seuil, París, p. 223.
37 En algunos casos, la militancia feminista es vivida como sucedáneo de una vida personal fracasada: «Me he deshecho de mi novio, ya no vivo más que para el Movimiento desde que conocí el MLF [Mouvement de Libération de la Femme]. Estoy angustiada porque, si el grupo se deshace, no me quedará nada», relata una activista a Naty García Guadilla (citado por le Goff. (1998). Op. cit., p. 314).
38 «Le torchon brûle». L’Idiot liberté, n.º 1, diciembre 1970; Anne Leclerc. (1974). Parole de femme. Grasset, París, p. 19 (ambos citados en J. P. Le GOFF, op. cit., p. 321).
39 El empleo del sacaleches hace que la mujer recién parida se parezca «a una oveja del Larzac». Las flores y regalos ofrecidos a la parturienta significan: «¡Ha cumplido usted bien su papel de gallina ponedora! ¡La patria y la familia le felicitan!» (Les Chimères. (1975). Maternité esclave. Union Génerale d’Editions, París, p. 154).
40 ELENA GIANINI BELOTTI (1973). Du côté des petites filles. Des Femmes, París.
41 «Detrás de los estudiantes se encontraba una élite cultural, una intelligentsia universitaria que, desde bastante tiempo atrás, había comenzado a emplear las cátedras para transmitir el radicalismo que los jóvenes adoptarían». (Josemaría Carabante, (2018), op. cit., p. 21).
42 FRANÇOIS FURET (1996). El pasado de una ilusión: Ensayo sobre la idea comunista en el siglo XX. Fondo de Cultura Económica, México, p. 13.
43 «El “informe secreto” de febrero de 1956 trastorna de un solo golpe, en cuando se da a conocer, la posición de la idea comunista en el universo. La voz que denuncia los crímenes de Stalin ya no proviene de Occidente, sino de Moscú, y lo que es más, del sanctasanctórum de Moscú, el Kremlin. Ya no es la voz de un comunista que ha roto con su bando, sino la del primero de los comunistas del mundo, la del jefe del Partido de la Unión Soviética. […] Por ello esa voz adquiere una fuerza universal, tanto entre comunistas como entre no comunistas». (F. FURET (1996). Op. cit., p. 509).
44 «En 1968, el mundo parecía más izquierdista que nunca y fue más izquierdista de lo que sería ya en el futuro. Pero este izquierdismo era el de la Nueva Izquierda: presentaba, o acabó presentando, la revolución como un juego. La clase “redentora” no se encontraba ya en las minas y en las fábricas; se encontraba en las bibliotecas y en las aulas universitarias». (MARTIN AMIS (2004). Koba el Temible: La risa y los Veinte Millones. Anagrama, Barcelona, p. 20).
45 «Such a philosophy is extremely useful to the intellectual […] and it is the natural philosophy of student revolution». (ROGER SCRUTON (2015). Fools, Frauds, and Firebrands: Thinkers of the New Left. Bloomsbury, Londres, p. 205).
46 Ibídem. p. 208.
47 «Freud […] no se sintió llamado a formular terapias generales revolucionarias, pues consideraba insuperables los males e insuficientes todas las terapias». (JOSÉ TABERNER; CATALINA ROJAS (1985). Marcuse, Fromm, Reich: El freudomarxismo. Cincel, Madrid, p. 133).
48 SIGMUND FREUD (2004). El malestar en la cultura y otros ensayos. Alianza, Madrid, p. 30.
49 Ibídem. Op. cit., p. 33. De la misma forma, el alargamiento de la esperanza media de vida conseguido por la medicina moderna no es sinónimo de más felicidad: «¿De qué nos sirve una larga vida, si es tan miserable, tan pobre en alegrías y rica en sufrimientos […]?». (S. FREUD (2004). Op. cit., p. 34).
50 S. FREUD (2004). Op. cit., p. 28.
51 Ibídem, p. 43.
52 Citado en DAVID A. NOEBEL (1982). The Legacy of John Lennon: Charming or Harming a Generation? Thomas Nelson, Nashville (Tenn.), p. 53.
53 SIGMUND FREUD (2004). Op. cit., p. 49. La argumentación de Freud tiene, además, un matiz hoy muy políticamente incorrecto, pues da por supuesto que el sexo culturalmente creativo es el masculino, y que la mujer, en cambio, es una rémora que ancla al hombre en el instinto: «La obra cultural […] se convierte cada vez más en tarea masculina, imponiendo a los hombres dificultades crecientes y obligándoles a sublimar sus instintos, sublimación para la que las mujeres están escasamente dotadas. […] [Se hace necesaria] una adecuada distribución de la libido. La parte que [el hombre] consume para fines culturales la sustrae, sobre todo, a la mujer y a la vida sexual». (op. cit., p. 48).
54 WILHELM REICH (1972). La psychologie de masse du fascisme. Petite Bibliothéque Payot, París, p. 108.
55 «Así como Marx criminalizó a la clase capitalista, la Escuela de Fráncfort criminaliza a la clase media» (PAT BUCHANAN (2002). Op. cit., p. 81).
56 «Para despertar el interés de los niños por los asuntos sociales debemos apelar a su curiosidad sexual positiva y a su sed de conocimientos. […] Así conseguiremos su adhesión masiva en todos los países, los inmunizaremos contra las influencias reaccionarias y los vincularemos sólidamente al movimiento de liberación revolucionaria» (W. REICH. Op. cit., p. 180).
57 «Bajo el impacto de la Teoría Crítica, muchos de los miembros de la generación de los 60, la más privilegiada de la historia, se convencieron de que estaban viviendo en un infierno insoportable» (PAT BUCHANAN (2002) op. cit., p. 81).
58 HERBERT MARCUSE (1994). El hombre unidimensional: Ensayo sobre la ideología de la sociedad industrial avanzada [1964]. Ariel, Barcelona, p. 24.
59 «Falsas [son] aquellas [necesidades] que intereses sociales particulares imponen al individuo para su represión: las necesidades que perpetúan el esfuerzo, la agresividad,