Al emprender por vez primera un entrenamiento de la fuerza es importante recordar que el incremento de la fuerza entre los principiantes se debe sobre todo al efecto de aprendizaje cuya naturaleza es neuromuscular. Estos incrementos de la fuerza relacionados con factores del rendimiento tales como la mejora de la técnica para ejecutar un ejercicio específico pueden incluso darse en la primera sesión de entrenamiento. Este tipo de mejora suele experimentarse con cualquier ejercicio que sea nuevo. Después de esto, se producen cambios en la fuerza siguiendo un patrón típico:
1. Aumento de la coordinación intermuscular. Esta mejora fundamental en la cooperación general entre los distintos grupos de músculos se produce en las 2-3 primeras semanas de entrenamiento.
2. Aumento de la coordinación intramuscular. Esta mejora funcional, provocada por el aumento de la cooperación entre las fibras de un grupo de músculos específico, prosigue durante las 4-6 semanas siguientes.
3. Aumento de la hipertrofia muscular. Esta primera fase estructural de incremento significativo de la fuerza se produce como consecuencia del crecimiento del tejido muscular y durante las siguientes 6-12 semanas.
4. Estancamiento. El ritmo de mejora por motivos funcionales y estructurales decrece ahora de forma acusada. Para que continúe el proceso de crecimiento de la fuerza, es necesario determinar si el estancamiento se debe a factores neuromusculares o al crecimiento muscular, para así modificar el programa de entrenamiento de acuerdo con esto. Es en este momento cuando se hacen necesarios los conocimientos de los entrenadores expertos, sobre todo por culpa de los programas de ensayo-error iniciados al comienzo de la fase de estancamiento que pueden disminuir el rendimiento deportivo general y producir dolor o lesiones.
Aunque un enfoque relativamente poco profesional produzca incrementos en la fuerza durante el primer año de entrenamiento, no es enteramente beneficioso para el deportista, porque las mejoras pueden no ser suficientemente específicas para el deporte en cuestión. Desde el principio es vital identificar con exactitud qué capacidades relacionadas con la fuerza (como la velocidad fuerza, la técnica resistencia o la fuerza resistencia) hay que mejorar al ejecutar una serie específica de tareas individuales de un deporte concreto. Todo progreso a corto o largo plazo debe planificarse cuidadosamente para que sea eficaz, no provoque lesiones y se alcance la Maestría deportiva.
PROGRAMAS PARA PERFECCIONAR LOS MOVIMIENTOS
El rendimiento deportivo se puede describir según una interacción compleja de movimientos múltiples, de lo cual se deduce que el fenómeno fundamental que subyace en toda tarea deportiva es el movimiento. El deporte es, pues, una actividad en la que se resuelven problemas y en la que los movimientos se emplean para generar las soluciones necesarias. Estos movimientos son controlados por el sistema neuromuscular, cuyo rendimiento es el resultado de las características innatas y de la adquisición a largo plazo de habilidades mediante el entrenamiento.
El perfeccionamiento de los movimientos deportivos en el entrenamiento a largo plazo se consigue en gran medida mediante la mejora de la eficacia del sistema neuromuscular para resolver con calidad tareas motoras específicas. La capacidad para emplear con eficacia el potencial motor y tener éxito constituye la esencia de la maestría deportiva. Esta capacidad se realiza por medio de un sistema específico de movimientos, cuya composición y organización están determinadas por el tipo de actividad deportiva y las reglas de la competición. El proceso para alcanzar la maestría deportiva (PAMD) es un fenómeno de complejidad excepcional. Dentro del contexto de este libro, lo apropiado es limitar el estudio a los programas de entrenamiento que se relacionan directamente con la fuerza muscular y la organización cinesiológica del movimiento en el espacio y en el tiempo mediante:
• el aumento del resultado del trabajo de los movimientos;
• el perfeccionamiento de la estructura motriz de los movimientos;
• el perfeccionamiento de la estructura biodinámica de los movimientos.
AUMENTO DEL RESULTADO DEL TRABAJO DE LOS MOVIMIENTOS
El resultado de trabajo de un movimiento es el producto de la interacción con objetos del medio ambiente, en donde la velocidad y la dirección del movimiento dependen del carácter de la fuerza desarrollada.
Si analizamos matemáticamente el movimiento, entonces la fuerza desarrollada en cualquier instante F(t) se puede representar gráficamente (fig. 2.1). En casi todos los movimientos deportivos el comienzo y el fin de la curva de la fuerza se hallan en el eje horizontal porque el movimiento comienza y termina con una velocidad cero. El resultado de trabajo del esfuerzo se observa en el área situada debajo de la curva F(t) y por encima del intervalo de tiempo t durante el cual el peso P es superado (el área gris), o bien como la integral p = F(t).dt, donde p es el impulso (m.v) del cuerpo alcanzado durante el intervalo (ver pág. 339 para las definiciones y derivaciones). Se alcanza en principio un aumento del resultado del trabajo del movimiento mediante el incremento de esta área (p. ej., su impulso). Éste es uno de los objetivos principales del perfeccionamiento de los movimientos deportivos. Otros objetivos principales incluyen el incremento de la fuerza máxima (el pico de la F(t) en el gráfico), el incremento del ritmo de producción de fuerza máxima (la pendiente ascendente de la línea de F(t) en la fig. 2.1), y la producción de fuerza máxima en el instante apropiado. Cuando se aplica una fuerza de manera explosiva en un intervalo de tiempo corto, el rápido cambio resultante en el momento se conoce como el impulso de la fuerza (detallado en el cap. 5).
A medida que aumenta la maestría deportiva, la estructura del esfuerzo producido sufre cambios específicos en el espacio y en el tiempo que se pueden desplegar incluso dentro de un periodo relativamente corto de entrenamiento. Por ejemplo, las líneas que describen la fuerza explosiva, F(t) y F(s), obtenidas antes y después de 6 meses de entrenamiento respectivamente y que aparecen en la figura 2.2., fueron producidas por una persona que ejecutaba un movimiento con una pierna estando sentado. F(t) se refiere a la fuerza como función del tiempo y F(s) es la fuerza como función del desplazamiento.
Su coincidencia en el eje vertical corresponde al instante en que la magnitud de la fuerza es equivalente al peso de la carga desplazada. La línea F(t) muestra varias características:
• se produce una reducción del tiempo invertido en producir la fuerza máxima;
• se produce un aumento de la fuerza máxima;
• el esfuerzo máximo se produce en un punto más próximo al comienzo de la tensión muscular;
• se produce un aumento de la duración general del esfuerzo.
FIGURA 2.1 Curva de fuerza-tiempo de un peso P superado por una fuerza F(t).
Los cambios en el perfil del gráfico reflejan los patrones generales del perfeccionamiento del movimiento deportivo que fueron identificados en la investigación con deportistas de distinta especialización y nivel mediante regímenes distintos de trabajo muscular, así como con un mismo deportista durante el entrenamiento y con distintos periodos de tiempo. Los resultados experimentales demostraron que, en el entrenamiento a largo plazo, el perfeccionamiento del movimiento deportivo se produce de la forma siguiente (fig. 2.3):
1. Inicialmente hay un aumento bastante uniforme de la fuerza (comparada con el nivel inicial de la curva 1) y una reducción insignificante de la duración (fig. 2.3a, curva 2).
2. Luego, se produce un incremento significativo de la fuerza máxima y un descenso notable de la duración del movimiento (fig. 2.3a, curva 3).
3. Finalmente, se produce un incremento de la fuerza desarrollada al comienzo del esfuerzo, con cierto incremento de su máxima y un descenso del tiempo