Verdad y perdón a destiempo. Rolly Haacht. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Rolly Haacht
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Книги для детей: прочее
Год издания: 0
isbn: 9788412195330
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Louis, también en brazos de su madre. A la derecha de ella, su padre. Y abajo estaban los otros tres: Derek, Zane y él mismo. Zane se puso frente a él y lo señaló en la foto.

      —Ahí debías de tener cinco años —le dijo.

      Jake se fijó en que parecía enfadado en la foto. Tenía la boca apretada y el ceño fruncido, mientras que todos los demás sonreían. Intentó recordar el momento justo de cuando la tomaron, pero le era imposible. Era agradable ver fotos donde aparecían sus padres tan jóvenes con todos ellos.

      Zane le quitó la foto de las manos y, justo cuando iba a protestar, le tendió otra. Volvía a ser una foto en blanco y negro. En el centro había un carrito con un bebé llorando, y a cada uno de los lados estaban Derek y él. Ambos sonreían abiertamente, y cualquiera habría podido decir que eran hermanos gemelos de no ser porque Derek era un poco más alto que él.

      —Ahí tenías unos cuatro.

      Jake miró a su hermana sonriendo por lo que aquellas fotografías le estaban transmitiendo, y fue entonces cuando se dio cuenta de que ella no sonreía en absoluto. Lo miraba con los ojos muy abiertos, como a la espera de que él reconociera alguna evidencia de todo aquello.

      —¿Qué es lo que pasa? —le preguntó.

      —¿No te das cuenta?

      —¿De qué?

      —¡Pero si eres clavado a Jack! O, mejor dicho, Jack a ti. —Zane le tendió unas pocas fotos más—. ¡Mira!

      Jake siguió viéndose a sí mismo cuando era un niño. Evocó la imagen de Jack para intentar comprender a su hermana, pero él no veía ningún tipo de parecido. Además, no había ninguna donde no saliese poniendo alguna cara rara, o él solo, exceptuando la que siempre llevaba consigo doblada en la cartera y donde salía llorando. Al acordarse de aquella foto la sacó y se la mostró a su hermana mientras ambos seguían contemplando las imágenes. Zane se llevó las manos a la boca al ver la que él le daba.

      —Dios mío —dijo—. Jack se parece muchísimo a ti cuando eras pequeño.

      —Yo no veo el parecido.

      —Tú no lo has visto crecer.

      Jake se sintió como si un puñal le hubiese atravesado el pecho ante aquella afirmación. Sabía que viniendo de su hermana no era ningún tipo de reproche, pero no pudo evitar sentirse culpable.

      —Yo tengo fotos de Jack que podría enseñarte para que lo vieses —continuó Zane—. Aunque yo creo que aquí se aprecia especialmente.

      Volvió a señalar la de la cara enfurruñada.

      —¿A dónde quieres ir a parar, Zane?

      Su hermana lo miró, extrañada, como si la respuesta fuese evidente. Jake arqueó las cejas para reiterar su pregunta. Eso hizo que Zane se amedrentara un poco.

      —Bueno, yo... Se suponía que al principio Emma tenía pensado decirte que tú eras el padre, y...

      —Yo no soy el padre de Jack —replicó Jake, molesto.

      —Ya, pero...

      —¡No lo soy, Zane!

      —Pero las fotos...

      La mirada que Jake le dedicó hizo que no terminara la frase, pero es que estaba muy enfadado. En realidad, se enfadaba cada vez que alguien le recordaba a Emma.

      —Joder, Zane —dijo, abatido, al darse cuenta de que su hermana había agachado la cabeza para evitar mirarlo—. Lo siento, no quería gritarte. Pero yo no soy el padre de Jack, porque yo sé quién es en realidad su padre, así que te agradecería mucho que evitaras mencionarlo siquiera, porque eso hace que piense en cosas horribles.

      —No quería hacerte pensar en cosas del pasado, Jake, lo siento... —Zane le dedicó una mirada bastante apenada—. No sé ni por qué he pensado en esa posibilidad, perdona, de verdad.

      —Vale, no te preocupes. Será mejor que nos vayamos.

      —¿Ya?

      Jake dio una vuelta por la estancia para tranquilizarse.

      —Creía que querrías pasar el día aquí y tal vez poner un poco de orden. A menos que hayas descartado la posibilidad de reinstalarte.

      —No, no la he descartado, pero antes tengo que solucionar otras cosas.

      —Entonces, ¿seguirás durmiendo en el salón de Louis?

      —Por el momento, sí. A propósito, ¿tú sabías que tenía novia?

      —¿Sammy?

      —Sí.

      —No es su novia... O bueno, no es nada formal. Es su compañera de trabajo, ya sabes, y a veces se queda a dormir. Pero que yo sepa no hay nada más, o al menos, Louis no la trata como nada más. Nuestro hermano pequeño es bastante cabeza loca, sobre todo si sale por ahí con Robert. Ella es una chica muy maja, por cierto. Me cae genial.

      ¿No había nada formal? A Jake le había dado la sensación de que sí, pero tal vez ellos tuviesen una relación de esas que la gente llamaba relaciones abiertas. Pensó en que también tendría que hablar con Louis sobre ese asunto, sobre todo porque Zane había dicho que a veces salía por ahí con el tal Robert, y sabiendo además que ese chico trabajaba de vez en cuando en el Dix76... ¿Cómo estaría el Dix después de tantos años? No sabía si quería saberlo.

      El cuaderno que llevaba en la mano se le resbaló sin querer. Cuando lo recogió se dio cuenta de que tenía prisa, mucha prisa.

      —Yo tengo que irme ya. Voy a ir a buscar a Ari.

      —Dudo mucho que esté en casa.

      —¿Por qué?

      —Porque Kevin llegó ayer por sorpresa y Ari me dijo que pasarían el día juntos. Se va mañana.

      —¿Quién se va mañana? —preguntó, alterado.

      —Kevin —respondió su hermana con obviedad—. Volverá para Nochebuena.

      Jake sostuvo el cuaderno entre las manos y volvió a hablar:

      —Pues tengo que hablar con ella. Es importante.

      —En serio, es imposible que la localices a menos que vayas de un lado a otro de la ciudad, y, teniendo en cuenta que está de paseo con la familia, dudo mucho que el hecho de que la abordes de repente en algún centro comercial te sirva de ayuda si lo que quieres es mantener una conversación con ella. Espera unos días.

      Jake resopló frustrado porque su hermana tenía razón.

      —Me ha estado evitando desde que nos vimos en Acción de Gracias. Ni siquiera he podido preguntarle cuándo nació la niña, ni si quiere que me haga cargo de algo...

      —¿Has pensado en que hay muchas cosas que puedes preguntarme a mí?

      - - - - - - -

      Cuando por fin consiguió que su hermano se relajara, decidió recoger todas las fotos que había sacado de los álbumes y apiló estos sobre la mesa para poder llevárselos cuando Pitt la recogiera. Por último, cogió a su hermano del brazo y salió con él al porche. Una vez allí, se sentaron en el borde del escalón que daba paso al desaliñado jardín.

      —Jazzlyn nació el 22 de marzo de 1990 —comenzó diciendo.

      —Así que en tres meses cumplirá dos años.

      —Correcto.

      —Ari sabía que estaba embarazada y no me lo dijo. ¿Qué hay de eso?

      —Lo supo justo el día que decidiste marcharte. —Se quedaron en silencio durante unos minutos—. ¿Por qué crees que habría sido diferente de habértelo dicho?

      —Supongo