El estallido del tiempo. Marta Panaia. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Marta Panaia
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9788417133986
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pero también en el privado dan cuenta de una mayor diversificación de carreras y modalidades de gestión y diferentes momentos de crecimiento por región del país, sumadas a la masificación de la matrícula. Mientras que el crecimiento de la matrícula no se ve acompañado por un crecimiento de la cantidad y de la calidad de la formación docente necesaria para encarar esta mayor diversidad (Panaia, 2014).

      Dentro de los indicadores significativos que se identifican como construcción analítica en los procesos de abandono se pueden señalar cuatro sobre los cuales se pudo construir datos comparables y que resultan significativos por su volumen, partiendo de las biografías realizadas a abandonadores en los distintos Laboratorios MIG. Sin embargo, es importante aclarar que estos son procesos complejos que se desencadenan en el tiempo y que nunca tienen una sola dirección, a veces se producen bifurcaciones o pueden revertirse o interrumpirse por múltiples factores, nunca son unidireccionales y están enmarcados en el campo de fuerzas de una institución y de un sistema social; así que es difícil tipificar y cristalizar estas categorías (Panaia, 2013).

      De estos cuatro indicadores analíticos dos apuntan a identificar la existencia de una racionalidad estudiantil, entendida como relación entre medios y fines, en el proceso de abandono, que son: 1. el abandono voluntario, que puede derivar en interrupciones de cursada cuando se encara como etapa de experimentación o como cambio de carrera; y 2. el abandono involuntario que ocurre cuando la primera etapa de los estudios universitarios es vivida como moratoria; puede presentarse como aumento de duración de los estudios o cronificación, o cuando son simultáneos períodos de estudio-trabajo, donde la necesidad marca como opción prioritaria el trabajo o los ingresos y no el estudio; o cuando la elección de carrera se realiza por defecto, es decir, cuando la carrera deseada resulta inalcanzable por diversos motivos (distancia, costos, horarios, mandatos familiares, etc.). Los otros dos indicadores apuntan al reconocimiento de una racionalidad institucional, entendida como preocupación política en relación a las prácticas pedagógicas y de acompañamiento de los estudiantes al título, y serían: 3. la eficacia interna o capacidad del sistema de resolver los problemas que se plantean durante la cursada y de acompañar los estudiantes hasta lograr el título; y 4. la eficacia externa, es decir, la capacidad del título al que se aspira de proporcionar una buena inserción profesional (Panaia, 2013).

      Abandono voluntario

      El abandono estudiantil universitario voluntario se refiere al proceso de salida declarado de una institución, por una opción diferente, que es explícita o por lo menos consciente.

      Actualmente, el altísimo abandono de los estudiantes en el primer ciclo universitario, debería llamar la atención sobre estos procesos Si comparamos las cifras de los estudiantes que ingresan a la universidad y luego abandonan en los dos primeros años se observan muchas dificultades que deben superar para adaptarse a las restricciones de un sistema anómico, con mensajes contradictorios entre lo formal y lo implícito, sin reglas claras y débilmente estructurado.

      La afiliación universitaria, o sea una socialización en el nuevo sistema tan distinto a la escuela secundaria, según dice Coulon (1997) es muy difícil de realizar, en ese contexto poco definido, donde el capital escolar y social es débil. Por otra parte, estas nuevas camadas de estudiantes tienen nuevos códigos que la universidad muchas veces desconoce. Los nuevos estudiantes que salen del secundario, así como los nuevos universitarios, traen un capital cultural diferente y una débil matriz de códigos universitarios, porque no son los habituales en su medio, de manera que se hace más difícil la adaptación a un mundo de códigos implícitos como es el universitario en el que “se debe entender que es lo que no está dicho y ver lo que no se muestra” (Feluozi, 2008: 18).

      La primera etapa, que se transita en los dos primeros años, funciona como un proceso de identificación y aprendizaje de la identidad estudiantil por la individualización creciente de conductas dentro de un nuevo colectivo, donde existen distintos estilos de vida y de valores, el alejamiento relativo del hogar, a veces la mudanza a otra ciudad, la importancia de los mandatos familiares y el sentido y centralidad que se le da a la continuidad de los estudios, la mayor o menor conciencia de la elección de los estudios y del acompañamiento o no de grupos ya conocidos de pares (Dubet, 2005; Panaia, 2013).

      Sigue existiendo el prototipo de estudiante aplicado o estudioso, centrado fuertemente en el estudio, que encuentra siempre la manera de cumplir con lo demandado por los profesores, pero también aparecen perfiles donde la centralidad esta puesta en aprovechar la mayor libertad que dan los estudios universitarios en el manejo de los tiempos o en el aprovechamiento de actividades co-programáticas como las deportivas, artísticas, políticas o sociales. En algunos ámbitos existen profesores que funcionan como referentes y en cambio en otros, los profesores resultan inaccesibles. Por otra parte, esto tiene importantes variaciones por institución, por carrera y por región y hay muy pocos estudios sobre estas identidades y sus modificaciones en el tiempo (Panaia, 2015b ).

      Esta situación es típica de los estudiantes más jóvenes que cursan la universidad casi siempre a la salida de la escuela secundaria (ingresan entre los 18 y los 22 años), o con alguna etapa de experimentación en algún otro establecimiento o especialidad. Es frecuente que estos estudiantes se anoten en más de una Carrera y en más de un establecimiento y a medida que avanzan en la cursada, se decidan por alguna que les genera mayor interés o se queden con el establecimiento que les resulte más contenedor. En este perfil, el estudiante, en general ingresa soltero y una proporción importante se mantienen solteros hasta el fin de su carrera. Una proporción pequeña terminan su carrera unidos de hecho o casados. Son muy pocos los que a lo largo de una carrera con pocas interrupciones tienen un primer hijo, pierden alguno de sus progenitores y se ven obligados a trabajar o se independizan del hogar paterno.

      Una situación diferente es la de los estudiantes que ingresan a la universidad ya independizados de su hogar de origen (entre los 25 y 40 años), con un hogar formado con hijos, a veces separados de una primera pareja y con responsabilidades económicas para su sostenimiento y el de su familia, que lo obliguen a compartir estudio y trabajo.

      En estos casos las prioridades son distintas, la obligación económica condiciona muchas veces interrupciones en los estudios que muchas veces se arrastran por varios años. En los contextos económicos recesivos se observa la multiplicación de trabajos y la extensión de horarios que complican mucho más el cumplimiento de las exigencias de las instituciones académicas. Por otra parte, la extensión de la flexibilidad laboral, especialmente en algunas profesiones, con el aumento de la extensión de las horas extraordinarias, el trabajo nocturno, el trabajo por turnos, el trabajo a disponibilidad, alarga estas interrupciones hasta convertirlas en algunos casos en difíciles de superar.

      Una experiencia conocida en los Laboratorios MIG en distintas Regionales de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), pero también en Universidades Nacionales muestra como en Carreras como la Ingeniería muy valoradas en las empresas, es frecuente que se contraten a los estudiantes avanzados, tentándolos con cargos interesantes y muchas veces jerárquicos, bien remunerados y esto dificulta e impide en muchos casos el logro de título, alargando indefinidamente la finalización de la Carrera, por la dificultad de dedicar largas horas al estudio y de cumplir con las exigencias de exámenes finales.

      En este tramo etario, un caso particular los constituyen las mujeres que tienen que compatibilizar el trabajo profesional y el ciclo reproductivo y el cuidado de los niños. Las mujeres tienen, en general, una buena perfomance durante el período de formación, con pocas interrupciones y altas calificaciones. Sin embargo, tienen mayores dificultades en el acceso al mercado de trabajo y sobre todo si durante su trayectoria laboral, contraen matrimonio o terminan sus estudios ya casadas, e inician el ciclo reproductivo. En estos casos la posibilidad de interrupciones temporales tanto de la terminación de su carrera como de su ejercicio profesional, depende mucho del apoyo familiar y del tipo de pareja que construyen, para poder volver al mercado de trabajo o para finalizar sus estudios.

      En algunas profesiones, donde la competencia laboral es más dura o se desarrolla en ambientes masculinizados o típicamente masculinos, es frecuente que estas mujeres elijan por no formar una familia, ni tener hijos para facilitar la continuidad de sus trayectorias profesionales (Panaia, 2018).

      Por último, como