Si Ella Corriera. Блейк Пирс. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Блейк Пирс
Издательство: Lukeman Literary Management Ltd
Серия:
Жанр произведения: Зарубежные детективы
Год издания: 0
isbn: 9781094303888
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veintiuno, y era aún ligeramente rebelde y estaba bastante en contra de lo que su madre quería de ella. Había sido una temporada en la que Melissa había probado teñirse el cabello de púrpura. En realidad se veía bastante bien, pero Kate nunca había podido decirlo en voz alta. Había sido un tiempo desquiciante en sus vidas, incluso cuando Michael, su marido, todavía estaba vivo y podía ayudar con Melissa mientras maduraba.

      —Eso es interesante —dijo DeMarco, sacando a Kate de sus evocaciones. Bajó el teléfono y miró hacia adelante con un brillo excitado en sus ojos.

      —¿Qué es interesante? —preguntó Kate.

      —La madre de Jack es una tal Olivia Tucker. Sesenta y seis años de edad, vive en Queens. Un registro criminal inmaculado, excepto por un pequeño toque de atención.

      —¿Cuál es el toque de atención?

      —Llamaron a la policía a causa de ella hace dos años. La llamada fue hecha por Missy Tucker, la misma noche que Olivia Tucker estaba tratando de irrumpir en su casa.

      Intercambiaron una mirada. Kate sintió que parte de la tensión entre ellas comenzaba a desvanecerse. Las buenas pistas, después de todo, tenían la tendencia a juntar a los compañeros más disgustados.

      Sintiendo como si finalmente iba a algún lado, Kate giró el auto en redondo y se dirigió hacia Queens.

      CAPÍTULO CINCO

      Olivia Tucker vivía en un muy sencillo apartamento en Jackson Heights. Cuando Kate y DeMarco llegaron, estaba siendo visitada por un predicador local. Fue él quien acudió a la puerta, un negro alto que lucía triste y sombrío. Miró a las agentes de manera escéptica y suspiró suavemente.

      —¿Puedo ayudarlas, señoras?

      —Necesitamos hablar con la Sra. Tucker —dijo DeMarco—. ¿Quién es es usted?

      —Soy Leland Toombs, el pastor de su iglesia. ¿Y quiénes son ustedes?

      Ellas pasaron por la acostumbrada rutina de mostrar sus identificaciones y presentarse. Toombs dio un vacilante paso atrás y les lanzó una mirada de reproche.

      —¿Comprenden que ella se encuentra en un estado de mucha aflicción, correcto?

      —Por supuesto —dijo Kate—. Estamos intentando encontrar al asesino de su hijo y esperamos que ella pueda ser capaz de arrojar alguna luz que sirva de ayuda.

      —¿Quién es? —una voz temblorosa se dejó escuchar desde algún rincón del apartamento. Una mujer apareció saliendo de otra habitación y dirigiéndose a la puerta.

      —Es el FBI —le dijo Leland—, pero Olivia, le sugeriría que se tomara un momento para pensar si está lista para hablar con ellos.

      Olivia Tucker llegó hasta la puerta luciendo como un absoluto desastre. Sus ojos estaban rojos y se veía como si tuviera incluso problemas para caminar. Miró a Kate y DeMarco y entonces colocó una mano sobre el hombro de Toombs a fin de tranquilizarlo.

      —Sí, creo que lo necesito —dijo—. Pastor Toombs, ¿me daría un momento?

      —Creo que quizás debería estar aquí cuando hablen con usted.

      Ella sacudió su cabeza. —No. Lo aprecio, pero yo necesito hacer esta parte sola.

      Toombs frunció el ceño, y entonces miró a Kate y DeMarco. —Por favor sean amables. Ella no se está tomando esto bien —le echó a Olivia una última mirada y salió por la puerta mientras llamaba por encima de su hombro—. Por favor, llámeme si necesita algo, Olivia.

      Olivia lo observó irse y entonces, lentamente cerró la puerta detrás de ella. —Por favor, vamos a la sala de recibo.

      Su voz era suave y desigual y todavía caminaba como si sus piernas no estuvieran bastante seguras de lo que estaban haciendo.

      —¿Sabían —dijo cuando ingresaban a la sala de recibo—, que la policía me llamó y me dijo lo que había sucedido seis horas completas después de que su cuerpo fue hallado?

      —¿Por qué tanto tiempo? —preguntó Kate.

      —Supongo que ellos asumieron que Missy llamaría y me contaría. Se lo dijeron a ella primero, por supuesto. Pero fue más tarde, luego que Missy se hubo rehusado, que la policía finalmente llamó.

      —¿Está segura de que ella se rehusó? —preguntó DeMarco— Dada la naturaleza de lo que sucedió, ¿no cree que simplemente lo olvidó?

      Olivia se encogió de hombros, Pero no como un gesto de No sé . Era más un no me importa.

      —¿Lo que me quiere decir es que usted cree que Missy habría hecho algo así a propósito? —preguntó Kate.

      —Honestamente, Simplemente no lo sé. La mujer es totalmente vengativa.Yo no esperaría mucho de ella. Probablemente lo olvidó para así no tener que hablarme o, Dios la perdone, verme.

      —¿Quiere decirnos por qué parece que ella le desagrada tanto? —preguntó DeMarco.

      —Oh, a mí realmente nunca me gustó ella. Era bastante encantadora al principio, cuando estaba intentando ganarse mi simpatía. Pero en el momento en que Jack puso ese anillo de compromiso en su dedo, se convirtió en otra persona. Controladora. Manipuladora. Ella nunca ha apreciado la vida tan acomodada que tiene. Puede que haya amado a Jack de una manera intensa, enferma, y retorcida, eso no lo dudo. Pero nunca lo apreció.

      —¿Puede explicar eso un poco más? —preguntó Kate.

      —Ella siempre quería algo más, y más. Y no lo ocultaba. Todo lo que tenía, sin importar lo que fuera: chicos, un marido con buena posición, una bella casa, lo que fuera, nunca era suficiente. Nada de lo que Jack hizo fue suficientemente bueno para ella.

      Kate notó la mirada absolutamente envenenada en el rostro de Olivia a medida que hablaba. Creía cada palabra que decía. Pero basándose en el breve tiempo que Kate había pasado con Missy Tucker, encontraba todo difícil de creer.

      —¿Sabe si Jack se sentía de esta manera con respecto a ella?

      —Dios, no. Estaba tan ciego por todo. Por ella y su pequeño teatro.

      —¿Así que usted no tendría problemas en descartar la idea de que él estaría involucrado en una aventura?

      Su mirada de sorpresa era la respuesta que Kate necesitaba. Pero Olivia soltó una perlas, también. —Considerando todo por lo que he pasado en las últimas horas, ¿cómo se atreve a hacerme esa estúpida pregunta? ¿Está tratando de ser insensible y grosera?

      —Lo pregunto solo porque eso al menos nos daría algo por donde empezar a buscar. Si estaba involucrado en algo como eso, eso nos daría una serie de pistas que seguir porque francamente, ahora mismo, no tenemos testigos ni sospechosos.

      —¿Sospechosos? Cariño, ya se lo he dicho. Fue su odiosa mujer.

      Kate y DeMarco intercambiaron miradas de inquietud. Tanto si la declaración de Olivia Tucker fuera cierta o no, este caso iba a ponerse difícil antes de llevarlo a una conclusión.

      Kate dejó que el comentario quedara en el aire por un momento antes de seguir. Cuando lo hizo se aseguró de emplear las palabras cuidadosamente, escogiendo cada una muy a propósito.

      —¿Está segura? ¿Quiere hacer una declaración así de seria? —preguntó Kate— Si usted lo sostiene, tengo que considerarlo una pista y comenzar a ver a Missy Tucker como una potencial sospechosa.

      —Haga su trabajo como quiera —dijo Olivia—. Pero sé que la mujer quería algo diferente. Quería salirse de eso, pero sin el riesgo de perderlo todo en el proceso. Ahora dígame una manera más fácil de lograrlo que no sea matando a su marido.

      En toda su carrera, Kate no creía haber conocido a alguien que tuviera un odio tan ciego hacia otra persona —parientes políticos, hermanos distanciados,