¿Dónde hay que buscar la solución a este enigma? El calcio es un mineral de naturaleza alcalina que se combina muy fácilmente con los ácidos. Cuando una persona va envejeciendo y le cuesta eliminar por la orina diversos ácidos, como el ácido oxálico y otros, estos se combinan con el calcio y forman sales de calcio, con lo que se neutraliza su potencial nocividad. Si nos preocupamos de que no se produzca un estado deficitario en el metabolismo mineral y que los niveles de calcio en nuestro cuerpo se encuentren dentro de la normalidad, podremos comprobar como, hasta edades bien avanzadas, no se va a producir ninguna descalcificación anormal en el sistema óseo, pues tampoco se habrán formado calcificaciones en los vasos y en los tejidos del organismo. Veamos, ahora, qué medidas preventivas podemos tomar para evitar un envejecimiento prematuro.
Medidas preventivas recomendables
Lo primero que necesitan las personas mayores es poder abastecerse bien de oxígeno, por lo que resulta aconsejable moverse y respirar al aire libre. Para ello, servirá la práctica de un deporte que exija movimiento de un modo razonable, como los trabajos no demasiado intensos en el huerto o en el jardín, pasear por el bosque respirando aire puro o pequeñas excursiones para contemplar con serenidad montañas y valles que ofrezcan suficiente aire fresco y posibilidad de movimiento.
En segundo lugar, las personas de edad avanzada precisan una alimentación rica en hierro para que se produzca una buena oxigenación de la sangre y que funcionen con normalidad los procesos de combustión. Esto requiere tomar crudas muchas verduras y hortalizas verdes que añadiremos a las ensaladas que tomaremos a diario. La llegada de la primavera nos permitirá tomar una buena cantidad de ellas. Nos serviremos de los distintos tipos de berros y de las hojitas tiernas de las espinacas en la elaboración de las ensaladas, sin olvidarnos de la maravillosa acción de los brotes tiernos de las ortigas. La naturaleza nos brinda muchas posibilidades que nos ayudan a cubrir diariamente las necesidades antes citadas.
En tercer lugar, hay que cuidar las glándulas de secreción interna y estimularlas siempre un poco. Los cepillados diarios de la piel son beneficiosos, como las duchas o chorros de temperatura alterna, a las que, tras una aplicación bien caliente, le sigue, si es posible, un chorro de agua fresca o fría. No hay que quedarse luego con el cuerpo frío, sino que debe percibirse una agradable sensación de calor. Si no es así, es preferible prescindir de la aplicación posterior de agua fría. Otra cuestión fundamental es dormir lo suficiente, acostándonos antes de la medianoche. En este caso, el sueño resulta especialmente reparador y recuperador. Resulta mucho más fácil coger el sueño si nos acostamos temprano, siempre que uno no se encuentre demasiado cansado y agotado. Los preparados del alga kelp nos sirven de complemento al aporte alimentario de minerales. Como ha quedado suficientemente demostrado en la explicación introductoria, la combinación de una alimentación rica en calcio con un preparado biológico de este mineral no resulta de ningún modo perjudicial, sino, por el contrario, un beneficio. También constituye una buena ayuda si apoyamos de vez en cuando la actividad eliminadora renal con gotas para los riñones a fin de mejorar la eliminación de las sustancias que se eliminan por la orina.
Quienes sigan estas reglas, comiendo y bebiendo de un modo razonable, podrán llegar a viejos sin tener que padecer anquilosamientos ni quedarse impedidos. A menudo son pequeñas medidas de precaución que si se conocen y se practican bastan para mantenernos protegidos y evitar que nos veamos afectados por problemas de mayor magnitud.
Dieta contra la hipertensión arterial, la arteriosclerosis y los trastornos de la vejez
Hay una diferencia fundamental si el aumento de la presión arterial se debe a un padecimiento renal o a una pérdida de elasticidad de los vasos sanguíneos. Cuando no existe un padecimiento renal, sino que la hipertensión arterial se debe a un problema vascular, la dieta a base de arroz constituye una dieta terapéutica con excelentes y sorprendentes resultados, como sucede cuando se aplica también ante casi todas las manifestaciones del envejecimiento, teniendo siempre en cuenta que el arroz integral es mucho más efectivo que el arroz blanco usual. Una solución intermedia la constituyen los arroces de Avorio o también el arroz vaporizado, ya que ambos tipos de arroz conservan una buena parte de los componentes minerales que posee el arroz integral.
Hay que tener en cuenta que seguir una dieta de arroz no es fácil ni evidente para todo el mundo y que algunas personas la abandonan pronto, ya que los europeos estamos más acostumbrados al consumo de patatas y a los cereales autóctonos, al contrario de lo que sucede en los países orientales, que solo conocen su arroz. Ello representa una gran ventaja para dicha población, ya que quienes permanecen fieles a la dieta sencilla a base de arroz no tendrán que luchar contra la hipertensión arterial.
Como sucede que, por regla general, los pacientes hipertensos consumen cantidades excesivas de proteínas, resulta lógico limitar el consumo de alimentos ricos en proteínas, es decir, carne, huevos y queso. Si alguien cree que no va a poder renunciar a estos alimentos, por lo menos deberá tomarlos en cantidades más bien modestas. La base de la alimentación en personas hipertensas debería ser fundamentalmente la constituida por la tríada arroz-requesón-ensalada.
El arroz desempeña un papel preponderante en la recuperación de la elasticidad vascular. En cuanto al requesón, es una beneficiosa clase de alimento proteico con buen sabor que combina bien con verduras y ensaladas. Además, se puede enriquecer con diversos componentes, mejorando tanto su aporte dietético como el gustativo o el culinario. Entre ellos, resultan idóneos especialmente el rábano rusticano, además del curri y todo tipo de plantas condimenticias y zumos de verduras. En cuanto a las ensaladas, estas proporcionan las vitaminas y elementos minerales necesarios o imprescindibles.
Hace un tiempo, en América, hubo un médico que con una dieta de este tipo ayudó a muchos pacientes hipertensos. Estos enfermos no hubieran seguido en su casa una cura de este tipo, pues el riesgo de recaer en los antiguos hábitos o costumbres adquiridos en el propio hogar es demasiado grande. A través de esta cura iba desapareciendo la presión elevada, a la vez que una bonita suma de dinero, ya que en Estados Unidos las curas no resultan precisamente baratas, ni para aquellos que cobran su trabajo en dólares.
Por regla general, el éxito de una cura de este tipo se alcanza al cabo de tres o cuatro meses. De todos modos, quienes solo puedan disponer de cuatro semanas de tiempo no deberían renunciar a una larga cura de este tipo, ya que la experiencia adquirida en ella durante este tiempo les va a permitir seguirla en casa de la misma manera. Solo se necesita algo de voluntad para ser consecuente con ella. Si, además, se cuenta con la ayuda o la necesaria comprensión del cónyuge y otros miembros de la familia, será más fácil alcanzar el éxito deseado. Los consejos expuestos a continuación van a servir para establecer y esclarecer las cuestiones principales de la dieta que recomendamos.
Desayuno
No es necesario tener que consumir carne, huevos y queso para que el desayuno sea variado. Podemos emplear un sucedáneo del café y tomar pan integral o pan crujiente sueco con mantequilla o una buena margarina vegetal y miel o una confitura natural, desayuno que completaremos con un muesli de bayas y frutas de temporada y que resulta sabroso, nutritivo y refrescante.
Para variar un poco y no comer siempre fruta por la mañana, podemos beber café a base de cereales junto con un bocadillo, en el que habremos untado mantequilla o requesón y habremos añadido, en primavera, rabanitos cortados en rodajas, plantas aromáticas frescas u hojitas tiernas de lechuga bien cortadas. Así mismo, resulta beneficioso añadir ajo de oso finamente cortado, muy apreciado también en la preparación de ensaladas y de verduras al vapor y de efecto especialmente beneficioso para quienes padecen de hipertensión arterial. Si