Comida
La comida que tomamos al mediodía debe ser realmente salutífera. Esto será posible si nos guiamos por las siguientes normas.
Cocinaremos un arroz chino, enriqueceremos el requesón con rábano rusticano y prepararemos un buen plato de ensalada con cuatro o cinco tipos de ensaladas diferentes, sin olvidarnos de emplear ajo para condimentar, por su gran potencial salutífero. En primavera lo podemos sustituir por ajo de oso. Quienes estén preocupados por su fuerte sabor o por el olor que desprende luego el cuerpo pueden solucionarlo tomando posteriormente perejil.
Si vamos variando los platos de arroz podremos evitar cansarnos pronto del consumo habitual de arroz. Podemos preparar un apetitoso arroz con verduras, como hacen en Oriente, que nos va a permitir poder hacer algunas variaciones. Resultan apetitosos el arroz con calabacín, el arroz con tomate, el arroz con setas, el arroz con berenjenas y el arroz con pimientos, así como el arroz con brotes de soja. Cada uno de estos diferentes platos de arroz lo podemos tomar con requesón, que se habrá condimentado con diversas plantas finamente picadas y con un buen plato de ensalada.
De vez en cuando podemos variar y comer un arroz dulce con pasas y almendras, junto con una compota de fruta que prepararemos con fruta fresca. Para acabar, podemos beber un café de cereales con nata líquida.
Todos los platos de arroz deben mantener la estructura granulada y suelta de este cereal (que no queden pastosos, sino al dente). Si cocemos demasiado el arroz se vuelve menos apetitoso y el almidón que contiene adquiere una mayor preponderancia. Los japoneses suelen comer el arroz muy cocido, mientras que los chinos siempre procuran que quede suelto. Si queremos aumentar el sabor de los platos de arroz e introducir nuevas variaciones, podemos esparcir sobre ellos perejil finamente cortado y un poco de queso rallado, y ponerlos a gratinar en el horno.
Alforfón o trigo sarraceno
En tiempos pasados el alforfón era más conocido que en la actualidad. Debido a que su efecto beneficioso sobre la hipertensión arterial es similar a la proporcionada por el arroz, conviene ir alternando su consumo con este último. Puede prepararse de igual forma que el arroz y consumirse como este junto con el requesón y un buen plato de ensalada. Resulta ventajoso cocinar el alforfón con caldo de verduras y añadirle puré de tomate preparado en casa con plantas aromáticas finamente picadas. El puré obtenido puede dejarse enfriar y servirse frío en la cena junto con un plato de ensalada verde con tomate. Si se mezcla el puré de alforfón con cebolla, ajo y un poco de mejorana y se deja enfriar, dispondremos de una masa ideal para preparar sabrosos filetes vegetarianos.
Condimentar correctamente
La condimentación de los alimentos es un tema importante a considerar para las personas que sufren de hipertensión arterial. Un consumo excesivo de sal puede contribuir a padecer un aumento de la presión sanguínea, por lo que resulta imprescindible seguir una dieta pobre en sal, como también lo es para quienes sufren una dolencia renal. Por ello, en lugar de emplear la sal sin reparo alguno, deberemos aprender a condimentar correctamente, un arte que debe dominar el cocinero dietético. La comida no debe ser sosa, sino no despierta el apetito y resulta poco apetecible. Para condimentar empleamos rábano rusticano, perejil, mejorana, tomillo y, si es necesario, también pimiento picante o pimentón, así como curri, pues estos condimentos en cantidades modestas son mejores que la sal. También el ajo puede hacer especialmente sabrosos los platos de arroz.
El empleo moderado de la apreciada sal con plantas aromáticas nos va a facilitar la condimentación.
Bebidas
Si queremos enriquecer nuestras comidas a base de verduras con una buena bebida, elegiremos un producto que contenga ácido láctico, sobre todo un concentrado de suero láctico diluido o zumos, como el de zanahoria o el de remolacha roja. No obstante, debemos habituarnos a no beber mientras se tenga comida en la boca, ya que sino se impide una buena ensalivación del alimento y perjudicamos la predigestión que tiene lugar en la boca.
Cena
Por la noche solo se deben tomar comidas ligeras para poder dormir bien y evitar digestiones pesadas que dificulten el sueño. Por tanto, tomaremos preferentemente fruta con pan integral untado con mantequilla o una buena margarina y, como bebida, un buen sucedáneo del café. En cuanto a la fruta, podemos tomarla formando parte de un muesli o en forma de macedonia, que se preparará únicamente con frutas frescas. Como la fruta que vayamos a tomar debe ser fresca, consumiremos para ello fruta de temporada.
Quienes prefieran tomar verduras u hortalizas, en lugar de fruta, pueden comer diversos tipos de ensaladas junto con el plato frío de alforfón antes citado. También se puede tomar una sopa preparada con verduras frescas, un bocadillo y un buen plato de ensalada.
Para evitar fermentaciones intestinales, se procurará tomar por separado frutas y verduras, es decir, nunca juntas en una misma comida. A quienes nunca han seguido una alimentación de este tipo al principio les puede costar un poco habituarse a ella. Sin embargo, no es difícil acostumbrarse a ella, y vale la pena hacerlo, ya que no solo se conseguirá vencer ciertos trastornos de la salud, sino que va a servir también para preservar y cuidar mucho mejor nuestras propias fuerzas.
Dieta de arroz contra la hipertensión arterial
Desde hace tiempo es bastante usual en América seguir una dieta de arroz para combatir la hipertensión sanguínea. Ahora, un sanatorio suizo ha adoptado este método de la dieta de arroz con la misma finalidad y con el feliz resultado de que realmente hace disminuir la tensión arterial, pero con el inconveniente añadido de que produce un cierto grado de anemia en los pacientes. ¿Cuál podría ser la causa de este fiasco? Pues sencillamente hay que atribuirlo a la poca vista de utilizar arroz blanco, ya que no resulta adecuado para hacer una dieta de este tipo. Al haber quitado su cubierta (pulido), que le confiere la cualidad integral, resulta un arroz devaluado desde el punto de vista dietético, ya que puede dar lugar a un estado deficitario, como es el conocido caso de la enfermedad carencial del beriberi. Si se desea hacer una dieta solo a base de arroz, este debe ser totalmente natural, es decir, integral. Solo así podremos aprovechar todo su valor y podremos hacer disminuir la presión sin ocasionar ningún perjuicio. Es importante también en el día a día que el arroz que comamos sea integral; su consumo resulta ventajoso frente al arroz blanco, ya que el integral contiene 9,5 veces más minerales (sales nutritivas), lo que le confiere un elevado valor alimentario. En el proceso de refinado, que convierte el arroz natural integral en arroz blanco, no solo se pierde la cubierta externa de celulosa, sino también, lamentablemente, la valiosa, sabrosa y fina cubierta plateada y el germen que contiene el grano de arroz. Con ello se consigue que el arroz adquiera un bonito aspecto blanquecino, pero resta con un valor dietético-nutritivo reducido. Es un secreto a voces que la parte del grano de arroz que se quita no se echa a la basura, sino que es aprovechada por la industria farmacéutica en la elaboración de remedios reconstituyentes o reforzadores. Así funcionan las cosas entre bastidores, pero es bueno levantar un poco el telón para ver lo que realmente sucede y poder sacar conclusiones provechosas para la salud.
Regulación de la presión arterial con arroz integral
Es un hecho probado que el consumo de arroz integral posibilita la regulación de la presión arterial. Una dieta de arroz nos irá bien tanto en casos de hipertensión como de hipotensión. Por lo tanto, sería un error no hacer uso del efecto beneficioso del arroz integral, tanto en un caso como en el otro. No hace mucho recibí un escrito de un amigo de Alemania que había resuelto con éxito la gran hipertensión que padecía gracias a la recomendación