Apuntes de Historia de la Iglesia 6. Antonio Pérez-Mosso Nenninger. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Antonio Pérez-Mosso Nenninger
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9788418467295
Скачать книгу
no solo llevó a crear –tal como se hizo– focos de futura conflictividad en el mundo del proletariado, sino que también hizo crecer las burguesías urbanas, que adquieren ya un poder social independiente del poder autocrático (por las ideas, dinero, prensa ...) y son cada vez más discrepantes con él, más liberales. Así lo expresa Bushkovitch:

      El patente aislamiento internacional de Rusia, que ha perdido en los años 1880 su tradicional alianza con Prusia por apoyar ésta a Austria en la disputa con San Petersburgo por la hegemonía en los Balcanes, así como la mala relación con Inglaterra por su penetración en Asia desde el Norte de la India, llevarán a la autocrática Rusia a la alianza de mutua defensa con la Francia de la IIIª República firmada en 1893. El adversario común las unía. Y el deseo de desquite por la derrota en la guerra francoprusiana seguía muy vivo en Francia.

      Organización de la oposición política al régimen

      Lenin (1870-1924) sostenía que el partido había ser sobre todo clandestino, de revolucionarios profesionales. Otros, liderados por Martov, discrepan: el partido ha de ser más amplio. Lenin gana la votación por muy escaso margen. Fue una escisión entre intelectuales: los mayoritarios o bolcheviques, y los minoritarios o mencheviques. Éstos sostenían que la revolución socialista había de venir espontánea, por obra de la previa revolución liberal burguesa que está trayendo el capitalismo a Rusia. Lenin disentía radicalmente: no hay que aguardar, se han de emplear todos los medios, legales o violentos, para provocarla. Mientras tanto, aún eran muy pocos los activistas obreros. Uno de los más relevantes activistas e intelectuales del grupo, y también de origen alto burgués, es León Trotski (1879-1949), alineado entonces con los mencheviques.

      Otro grupo antizarista era el de los eseritas o social-revolucionarios (SR), constituidos en partido en 1901 y provenientes en su mayoría del fracasado intento en los años 1870 de organizar políticamente al campesinado ruso según la visión de Chernishevski. Se aproximan entonces a los marxistas para la proyectada revolución, pero sin arraigo campesino, con la mayoría de sus seguidores en las fábricas de las ciudades. Carentes de pensamiento definido, recurren entonces, además de a la agitación en las fábricas, al terrorismo con su Organización de Combate. Gran número de funcionarios del gobierno morirán en atentados.

      Los últimos en organizarse políticamente fueron los liberales, Pertenecientes a las clases elevadas y medias (banqueros, fabricantes, periodistas...), toman a finales del XIX notable impulso por el desarrollo económico y la apertura a las ideas del Occidente de la época. Incluso el mismo Ministerio de Finanzas promueve sus asociaciones en las que se debaten cada vez más claramente las cuestiones políticas siguiendo un curso similar al de las burguesías de Occidente que, poseedoras del poder económico, pugnan también por acceder al poder político.

      En este contexto, surge un grupo clandestino de activistas liberales, que se oponen al terror y los métodos revolucionarios. Pasan a la ilegalidad convencidos de que de otro modo no han de conseguir gran cosa. De contrabando introducen en Rusia publicaciones afines. En las principales capitales se forman grupos similares, aunque de tendencias bastante diversas, lo que les resta unidad de acción pese a ser el grupo político contrario a la autocracia zarista más numeroso.

      A estas dificultades para el gobierno se sumaron: 1) el complejo problema de la diversidad de pueblos englobados en el imperio ruso: al Oeste, el polaco, nunca verdaderamente asimilado; y al Sur, distintas etnias (de georgianos, armenios, azeríes ...); 2) la derrota frente al Japón que sin previa declaración de guerra ha hundido en febrero de 1904 la mayor parte de la escuadra rusa en su base de Port Artur en el Extremo Oriente; 3) el asesinato en junio de 1904 de Plehve, jefe del gobierno, por un eserita.

      Los esfuerzos gubernamentales por contener las oposiciones políticas surgidas en las capitales resultaban insuficientes ante la creciente audiencia que comienzan a prestar los obreros urbanos a las incitaciones de eseritas y marxistas (“socialdemócratas”). En esta situación, la policía política de Moscú crea un sindicato de trabajadores secretamente controlado por ella. Aparece como su sincero líder el pope Georgi Gapón, al que sigue una multitud entusiasta de trabajadores. Se produce entonces una huelga espontánea en las gigantescas fábricas de Moscú, y numerosos obreros acuden al palacio del zar a presentar sus quejas y pedir ayuda. Gapón, temeroso de perder el apoyo de los trabajadores, no se opone a la manifestación y decide encabezarla a la espera de que algo haga el zar. Pero cuando la multitud desarmada se acerca a las puertas del palacio de invierno (enero 1905), el gobierno pierde el temple y ordena disparar contra ella. Mueren más de cien personas, y muchas más fueron heridas.

      La Revolución de 1905-1907. La Duma

      La revolución que estalla a continuación fue de gran complejidad. Pronto a la enorme agitación de las ciudades se suma por primera vez la general de las aldeas. Por lo común, las clases medias liberales, aunque sólo pasivamente, apoyaban estos levantamientos.

      Mientras esto sucede, la agitación crece. Sólo en San Petersburgo, en 1905, se declara en huelga casi un millón de obreros. En las aldeas, por todo el país, se multiplican las ocupaciones de tierras y los asaltos a las casas de la nobleza. Zonas enteras quedan sin control sometidas al bandidaje.