Sin embargo, existen otros inteligentes entre nosotros que saben leer ejemplarmente su contexto, que identifican cómo salir adelante con los recursos y capacidades con que cuentan y sobre todo que se sobreponen a condiciones adversas en una variedad de ámbitos. Estos inteligentes inundan nuestra vida, están en cualquier lugar, lo mismo en el gobierno que en la iniciativa privada, en asociaciones civiles y en un sinfín de actividades y responsabilidades sumamente transversales para cualquier actividad en nuestro país.
Estos otros inteligentes, los que mueven al país y a la economía, se empeñan diligentemente en aprovechar las relaciones, en mantener a flote sus organizaciones con los recursos existentes y a encontrar los caminos que hacen posible el logro de sus objetivos. Para estos inteligentes que se desvelan encontrando el cómo sí, para ellos todo el apoyo y consideración, pero sobre todo, la recomendación de fortalecer la paciencia y resiliencia.
En las circunstancias de incertidumbre presupuestal que se perciben en el país para el 2019, se recrudece la necesidad de la interacción interinstitucional, de reconocer que se deben encontrar soluciones más creativas y eficaces, propuestas que sin duda deberán buscar atender lo humanamente atendible en las mejores condiciones de calidad y transparencia.
Hoy más que nunca, la inteligencia de muchos ciudadanos deberá ponerse a prueba, tanto de aquellos a quienes corresponden las decisiones estratégicas de nuestra nación como de los que viviremos sus consecuencias, con la plena consciencia de que las propias limitaciones y las del entorno económico nacional y global empujan, incluso exigen, actuar congruentemente en bien de nuestro querido México.
En #DesdeCabina me resisto a creer que no podamos hacer que todos aquellos inteligentes que nos rodean —estemos o no en este grupo de mexicanos—, logren sacar adelante a esta valiosa nación. Sigamos haciendo que las cosas sucedan. ¶
18 de diciembre de 2018
La unaq en el espacio, pero con los pies en la tierra
Cuando llenaba las baterías emocionales con el Día de la familia del pasado fin de semana, llegó a mi mente una sencilla reflexión: todos tenemos diversas familias, además de las biológicas —en el sentido de las que proporciona la convivencia humana, en donde las afinidades entrelazan a las personas de manera significativa—; se trata de familias que integramos en nuestra actividad laboral, deportiva o de intereses diversos; personas con las que reímos, sufrimos y que nos hacen crecer de maneras diferentes a como lo hacemos con nuestras familias biológicas. Una de mis familias es la Universidad Aeronáutica de Querétaro (unaq) y este martes quiero compartir un logro más de esta comunidad a quien he visto crecer junto conmigo y a quien le tengo un respeto y cariño muy especiales.
El fin de semana antepasado, además de que los chicos U-Fly lograron el tricampeonato en la competencia de aeromodelismo, presenciamos un evento igualmente alentador, el lanzamiento del primer nanosatélite desarrollado por estudiantes y profesores de la unaq. El hecho, al igual que muchos otros en nuestra corta vida universitaria, marca un hito más en el trayecto que vislumbramos para convertirnos en una institución referente, nacional e internacionalmente, por sus impactos educativos, económicos y tecnológicos. Pero el significado de este importante logro para nuestra institución es aún más grande: 17 estudiantes y siete profesores, junto con investigadores de la empresa AI-Systems MXSpace, participaron en esta misión, apoyados con fondos públicos del Programa de Estímulos a la Innovación (pei) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (conacyt). La participación de este equipo buscó no sólo iniciar nuestro trabajo en esa “carrera espacial”, detonada por diversos actores nacionales —entre los que se encuentran la Agencia Espacial Mexicana—, sino que, además, nuestra institución busca desarrollar capacidades y experiencia para, en un futuro, participar en proyectos de mayor complejidad tecnológica. Lo importante es empezar y no detenerse.
Otra de las enseñanzas que nos dejan estas participaciones, es la importancia de ser conscientes, como institución y como familia, de que cualquier cosa que nos propongamos iniciar, por compleja que sea, la debemos concluir; por tanto, quiero externar mi orgullo y admiración a este grupo de estudiantes, compañeros profesores y empresarios visionarios por ¡tener iniciativa, pero, sobre todo, “terminativa”!; por atreverse a soñar, más aún, por comprometerse a materializar esos sueños.
Finalmente —sin dejar de lado mi interés por la reflexión que semanalmente pretendo provocar—, como cualquier familia, en donde la diversidad de sus miembros plantea grandes retos por sí misma, los éxitos de unos, así como los retos y contrariedades de otros, deben festejarse, compartirse para generar aprendizaje, pero sobre todo deben provocar un estado permanente de trabajo y conciencia de mejorar, de seguir creciendo, de entender que sin importar la velocidad, se debe seguir avanzando, siendo ejemplo y sobre todo compartiendo con el resto de la familia, para hacerla crecer e invitarla a volar mucho más alto, pero siempre con los pies en la tierra. ¶
6 de marzo de 2018
Los países más educados y sus política públicas
Es interesante invertir en uno mismo, ya sea porque se ha implementado un régimen alimenticio diferente, porque se ha iniciado la práctica de algún deporte, de un nuevo hobby o porque se ha retomado la formación continua —que debería ser permanente—. Este último es mi caso, ya que inicié mi participación en un diplomado en Intervenciones y políticas públicas, cuyas primeras sesiones me hicieron reflexionar sobre ese importante papel que desempeñan las políticas públicas y su implementación, y de manera particular en educación.
Dicho lo anterior, esta semana en #DesdeCabina compartiré una reflexión sobre aquellos países con sendos ejemplos de política educativa exitosamente implementada, tema abordado en el diplomado, pero sobre todo expuesto en el último reporte de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (ocde), liberado en el World Economic Forum,1 acerca de los países más educados: “These are the most educated countries in the world” es el título en inglés del reporte en cuestión.
Empecemos por definir lo que significa para la ocde el término “países más educados”: según el organismo internacional, son aquellos países en los que un alto porcentaje de ciudadanos alcanzan y concluyen la educación terciaria o de nivel superior. Para tal efecto, las naciones con mejores resultados han implementado políticas públicas de Estado, no sólo de periodo de gobierno, y han generado tales impactos en sus sociedades que hoy resultan un ejemplo para otras.
El primer lugar lo ocupa Corea del Sur (un país con poco más de 51 millones de habitantes), con un gasto en educación primaria, secundaria y terciaria (con énfasis en las ciencias y la tecnología) que se incrementó un 10% entre 2005 y 2014; hoy en Corea del Sur, siete de cada diez habitantes alcanzan el nivel terciario de educación (para edades entre 23-34 años), es decir, cuentan con una carrera profesional.
El segundo lugar lo ocupa Canadá, con un 60.6 % de personas con nivel de educación superior, seguido muy de cerca por Japón con un 60.1 % de sus habitantes que acceden a la educación superior y la concluyen. El cuarto y quinto lugar lo ocupan Lituania y Reino Unido con 54.9 % y 52.0 % respectivamente. Estados Unidos ocupa el lugar número diez con 47 % de sus habitantes con educación terciaria, superado por Australia, Noruega, Suiza y Luxemburgo.
La media para la ocde es de 43.1 % y debajo de este rasero se encuentra una cantidad importante de países latinoamericanos, incluyendo a México que ocupa el lugar 37 en la lista general. El reporte, además, muestra gráficos muy interesantes