Desde cabina. Jorge Gutiérrez de Velasco Rodríguez. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Jorge Gutiérrez de Velasco Rodríguez
Издательство: Bookwire
Серия: Vos Téknika
Жанр произведения: Языкознание
Год издания: 0
isbn: 9786079878122
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es hablar de todo: de profesores, de ideas, de acción, de visión, de vinculación, de otros y de uno mismo; de grandes anhelos y crueles realidades; pero siempre es hablar de grandes oportunidades.

      A mis profesores, con cariño

      Sin el ánimo de comparar el título de este texto con el sentido de aquella película To Sir, with Love (conocida en México como Al maestro, con cariño, protagonizada por Sidney Poitier), sí quiero expresar mi admiración y, sobre todo, mi respeto por todos los profesores de México.

      En el más simple de los sentidos, todos somos maestros, pero no todos podemos ser profesores, me dijo alguna vez un maestro de primaria. En aquel entonces, a mis escasos diez años de edad, no alcanzaba a entender plenamente el significado de esas palabras; pero sí se me grabó la frase que con vehemencia nos dejaba el profesor Arnulfo. Quién diría que años después habría de involucrarme en la docencia y después en la gestión educativa universitaria.

      Hoy entiendo, de aquella frase del profesor Arnulfo, que todos podemos ser maestros, ya que de muy diversas maneras enseñamos, transmitimos conocimiento e, incluso, comportamientos; pero no todos podemos ser profesores. Es aquí donde me quiero entretener.

      Hoy, la responsabilidad que tienen los docentes es mayúscula. Deben contar con el dominio de su materia y deben saber transmitirla; es decir, contar con aquellas habilidades que les permitan enseñar y generar conocimientos y aprendizajes significativos en muy diversos contextos y ante una muy amplia variedad de estudiantes; significa, además, asumir un papel de tutor o acompañante —diría yo—, ya que como profesor se vive la trayectoria y el devenir de nuestros estudiantes, se juega el papel de amigo, consejero y asesor. Por otro lado, este importante rol, el de ser profesor, hoy en día también significa participar activamente en acciones de gestión académico-administrativas, desarrollo tecnológico, educación continua y muchas más. Al presente, resulta sumamente retador el papel real y actual de un profesor en nuestro país.

      Para finalizar, quiero centrarme en el papel ejemplar que nuestros profesores deben potenciar para servir a sus estudiantes. En ese cúmulo de actitudes y comportamientos que hacen la diferencia entre los profesores eficientes y aquellos que son excepcionales; entre los que nos transmiten conocimientos y los que nos transforman en seres pensantes; entre aquellos que recordamos por ser estrictos y aquellos que dejan una huella imborrable en nuestra personalidad. En mi opinión, este es el verdadero papel de un profesor: sembrar una semilla en sus estudiantes y provocar que ellos no únicamente quieran cultivarla y convertirla en un árbol fuerte, sino en provocar que la conviertan, a su vez, en un bosque pleno y profundo que transforme su realidad.

      Gracias a todos mis profesores, propios y compañeros, amigos y ejemplos de vida, seres cuya vida, presencia e historia han marcado la mía, permitiéndome marcar algunas más. ¶

      15 de mayo de 2017

      1 Reforma educativa, implementada en el gobierno de Enrique Peña Nieto, que implicó transformaciones laborales, de evaluación, sindicales y programáticas, culminó con su publicación en el Diario Oficial de la Federación (Acuerdo número 07/06/17). N. del E.

      Creación de valor, una propuesta

      Hace casi dos años fui invitado a formar parte de la Academia de Ingeniería México (aim), una organización de académicos, científicos y tecnólogos que buscan aportar valor al país, desde sus muy diversos ámbitos y experiencias profesionales, a través del impacto innovador de su trabajo. Convertirse en miembro de la Academia de Ingeniería se consigue después de vivir un proceso riguroso de acceso al que, por invitación, pueden aplicar ingenieros, científicos o tecnólogos mexicanos o extranjeros que radican en nuestro país y que han contribuido a mejorar la realidad de nuestra nación.

      A pesar de mis incipientes participaciones desde entonces, hace algunos días tuve la oportunidad de ser parte, como comentarista en mi calidad de Académico Titular, de la ceremonia de ingreso de un académico mexicano con una trayectoria muy destacada como tecnólogo, inventor e investigador en nuestro país, el doctor Jorge Cortés. El hoy Académico Titular de la Comisión de Especialidad Biomédica, presentó un trabajo innovador titulado “De la fórmula a la creación de valor”, en el que explica un modelo de gestión de la innovación de la ingeniería en nuestro país. Su propuesta se descompone en tres etapas claramente explicadas y sobre todo con el sentido común que da la experiencia de haberlas vivido, como quien platica sobre el Camino de Santiago habiendo caminado algunas de sus rutas hasta llegar a Santiago de Compostela.

      La etapa de Observación Tecnológica y Determinación de la Edad de la Industria —la primera en el modelo—, permite desglosar el contexto de la innovación que se pretende abordar. El detalle y rigor con que se desarrolle esta etapa, permitirá determinar —según la propuesta del autor—, el ciclo de vida e innovación del producto o servicio que se habrá de inventar.

      La Invención de un Sistema con Valores Tecnológicos y su Protección Industrial es la etapa en la que se presenta, una vez gestada en la etapa anterior, la invención o innovación. El ingeniero debe entender el ciclo de vida del bien a innovar y, sobre todo, desglosar las etapas que habrá de seguir hasta llegar al mercado. La protección de la propiedad intelectual derivada de su invención es sin duda un elemento que no debe perderse de vista, así como todas aquellas responsabilidades derivadas del registro y utilización de dicha propiedad intelectual.

      Como última etapa en el modelo presentado por el doctor Cortés, se encuentra el Emprendimiento de Líneas de Negocio Competitivas que Inicien Ciclos Tecnológicos. Es en esta etapa cuando la invención o innovación es puesta en el mercado y se detona el ciclo tecnológico del producto.

      A lo largo de estas tres etapas, el doctor Cortés explica de manera sintética el valor del impacto que los ingenieros debemos dar a la sociedad y a la economía global en la que nuestro país se desenvuelve, promoviendo así el papel de la ingeniería y sus ejecutores, los ingenieros, quienes debemos dejar de ser simples usuarios de la tecnología para convertirnos en dosificadores de valor y cultivadores de la innovación como elemento fundamental para aportar ventajas competitivas a los productos hechos en México.

      Es aquí donde mi reflexión semanal cobra forma: ¿será posible que cualquiera en nuestro país —ingenieros, abogados, médicos, políticos y de preferencia candidatos—, pueda generar valor a lo que hace, no sólo desde una óptica de innovación por sí misma, sino para dignificar este hermoso país que reclama a gritos —y a veces a sombrerazos— soluciones a los problemas y diferencias sociales que vivimos desde hace décadas? Todos podemos generar valor, ¡sigamos algún modelo, el que sea, pero hagámoslo ya! ¶

      12 de junio de 2018

      Los inteligentes que nos rodean

      A muchos nos causa especial admiración coincidir con personas —de cualquier edad, condición social o nivel educativo— con particulares capacidades intelectuales, personas que lo mismo pueden recitar cifras de pi y hacer cálculos mentales con sorprendente velocidad y exactitud que lanzar el aire versos de Neruda y pasajes completos del Quijote; personas que tocan instrumentos musicales, se expresan de manera fluida en varios idiomas e incluso ostentan varios grados académicos a temprana edad; seres extraños que parecen no requerir esfuerzo alguno para resolver problemas,