A lo largo de su breve historia, la unaq ha buscado implementar aquellas mejores prácticas que busquen distinguirla en el universo de las instituciones de educación superior públicas y privadas de México, no por el hecho de hacerla diferente, sino por la intención de mantenerla cumpliendo el objetivo para el cual fue creada: apoyar el desarrollo del sector aeronáutico nacional. En este esfuerzo, muchos paradigmas han tenido que superarse, para que desde el ámbito de la educación superior pública se hayan podido desarrollar programas de formación técnica, programas universitarios de tsu e ingeniería, e incluso de maestría para formar a los profesionales e investigadores que el sector demanda con una velocidad, versatilidad y pertinencia que han contribuido, entre otras cosas, a que Querétaro se haya convertido en los últimos años en el cuarto destino de inversión aeronáutica del mundo.
Pero el modelo pertinente, estrechamente vinculado con una infraestructura lo más cercana a la realidad de un sector, aún sigue bajo prueba. Para los modelos de evaluación de la calidad educativa de nuestro país, un programa educativo de buena calidad debe exhibir mucho más que equipamiento e instalaciones, debe involucrar procesos de mejoramiento de la capacidad docente, de atención y acompañamiento de los estudiantes y, sobre todo, el compromiso fehaciente de toda la comunidad universitaria, no sólo de su planta docente: este es el camino que la unaq ha emprendido desde hace varios años.
Prueba del interés que ha despertado el modelo de la unaq es que organizaciones educativas de países como El Salvador, Costa Rica, República Dominicana, Colombia, Malasia, Tailandia, Canadá, Estados Unidos y Francia han participado en misiones académicas y diplomáticas en las que se busca entender y emular, con las adaptaciones pertinentes en cada región, la experiencia de esta institución universitaria.
Aún falta mucho por hacer, pero ya en vuelo ha quedado claro que el comportamiento de la aeronave ha sido más enriquecedor que aquel que se identificó en 2005, cuando la Universidad Aeronáutica en Querétaro apenas era una idea. ¶
21 de noviembre de 2017
Universidad Aeronáutica en Querétaro vi Para el anecdotario
Cualquier historia digna de contarse tiene un sinnúmero de momentos, de instantes en donde las personas y las circunstancias se combinan para regalarnos recuerdos imborrables, lecciones en las que lo magnifico se mezcla sutilmente con la realidad para recordarnos la grandeza de las obras de los hombres. En esta entrega resumiré algunas anécdotas que han dejado huella en nuestra institución y su gente.
Nosotros no tenemos algo así en Francia
Cuando concluyó la ceremonia de inauguración del Campus Franco Mexicano de formaciones aeronáuticas, el 11 de abril de 2014, realizada por los presidentes Francois Hollande de Francia y Enrique Peña Nieto de México, nos encontramos con varios ministros franceses a la salida de un breve recorrido por las instalaciones. Con cierta naturalidad, el presidente francés comentó a los ministros: “Nosotros no tenemos algo así en Francia; necesito que cuando regresen hagamos algo igual” refiriéndose al Campus Franco Mexicano. Sin duda, se trata de un reconocimiento a la gestión y al esfuerzo de implementación del proyecto, primero por la presencia de dos mandatarios en una institución pública queretana y segundo por la identificación de capacidades deseables en su país y observadas en una institución mexicana.
La unaq, única institución en el mundo con dos B737-200
Una gran mayoría de esfuerzos de gestión, además de persistencia o resiliencia, requieren de una buena dosis de arrojo. En 2013 llegó a oídos de la unaq que dos aviones B737 se encontraban disponibles para ser entregados en donación a quien tuviera la disposición de “ir por ellos a Tijuana, B.C.”. Con la disposición por delante, el equipo de la unaq solicitó al donador recibirlos en Querétaro. Después de un año de pláticas se decidió analizar el riesgo de volar las aeronaves bajo responsabilidad de la institución. Una vez realizados los servicios de mantenimiento a las dos aeronaves, contratar la tripulación que las volaría en vuelo ferry (en vacío) previa gestión con la autoridad aeronáutica en enero de 2014 voló el primer B737; aterrizó satisfactoriamente, se desmontaron componentes electrónicos y se llevaron a Tijuana para instalar en el segundo, el cual voló y aterrizó en Querétaro. De esta manera fue como la unaq se convirtió en la única institución en el mundo con dos Boeing B737-200 que llegaron volando. Persistencia más voluntad, más arrojo, la fórmula que lo logró.
Gracias a la unaq
Existe cualquier cantidad de reconocimientos y anécdotas, relacionadas con la creación o construcción del organismo, de la llegada o partida de su gente, del trabajo que ha significado alcanzar alguna de las metas que se han planteado a lo largo de los años; sin embargo, las que más recuerdo, y por fortuna se repiten año con año, son las que tienen que ver con lo que la Universidad ha hecho por sus estudiantes. Una mañana salía de un desayuno en conocido restaurante en el centro histórico de nuestra ciudad y se acercó una señora de edad avanzada con un gesto algo adusto para su edad; de inmediato me inquirió con cierto tono acusador: “¿Es usted el rector de la unaq?”, “Así es, a sus órdenes, señora” —respondí, preparándome para la siguiente pregunta o comentario—: “Le quiero agradecer a nombre de toda mi familia lo que hizo la universidad por mi nieto Juan, estaba perdido y cuando ingreso a la unaq se volvió responsable y hoy ha viajado por Francia, Alemania y Estados Unidos por su trabajo,la unaq nos cambió la vida”, concluyó la señora con lágrimas asomando sus ojos. Este en realidad es el mayor reconocimiento que podemos tener las instituciones, y la mejor de las anécdotas. ¶
28 de noviembre de 2017
Universidad Aeronáutica en Querétaro vii La esencia
Sin duda que una parte fundamental de las organizaciones son las personas, quienes las operan, las cuidan, las proyectan y les ponen un sello característico. Lo que las hace únicas es el clima organizacional y sus resultados, que invariablemente son un reflejo de dichas personas, por lo tanto su adn, esa esencia que caracteriza a las instituciones educativas se impregna en todo aquello que la involucra, en sus logros, en sus egresados y por supuesto en su historia.
Cuando encomendaron a un servidor la tarea de modelar el organismo que hoy se conoce como unaq, procuré imprimir en tal paradigma que se creaba mi propia experiencia y visión crítica como estudiante universitario, mis peripecias como profesor y directivo académico en una institución de educación superior igualmente pública y, sobre todo, intenté visualizar una institución con base en los mejores ejemplos existentes en el momento de la concepción, tanto públicos como privados, nacionales y extranjeros.
En dicho modelo, la pertinencia de las formaciones, ya sea técnicas, universitarias o de posgrado, no sólo debía ser evidenciada desde el diseño curricular propiamente dicho, sino en cualquier momento de la ejecución de los programas educativos, en la infraestructura y sobre todo en la implementación de una realidad educativa que desarrollara competencias y habilidades para formar profesionales e investigadores para un sector altamente especializado y global. Las implicaciones de la pertinencia debían ir más allá de únicamente gestionar adquisiciones, donaciones específicas o laboratorios fuera de lo tradicional; en la realidad han significado entre otras cosas, la ejecución de procesos administrativos, logísticos y de fiscalización, también fuera de lo tradicional, actuando en ocasiones como ente privado, pero siempre dentro del marco normativo; en el equipo de trabajo esto lo describimos