Desde cabina. Jorge Gutiérrez de Velasco Rodríguez. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Jorge Gutiérrez de Velasco Rodríguez
Издательство: Bookwire
Серия: Vos Téknika
Жанр произведения: Языкознание
Год издания: 0
isbn: 9786079878122
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recepción y atención a visitantes, por mencionar sólo algunos.

      También en el trayecto edificador de nuestra organización se ha impregnado un paradigma que estoy seguro de que cualquiera que ha emprendido un proyecto de gran calado ha encontrado en el camino, me refiero a recibir la ayuda y el apoyo de otros. La necesidad de recibir apoyo y colaboración por parte de un sinnúmero de personas y organizaciones nacionales y extranjeras que han sumado sus capacidades, su cariño, su confianza y su pasión a nuestra institución, han conformado uno de los grandes valores de nuestra universidad, la colaboración. Cuando la unaq comparte y colabora, de mil y un maneras, no sólo lo hace con sus manos, su infraestructura o sus capacidades, lo hace con el corazón. Para nosotros, colaborar no está asociado a la importancia, antigüedad o interés específico de quien se acerca a nuestra institución o de quien toca a su puerta; colaborar para nosotros significa ofrecer a la unaq como su casa, y como cualquiera que ofrece su casa, ofrece oportunidades, retos y crecimiento mutuos.

      No podría obviar uno de los grandes valores que caracterizan la esencia de nuestra organización educativa: la visión con sentido. Para la unaq transformar sus ideas en proyectos y realidades es la suma del planteamiento de objetivos con pertinencia, con voluntad por que las cosas sucedan y sobre todo con amplio sentido de colaboración e impacto institucional y sectorial.

      En resumen, la pertinencia con visión y sentido social llevada a la realidad, es el resultado de hacer que las cosas sucedan mediante la colaboración sin fronteras, esa es nuestra esencia. ¶

      1 de diciembre de 2017

      Universidad Aeronáutica en Querétaro viii Los nuevos retos en el plan de vuelo

      Pensar en una institución universitaria que no busque perdurar, que no quiera tener más impacto, es como sentarse a ver pasar aviones, imaginar volar en ellos y jamás atreverse a surcar el cielo al mando de la aeronave.

      La historia de la unaq ha estado plagada de retos y ha generado paradigmas; sin embargo, no se puede mantener un plan de vuelo en medio de grandes turbulencias y condiciones adversas —incluso, no se debe—, es por tal motivo que nuestra institución en el 2010 sentó las bases de su crecimiento en un Plan de Desarrollo Institucional (pdi) cuya visión la posiciona como una referencia nacional e internacional debido, entre otras cosas, a los positivos impactos educativos, económicos y sociales que ha producido hacia el final de la década.

      Para hacer realidad esa visión, la Universidad emprendió una serie de estrategias que detonaron la creación de nuevos programas educativos, la implementación de un sistema integral de gestión y la búsqueda de relaciones nacionales e internacionales, entre otras cosas, que le permitieran generar capacidades académicas y de gestión que la posicionarán hacia una consolidación institucional. Sin embargo, como normalmente sucede en la vida real, los planes deben adaptarse durante la ejecución debido a imponderables diversos y hoy la institución debe sumar nuevos retos al plan de vuelo.

      Uno de estos retos es la viabilidad financiera. Es importante reconocer el apoyo financiero que la unaq ha tenido siempre por parte de todos los niveles de gobierno; sin embargo, soy un firme creyente de que las propias instituciones deben generar la capacidad para financiar una buena parte de su desarrollo y no permanecer a expensas de los subsidios. Hoy, gracias a la venta de servicios tecnológicos, de educación continua y de consultoría, en conjunto con las cuotas estudiantiles, la universidad genera el equivalente a una tercera parte de lo que recibe en subsidios. El plan para el final de la década es que se genere la mitad de lo que la institución gaste, por lo que la estrategia de consolidar una unidad de negocios para venta de servicios es parte de las acciones que se refuerzan y amplían de manera consistente.

      Contar con los recursos para consolidar el área académica es vital para proyectar a la institución hacia su reconocimiento académico internacional, esto conlleva una permanente inversión en el desarrollo de las capacidades docentes, en infraestructura educativa y sobre todo en la estandarización de procesos académico-administrativos que promuevan la permanencia y éxito de los estudiantes durante su trayecto universitario. Este es justamente el reto sustancial de la universidad, consolidar capacidades académicas que permitan un crecimiento de la oferta educativa, de manera ágil pero ordenada, manteniendo siempre la pertinencia de opciones educativas y utilizando nuevas tecnologías de enseñanza que permitan ampliar las capacidades y cobertura de la institución.

      No menos importante es la consolidación organizacional de la Universidad; sobrevivir a los cambios y mantener la esencia deberá ser una premisa permanente en la vida institucional; contar con las condiciones de desarrollo, reconocimiento y sentido de pertenencia de todos los trabajadores sin duda permitirá no sólo construir un excelente lugar para trabajar, sino seguir siendo relevante para la sociedad en su conjunto. Por ello, no dejaremos de construir, con el apoyo de las autoridades, un modelo organizacional que permanentemente se adapte y crezca con el sector al que atiende.

      Sin duda queda mucho por volar, mucho por consolidar, pero lo alcanzado en esta primera década deja constancia del trabajo, cariño y pasión de muchas personas y de muchas familias que han contribuido a crear este cielo de oportunidades llamado Universidad Aeronáutica en Querétaro.

      Seguimos tomando altura, gracias por volar con nosotros. ¶

      5 de diciembre de 2017

      Ampliar círculos, no sólo cerrarlos

      Qué importante es concluir aquello que se inicia, cuánta falta hace a muchos de nosotros —me incluyo, por supuesto— esa disciplina para terminar un proyecto, acabar una tarea postergada, tomar aquella decisión pendiente o simplemente cerrar un capítulo en nuestras vidas. Sin embargo, más allá de sólo cerrar un círculo, deberíamos de ampliarlo, siempre y cuando, exista una justificación para hacerlo.

      El pasado viernes, en nuestra primera ceremonia de graduación del año, tuvimos la oportunidad de entregar a la sociedad mexicana 93 graduados de formaciones universitarias de Técnico Superior Universitario (tsu), Ingeniería (ing) y Maestría; y digo sociedad mexicana porque nuestros graduados no sólo se incorporan de cualquiera de las 32 entidades de la República Mexicana para estudiar en la unaq, sino porque además cuando concluyen su formación, se ubican, un 86 % de ellos, en posiciones laborales igualmente en cualquier lugar de la República o incluso en el extranjero. Estos 93 graduados cerraron un círculo importantísimo en su vida: la conclusión de sus estudios universitarios. Y sin embargo, están abriendo uno nuevo o, mejor, ampliando ese que abrieron cuando decidieron formarse en esta institución educativa para el sector aeroespacial mexicano

      “Ampliar círculos” —si me permiten la expresión—, debe llevarnos a entender la vida como un ir y venir, a replantear nuestra propia visión sobre los círculos; debe invitarnos a entender cuáles son