Huenun Ñamku. M. Inez Hilger. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: M. Inez Hilger
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Социология
Год издания: 0
isbn: 9789561427556
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del árbol y el otro extremo es amarrado a una trampa. Debido a la posición inclinada del árbol más el peso del cordel, la trampa es puesta a descansar a una corta distancia de la base del árbol.

      La carnada, por lo general carne cruda, es colocada en la trampa y amarrada a ella. Después, gracias a una instalación ingeniosa, un poste vertical soporta a dos horizontales. Estos tres postes mantienen al avellano en una posición doblada y tendida y esto crea la trampa. Ninguna amarra es hecha en ninguna parte. Ahora los hombres se van a casa.

      Más temprano que tarde, un puma aparece. Alcanza la carnada y mientras se la come él mismo la tira y como consecuencia los tres postes colapsan. Su colapso hace ceder al árbol; el árbol se mueve y al hacerlo contrae la trampa sobre el puma, generalmente por su cuello, pronto el puma cuelga en el aire. “Y así es como funciona un wachi”.

      Huenun continuó: “Hubo un tiempo cuando se podría esperar un puma a cualquier hora del día y en cualquier parte. Hoy, ellos se arrastran fuera de sus madrigueras solo por las noches. Buscan ovejas para chuparles la sangre. Es por esta razón que nosotros acorralamos nuestras ovejas cuando baja el sol. Si alrededor de un lugar durante dos mañanas consecutivas son vistas huellas de un puma, o si la sangre de alguna oveja ha sido succionada, tenemos que construir una trampa para agarrarlo. Esta trampa es diferente a la del wachi, pero también es de un antiguo tipo mapuche; nunca falla para atrapar al puma. Es construida para proteger a las ovejas, ¡pero de seguro para atrapar al puma!” Dibujó un diagrama y señaló que la trampa es un cerco redondo con una entrada angosta; en verdad, es un pasadizo ciego; es un poquito más grande que el ancho del cuerpo de un puma, pero más largo que su cuerpo. Para construirlo, árboles fuertes son plantados sólidamente en la tierra tendiendo ligeramente hacia afuera.

      Trampa para puma.

      Su posición tendida evita que el puma salte sobre ellos hacia el cerco. Los árboles son sostenidos en esa posición mediante parras entrelazadas; dos filas en la parte inferior y dos en la superior. Cualquier abertura que pueda aparecer después que el entrelazado sea hecho, será tapada muy bien con palos y matorrales que el puma no puede empujar en su camino al cerco. Sin embargo, algunos lugares serán entresacados de los árboles por aquí y por acá, de modo que el puma pueda ver las ovejas adentro. “He visto a un puma dar vueltas y vueltas alrededor de un cerco, oliendo cada vez que vislumbraba a las ovejas”, dijo Huenun en voz baja, y también abriendo sus narices y oliendo. “Finalmente, el puma encuentra lo que a él le parece una entrada y se arrastra a ella. Un puma es inteligente, pero el hombre puede ser más listo que él. Una vez que está en el pasillo, que él supone es una entrada, se da cuenta que es un pasadizo angosto y ciego, mucho más largo que su cuerpo. El puma no puede darse vuelta y debe salir marcha atrás. Cuando lo hace, un hombre que ha estado en vigía lo apuñala con una lanza. Nuestra familia poseía dicha lanza, la compramos a un pariente que las fabricaba. Las fabricaba de monedas de hierro y plata que había obtenido al negociar con personas que no eran mapuche.

      “Me contaron que la esposa de mi suegro apuñaló a un puma —generalmente, las mujeres no hieren a los animales. Esto sucedió cuando la esposa de mi suegro y otra mujer estaban en la ruka [vivienda] solas. La otra mujer al ver al puma colapsó de temor, pero mi suegra salió y lo apuñaló justo cuando estaba saliendo marcha atrás de la trampa. Ella atravesó su corazón con la lanza. Yo nunca he atrapado a un puma de esta manera; mi abuelo sí. De hecho, lo vi instalar una trampa tal que atrapó siete pumas con ella. Ahora debo decirles cómo atrapamos y le tendemos trampas a los pájaros, y después me debo ir a casa”.

      Los pájaros son atrapados con una cuestión parecida a una escalera hecha amarrando juntos los árboles. Huenun había usado parras para amarrar las partes. Generalmente, la escalera tiene una extensión de dos brazos de largo y uno de ancho. Cuando se coloca como trampa, un extremo se pone en el suelo a un ángulo mayor de cuarenta y cinco grados, y es reforzado en esa posición con un poste. Un extremo del cordel, hecho de pelo de caballo torcido, es amarrado al medio del poste mientras que el otro extremo es sostenido por quien lo atrapa. Este último se sienta silenciosamente más allá a una distancia corta. Semillas de pastos silvestres y/o trigo son amontonadas en una pila directamente bajo la escalera; estas son esparcidas al azar por los bordes para atraer a los pájaros. Cuando varios pájaros están comiendo bajo la escalera, el hombre tira el cordel. De este modo, desengancha la escalera y atrapa a los pájaros que están bajo ella. “¿Están los pájaros muertos o solo aturdidos?”, pregunté.

      “¡Muertos! ¡Indudablemente, la mayoría muertos!” dijo Huenun. “¡La escalera es pesada!”.

      Habíamos visto a pequeñas niñas mapuche atrapar palomas de una manera similar, pero las palomas estaban solo aturdidas; sin embargo, las niñas habían usado una persiana en vez de una escalera. Ese día, todos comimos palomas para la cena.

      Huenun dijo que, para hacer caer a los pájaros, un hombre hace un lazo corredizo en un extremo de un cordel de pelo de caballo fino y extiende el lazo en el suelo. Para sostenerlo en su posición, coloca un pedazo de madera o una roca justo sobre el nudo en curso. Coloca semillas adentro de la trampa que sirven como carnada. Después, pone palos altos en un círculo alrededor de la trampa en el suelo, con una abertura en el nudo. Debido a que un pájaro no puede ni aterrizar en los palos ni volar directamente en la trampa, el pájaro caminará a través de la abertura y llegará inmediatamente a ella. El hombre, que ha estado sosteniendo el otro extremo del cordel a una distancia corta, tira del cordel y cierra la trampa a la altura de las patas del pájaro cuando está sacando la semilla.

      Luego le pregunté a Huenun cómo son atrapados el pudú, un venado pequeño y rojizo [Pudu pudu o Cervus humilis] y el armadillo —los mapuche lo llaman “peludo” [Euphractus sexcinctus]. Él respondió: “En un momento, los pudúes eran bastantes en nuestro territorio; hoy, hay muy pocos de ellos. Muy de vez en cuando uno ve huellas de alguno de ellos —se parecen a las de las ovejas, pero son mucho más pequeñas. Los pudúes no han sido cazados en lo que llevo viviendo. Y nunca he visto un peludo. ¿Tiene patas el peludo? ¿Dice usted cuatro patas? Oh sí, ahora sí: es el animal que se enrolla en sí mismo cuando es atacado, o se esconde en un hoyo en la tierra. Lo hace excavando tanta tierra suelta que queda entre las capas de su espalda que nadie lo puede tirar fuera de su hoyo. Me han dicho que hay muchos peludos en el lado argentino de la cordillera. Pero no sé nada de cómo cazarlos. Ahora me debo ir a casa. Cae la oscuridad en estas montañas. ¿Desean que yo venga nuevamente?”.

      Había deseado que Huenun nos pidiera volver porque yo creía que en él teníamos a un informante inteligente, de libre pensamiento y confiable. Margaret tenía la misma opinión. Le contesté, “Si usted puede venir aquí día por medio, Huenun, nosotras nos quedaremos en Panguipulli por un tiempo. No soy dada a adulaciones, pero le quiero decir que lo encontramos un hombre inteligente y confiable”.

      Rápidamente respondió, “Les agradezco ese cumplido. Y les quiero decir que cuando el padre Sigisfredo me las presentó, inmediatamente yo reconocí que ustedes tenían inteligencia suficiente para saber que yo tenía algo. Pasado mañana estaré aquí a las nueve de la mañana”.

      Con esto terminó nuestra primera entrevista con Huenun. Margaret escribió en su cuaderno, “¡La entrevista de hoy terminó como una fiesta de admiración mutua!”.

      Huenun no había pensado que se le debería pagar por la información que nos había dado. Sin embargo, él estuvo de acuerdo en que sería justo recibir el pago que obtendría si estuviese trabajando en un fundo —un campo de propiedad de un chileno. Le pagamos en moneda chilena, como corresponde. Más adelante, descubrimos que las cosas materiales, en especial la comida, eran más aceptadas que el dinero en efectivo. Se despidió con un adiós, y se fue a su hogar.

      CAPÍTULO II

      Transcribiendo notas de campo

      Si era factible, al día siguiente de una entrevista Margaret y yo traspasábamos las notas que habíamos tomado el día anterior —este día en particular, transcribimos nuestras notas sobre la pesca y caza. Por experiencias de campo previas, había aprendido