Camilo, un sanado herido. Consuelo Santamaría Repiso. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Consuelo Santamaría Repiso
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9788428835183
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actual, con heridas actuales y con métodos sanadores adaptados a la mentalidad de su tiempo, pero con un fondo resiliente, creativo y provocador que a Consuelo le atraía y le gustaba. Siguió leyendo, conociendo, escuchando a los camilos y sus orígenes, y en su mente se fue perfilando un claro ejemplo de lo que es un sanador herido, hasta que escribió estas páginas, que son expresión agradecida del que es un modelo al que seguir. Camilo es para ella un ejemplo de un sanador herido, de modo que, con esta clave, escribió estas páginas que son expresión agradecida de lo que ha recibido a través de la formación, la búsqueda y la experiencia.

      JOSÉ CARLOS BERMEJO

      INTRODUCCIÓN

      Profundizar en la vida de san Camilo despierta en mí un profundo agradecimiento. Hace veinticinco años no sabía que existía; hoy escribo un pequeño libro sobre él. ¿Cómo es posible? Nunca hubiese pensado hacerlo, pero, a medida que por una razón u otra he ido profundizando en la vida de este personaje, completamente diferente a los «santos» que había conocido anteriormente, me fue apasionando.

      Hombre incomparablemente distinto a los demás, aventurero, viajero, bohemio, jugador, pero también un hombre que sabe comprometerse, que sabe alentar a otros para luchar por el sentido de sus vidas, profundamente arriesgado e inquieto, cabezota y testarudo, maternal en su relación con los pobres, formador y sanador. Estos rasgos de su personalidad, que analizaremos más adelante, me sorprendieron y fui descubriendo su pasión por la vida, por los enfermos. Consecuentemente, le vi como un «gigante» que regalaba su vida por el bien de los otros.

      He de confesar que el personaje me fue fascinando y, cuando descubrí su infancia, su proceso de búsqueda desde su orfandad, cuando investigué en su adolescencia y juventud turbulenta, llena de rebeldía, de dolor, de adicción al juego y de desencantos, y cuando seguí explorando su madurez y su evolución como persona, me hechizó su capacidad de dar sentido a sus heridas, y desde ellas me sedujo su capacidad para llenar de contenido coherente y generoso sus vacíos y, precisamente desde sus heridas, convertirse en un sanador herido.

      No pretendo hacer una biografía, ni un análisis histórico, ni una investigación, no, esa no es mi pretensión; simplemente aspiro a hacer una reflexión sobre el sentido de las crisis humanas como medio para convertirlas en oportunidades desde la persona de san Camilo, quien, a pesar de nacer justo en la mitad del siglo XVI, sus crisis y heridas son las del siglo XXI.

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      EL PERSONAJE

      1. Generalidades. La Italia de san Camilo

      Camilo de Lelis nació en los Abruzos (Italia). Es una de las regiones italianas de la zona central, con montañas. Actualmente, la región de los Abruzos es llamada «la región verde de Europa», porque cuenta con tres parques nacionales que amparan y preservan la supervivencia de más de setenta especies protegidas de animales de Europa, así como la flora mediterránea, también protegida. La región es llamada la tierra del oro amarillo, por el azafrán. Hacer la ruta del azafrán constituye para los amantes de la naturaleza uno de los recorridos más bonitos de Italia, sobre todo cuando la flor del azafrán se torna violeta, ya que proporciona una panorámica para los sentidos extraordinaria.

      El territorio, de una gran belleza, está rodeado por el mar Adriático al este y los Apeninos al oeste, destacando el Appennino Abruzzese, con alturas de unos 3.000 metros.

      Burke, en su libro El Renacimiento italiano: cultura y sociedad en Italia, analiza la sociedad de comienzos del Renacimiento. Durante el siglo XV, la población se polarizaba en dos clases sociales: los ricos, entre los que se encontraban los nobles, ciudadanos de plenos derechos, y los pobres, sin derechos. Se daba gran importancia al estudio, sobre todo de las obras clásicas que se traducían del latín y el griego.

      Durante el siglo XVI Italia se urbanizó. Las ciudades tenían una gran densidad de población para la época, ya que podían censarse más de 10.000 personas, y por ello la sociedad se fue haciendo cada vez más compleja, porque no solo estaban los nobles, sino los artistas, los artesanos y los comerciantes. Se desarrolla el lujo y, en consecuencia, aparecen nuevas necesidades y gastos.

      Las mujeres atendían a los hijos, siempre subyugadas, sometidas y dominadas por los hombres. A pesar de la diversidad profesional que empieza a surgir en esta época, no se tomó conciencia del concepto de «sociedad» hasta finales del siglo XVII.

      Podemos decir que durante el siglo XVI, siglo en que nace Camilo (1550), había diferencias sociales, ya que las clases se determinaban en tres grupos:

      - los nobles, políticos y militares;

      - los religiosos;

      - los trabajadores.

      Esto conduce a una clasificación social muy básica de ricos, de personas de medio nivel y de pobres. Sin embargo, en las últimas décadas del siglo XVI, el aumento de la pobreza se hace muy evidente. Las ciudades se ven ocupadas por indigentes menesterosos y hambrientos. También comienzan a producirse revueltas campesinas, con saqueos, piratería, profanación de iglesias, incendios...

      Junto a estos acontecimientos internos debido a la pobreza de la gente, Italia, a pesar de ser una potencia rica, entra en conflicto exterior con España y Francia, sobre todo por las ansias de expansión de los tres países. Surgen serios problemas dinásticos, como los que tiene con Francia. Por todo ello Italia tiene guerras internas, con debilidad política, y se presenta ante países vecinos como punto de mira para ser conquistada, motivo por el que comienzan muchas guerras.

      Otro elemento devastador en la historia del Renacimiento es el ocasionado por los contagios de enfermedades. La más destructora fue la peste. Era temida no solo por sus síntomas, sino por su fatal desenlace. Ante este problema social y humanitario, Camilo se moviliza para afrontar tan terribles sucesos, que no solo destruyen el cuerpo, sino que arrasan con la convivencia social y familiar, ya que los contagiados eran excluidos, echados de sus hogares y abandonados a su propio dolor; los apestados eran temidos y aniquilados en muchas ocasiones.

      Para hacernos idea, tomo los datos de Epidemiología mundial (1502-1952), que clasifica las epidemias y enfermedades a lo largo de la historia. Hago referencia a los datos de los años correspondientes al nacimiento y muerte de Camilo (25 de mayo de 1550 - 14 de julio de 1614) y solo los que afectaron a Italia:

      1550 - Peste militar en Europa.

      1566 - Terrible peste (¿bubónica?) en Hungría, que se propagó por Europa.

      1577 - Peste bubónica en Milán, Italia.

      1584 - Peste en distintos lugares de Europa.

      1590 - Tifus exantemático en Valladolid y gripe en Roma, que mató a 60.000 personas.

      1591 - Peste en París y Roma (¿bubónica?).

      Las diferencias sociales se acrecientan con las epidemias y enfermedades de la época. Esto lleva consigo un cambio de mentalidad. Para algunos personajes idealistas, soñadores, altruistas y comprometidos con un ideal humanitario, esta situación les provoca un acercamiento al apestado para ayudarle a vivir su sufrimiento; en el otro extremo están aquellos a los que les incita a huir y separarse de todo aquel o aquello que puede dañar la salud y el estatus social personal o familiar.

      En el primer grupo se sitúan claramente Camilo de Lelis y sus seguidores, los cuales se acercan al enfermo apestado aun a riesgo de sus propias vidas.

      Las epidemias y la peste no solo afectaron y afectan hoy día a los enfermos, sino a la sociedad en su conjunto en todos sus ámbitos, tales como la esfera relacional, los ambientes comunitarios y las circunstancias económicas. Recuerdo que, en Sierra Leona, en pleno brote del ébola, la vida social se paralizó. Las motos que suelen hacer las veces de taxis dejaron de llevar personas, ya que el contacto podía suponer contagio; los acontecimientos deportivos, el baile, las manifestaciones de afecto y cariño estaban prohibidas; las escuelas, cerradas; la venta ambulante de frutas, también prohibida, entre otras muchas alteraciones, como falta