Cuando tú dices Yo Soy, reconoces el poder que destruye toda barrera y oposición. El ser humano es como un león muerto de hambre en la selva. Rompería cualquier cosa para obtener la comida. La conciencia rompería en pedazos a su mejor amigo para salirse con las suya.
En todo elemento Astral hay el elemento del deseo humano. A menos que la mente se cierre completamente al Mundo Astral, se encontrará uno constantemente interrumpido en toda buena decisión, porque se le habrá dejado la puerta abierta a una fuerza mucho más sutil que toda fuerza que haya en el mundo físico. Muchos piensan que hay fuerzas buenas en el Mundo Astral; yo te digo que ninguna fuerza que venga del Mundo Astral es jamás buena. Cualquier fuerza buena que parezca venir de allí, ha fabricado su propio túnel para poder pasar.
En primer lugar, ¿qué forma el Mundo Astral? No hay sino un solo lugar donde se pueda albergar una creación indeseable humana, y es en el próximo escalón de actividad humana: El Reino Astral. Este plano de actividad astral contiene todas las formas indeseables acumuladas a través de los siglos. De manera que es fácil ver que nada bueno puede salir de contacto alguno con el plano Astral. No contiene absolutamente nada del Cristo.
Algunos tienen una confusión que denominan «La Estrella Astral», pero eso está errado. Se llama en realidad «La Estrella Astrea». Este es un ser cósmico de la Cuarta Esfera, y cuyo trabajo es el de consumir todo lo más posible de lo que pertenezca al Reino Astral, como también el de llamar la atención de individuos atraídos al Plano Astral. Este gran ser, al fin y al cabo, aclara la comprensión de estos individuos y disuelve sus deseos de mantener algún contacto con ese reino infeliz. No hay niños en el Plano Astral. El hogar de los niños que dejan la Tierra es el Plano Etérico. La gente encarnada, cuando está dormida, se encuentra en la misma esfera que los desencarnados.
La Presencia Yo Soy posee una conciencia autosostenedora de tal magnitud, que si uno sale con ella al dormirse, se pueden alcanzar alturas increíbles. Si tú tienes conciencia de tu Yo Soy en tu conciencia exterior, y te llevas esta conciencia cuando entres a otros planos, es una presencia sostenedora increíble.
Hay un momento en la experiencia de nuestra vida en la cual tenemos necesidad del uso y reconocimiento consciente de la frase: «Yo Soy la Presencia de Dios en acción». Cuando tú tengas esa conciencia y la lleves voluntariamente a través del velo del sueño, tu alma fuera del cuerpo actúa con poderes ilimitados.
Suponiendo que en el estado de vigilia tengas necesidad de algo, antes de dormirte puedes muy bien expresar lo siguiente: A través del Magno Poder, e Inteligencia que Yo Soy, mientras mi cuerpo duerme, hago el contacto necesario que me cumplirá abundantemente este requerimiento, no importa cuál sea.
Debes conocer que esta actividad autosostenida no puede fallar en absoluto, y que es una forma grandiosa de poner en movimiento a la Presencia Yo Soy, ya que cualquier cosa que el Yo Soy ordene mientras el cuerpo duerma tiene que ser obedecido. Yo conocí un caso en que había necesidad de protección. El que la usó tenía cierta conciencia de la Presencia. El individuo cayó por un barranco, pero la Presencia Yo Soy al instante construyó una forma que atrapó al individuo y lo puso a salvo antes que la caída continuara.
Cuando se tiene conciencia espiritual y se va a cualquier ambiente donde exista peligro, debe hacerse un tratamiento rápido para su propia protección, ya que mientras uno no haya ascendido, el cuerpo tiene tendencia de contactar el pensamiento exterior de la humanidad. Si el estudiante sube una montaña, debe hacer un trabajo protector, consistente en afirmaciones protectoras. Si mantiene siempre esa labor protectora puede muy bien evitar la destrucción de terceros.
Ejemplo: «Dios es el poder omnipotente protegiendo y dirigiendo este avión (barco, tren o carro), de manera que se mueva en una zona absolutamente a salvo». En el camino tienes que estar en acción consciente todo el tiempo. Habrá
quienes piensan que esto significa temor, pero no es así; por el contrario, es el reconocimiento del Poder Protector Omnipresente.
Dios todo lo ve y todo lo conoce. Él mira hacia adelante y evita contactos indeseables. Cuando tú digas: «Dios está manejando este vehículo» la vista divina va delante mirando cuadras y kilómetros y vendrá el impulso de salir a vías libres de interrupciones de tráfico. Nuestro paso será sin obstrucción de ninguna clase porque es Dios quien está manejando el vehículo.
Hay dos motivos que causan accidentes en los estudiantes. El primero, que enfadándose, dejan abierta su aura y la puerta Astral. Segundo, que se olvidan de hacer el trabajito protector. Cada vez que hacemos algo con actitud positiva y dinámica, el exterior va adquiriendo más confianza, más fe y no puede fallar.
Otra forma de protegerse es la de proyectar el cinturón electrónico en contorno nuestro o de terceros, diciendo: «Yo Soy el cinturón o el anillo o el círculo protector alrededor mío (o de fulano)» . Ese cinturón electrónico se forma al instante y es impenetrable e invulnerable a toda cosa negativa. Date cuenta que cuando tú dices Yo Soy, lo que quiera que tú ordenes es Todopoderoso e instantáneamente cumplido. No puedes usar la presencia Yo Soy sin que logres actividad instantánea.
Repite a menudo: «Yo Soy la inteligencia protectora omnipresente y omnipotente que gobierna esta mente y este cuerpo». Esto es instantáneamente cumplido y en acción porque has dicho Yo Soy. El Yo Soy que está en todas partes presente está en ese punto haciendo el trabajo en ese momento. Esta es la forma como pones en acción la Todopoderosa presencia Yo Soy, por los medios más directos. Ella es todo en todos. Y recuérdale a tu conciencia exterior que cuando tú dices Yo Soy has puesto en función todos los atributos de la Divinidad: estás ya en un punto en que debes ver actividad instantánea. Cuando tú dices Yo Soy, en cualquier condición, significa que se está efectuando una acción instantánea por el poder más grande del Universo. En el mismo momento en que te haces consciente de que el Yo Soy es la plena actividad de Dios, y que contiene todos los atributos de Dios, entras en pleno uso de ese magno poder.
Di a menudo: «Yo Soy la presencia que produce este hogar maestro». Cuando tú dices: «Yo Soy la ascensión de este cuerpo físico ahora», has aceptado y entrado en esa acción en el mismo instante. Cuando estás luchando por adquirir luz en acción ilimitada, estás esforzándote por lograr la cosa más grande que existe en el mundo. Llena tu mundo con la presencia Yo Soy y cuando lo hagas, siente que lo estás haciendo conscientemente.
Si tú dices en conciencia «Yo Soy la perfecta actividad de cada órgano y célula de mi cuerpo», tiene que manifestarse. Sólo tienes que estar consciente de esto y se hará. Usa a menudo «Yo Soy la perfecta salud manifestada ahora, en cada órgano de mi cuerpo». Pon tu confianza en tu Yo Soy, en vez de ponerla en una medicina exterior. No puedes decir, por ejemplo: «Yo Soy la perfecta actividad inteligente en este cuerpo» y al mismo tiempo estar pensando en que vas a tener que tomar una medicina.
Para limpiar la mente di: «Yo Soy la inteligencia perfecta activa en este cerebro». Para los ojos y oídos di:
«Yo Soy la perfecta visión mirando a través de estos ojos»; «Yo Soy la perfecta audición oyendo a través de estos oídos». Ponte a hacer estos tratamientos con empeño y no puedes fallar. Tienes las riendas, úsalas y evita toda palabra que recuerde la condición limitada anterior. Cuando estés consciente del Yo Soy, no te importa lo que haga nadie en este mundo; y no debe preocuparte otra cosa que tu propio mundo, ya que tú has realizado que el Yo Soy está en todo.
Para cuadrar el círculo usa la actividad Yo Soy. No hagas caso a lo que diga nadie. Sólo di, específicamente, lo que tú quieras producir. Repite, repite, repite: «Yo Soy la única presencia actuando en esto, Yo Soy la única presencia actuando en mi mundo».
Para encontrar cosas perdidas: «Yo Soy la inteligencia