Nadie puede preguntar: ¿Y cómo es que yo hago para calificar la energía? Todo el mundo conoce la diferencia entre lo destructivo y lo constructivo en pensamiento, sentimiento y acción.
El estudiante, al recibir esta instrucción, debe constantemente analizar el motivo que lo impele para detectar si hay algún sentimiento de orgullo intelectual, de arrogancia o de testarudez en la mente y cuerpo exterior. Si hay algún deseo solapado de discutir o de probar que la instrucción está errada, en lugar de recibir la Bendición y la Verdad, el individuo ha cerrado inconscientemente la puerta, y por el momento ha anulado su habilidad de recibir el bien ofrecido.
También quiero recordarles a los discípulos, que no obstante sus opiniones personales respecto a lo que debe ser o no la Verdad, yo he comprobado a través de muchas centurias estas instrucciones condensadas que ahora les estamos dando. Si se quiere recibir mayor beneficio posible y obtener la comprensión que da la absoluta liberación, hay que oír con una mente enteramente abierta; con la conciencia de que el Yo Soy, la activa Presencia de Dios en ti, es tu habilidad certera de recibir, aceptar y aplicar sus limitaciones, la instrucción que se te está dando, acompañada por la radiación. Esto permitirá a todos los estudiantes comprender estas sencillas, aunque magnas, aseveraciones de la Verdad, que los bendecirán y los liberarán grandemente.
Hace muchos siglos que se le repite a la humanidad: «No se puede servir a dos amos». ¿Por qué? Porque no existe sino una Inteligencia, una Presencia, un Poder que pueda actuar, y esa Presencia es Dios en ti. Cuando tú te vuelves a la manifestación exterior y crees en el poder de las apariencias, estás sirviendo a un dueño falso y usurpador que sólo encuentra una apariencia porque contiene energía de Dios, la cual está usando mal.
Tu habilidad para levantar la mano y la vida que fluye a través del sistema nervioso de tu cuerpo es Dios en Acción. Amados estudiantes, traten de utilizar esta forma sencilla de recordar a Dios en Acción dentro de ustedes.
Cuando camines por la calle piensa por un momento: Esta es la Inteligencia Divina y el Poder que me hace caminar, y ésta es la Inteligencia que me dice a dónde voy. Verás que ya no es posible que continúes sin comprender que cada movimiento que hagas es Dios en acción. Cada pensamiento en tu mente es Energía Divina que te permite pensar. Ya que sabes que éste es un hecho indiscutible (ya que no tiene discusión posible) ¿por qué no adorar y dar plena confianza, fe y aceptación a esta Magna Presencia de Dios en cada uno, en lugar de mirar la expresión externa que está calificada y coloreada por el concepto humano de las cosas?
Cada forma exterior no es sino una parte de la vida por medio de la cual cada individuo puede lograr saber el origen verdadero de su ser (esto lo aprende a través de su propia experiencia); luego vuelve a la plenitud de perfección de origen apoyado en la autoconciencia que ha adquirido.
La expresión exterior de vida no es sino un constante y cambiante cuadro que la mente exterior ha creado, presumiendo ser el actor verdadero. De modo que la atención está constantemente fija en la apariencia externa que sólo contiene imperfecciones, y lo cual ha hecho que los hijos de Dios hayan olvidado su propia Divinidad, teniendo de nuevo que regresar a ella.
Dios es el Dador, el Recibidor y el Don, y es el único Dueño de toda la Inteligencia, Sustancia, Energía y Opulencia que existen en el Universo. Si los hijos de Dios aprendieran a dar, únicamente por el gozo de dar, sea amor, dinero, servicio o lo que fuera, la expresión externa no podría carecer de una sola cosa. Sería imposible.
Lo desafortunado en la humanidad, que ha causado tanto egoísmo y condenación sin precedentes entre una y otra persona, es la insistencia en la posesión personal de las maravillosas bendiciones de Dios. No hay sino un Amor actuando, una Inteligencia, Poder y Sustancia en cada individuo, y eso es Dios. La alerta que se le puede dar a cada estudiante es contra el deseo de reclamar y apropiarse del poder para sí únicamente.
Si en cada acto de la personalidad se le diera pleno crédito y poder a Dios únicamente, ocurrirían transformaciones increíbles en aquel que así le entrega todo el crédito a quien le pertenece.
Raramente se ha logrado comprender la oferta y la demanda. Positivamente hay abundante y omnipresente oferta, pero la demanda tiene que ser estipulada antes de que la Ley del Universo le permita surgir a la expresión y uso del individuo.
El individuo, ya que tiene libre albedrío, debe hacer la petición o la demanda conscientemente y con plena determinación, y ya verá cómo no puede dejar de expresarse no importa lo que sea, siempre que el individuo mantenga una conciencia resuelta y sin debilidades. La siguiente afirmación sencilla, usada con sincera determinación, le traerá al individuo todo lo que él pueda posiblemente desear: Yo Soy la gran opulencia de Dios hecha visible en mi uso ahora y continuamente.
Elemento limitador que tantos estudiantes sienten es, por ejemplo, que ellos comienzan declarando la Verdad cuando usan la afirmación antes dicha, pero antes que hayan pasado muchas horas, si se analizan ellos conscientemente encontrarán que en sus sentimientos hay trazas de duda o temor. Estos dos sentimientos, naturalmente, neutralizan en gran parte la fuerza constructiva que traería rápidamente el deseo o la demanda.
Una vez que el estudiante puede darse cuenta de que todo buen deseo es Dios en acción impulsando su energía hacia el pleno cumplimiento, y que es autosostenida, comprenderá el amor sin límites, el poder y la inteligencia que posee y con los que podrá lograr cualquier propósito.
Con esta sencilla comprensión, la palabra fracaso sería completamente borrada de su mundo y, en poco tiempo de su conciencia, porque vería que está manejando una inteligencia y un poder que no pueden fracasar. Así, estudiantes e individuos entrarían en su pleno dominio de acuerdo con la intención de Dios.
Jamás ha sido el propósito de nuestro gran Padre, todo amor y sabiduría, que a ninguno de ellos (sus hijos) les faltara nada. Es porque ellos permiten que se les fije la atención en la apariencia exterior, la cual es como la cambiante arena del desierto. De manera que ellos consciente o inconscientemente se separan de la Gran Inteligencia y Opulencia.
Esta gran opulencia es la herencia de la cual todo el mundo puede disponer, siempre que se vuelvan de nuevo hacia el Yo Soy, el Principio Activo de Dios, eternamente dentro de nosotros mismos, como hacia la única fuente de vida activa, inteligencia y opulencia.
A través de todas las edades han existido ciertas normas de conducta, necesarias para todo estudiante que desee alcanzar ciertos logros. Se trata de la conservación y gobierno de la fuerza vital a través del sexo.
Para el individuo que ha estado usando esta energía sin pensar en gobernarla, el hecho de decir «Yo voy a dejar esto», sin la comprensión de la actitud correcta de conciencia, no sería sino simplemente suprimir un flujo de energía que él ha provocado que fluya en dirección diferente.
Para el estudiante que desea gobernarse va esta afirmación, que es lo más eficaz de todo lo que se le pudiera dar, si la usa con comprensión. Es la Magna afirmación de Jesús: «Yo Soy la Resurrección y la Vida». Esta afirmación no solamente purifica el pensamiento, sino que es la fuerza elevadora y ajustadora más poderosa que se puede usar para la corrección de lo que es la más grande de las barreras a la altura del logro espiritual. Todo el que empiece a sentir el impulso interior de corregir esta condición, y que use la afirmación continua y firmemente, elevará esta maravillosa corriente de energía hacia el punto más alto del cerebro, como fue originalmente proyectado. El individuo sentirá su mente inundada con las más maravillosas ideas, con abundante poder sostenedor y con habilidad, que sale a la expresión y uso, para bendecir a toda la humanidad.
Yo le pido a cualquier estudiante que observe y ensaye los resultados en su mente y cuerpo. Sientan profundamente el dicho de Jesús: «Yo Soy la Resurrección y la Vida», repitiendo tres veces en