El estudiante sincero, que está descubriendo la Luz, tiene que calificar todo lo que hay a su alrededor con la calidad de su Presencia Yo Soy, sin importar qué apariencia tenga.
Si por causa del miedo crees que hay una Presencia perturbadora, sólo tú eres el causante, porque si existiera alguna Presencia perturbadora y tú la calificaras con la Presencia Yo Soy, verías que es improbable que ella te pueda trastornar. Dado que no hay sino una sola energía actuando, en el mismo momento en que tú sabes que ella es la Presencia Yo Soy, has modificado aquella actividad con perfección.
La esperanza es una vigorosa conciencia calificadora. La viva esperanza es algo maravilloso, pues siempre precipita o manifiesta. A lo largo de los siglos el hombre ha tejido un manto que le oculta las esferas superiores. Ahora bien, el sentido común y la razón dicen que si él ha creado este manto entonces él puede destruirlo.
Una poderosa emanación ha surgido hacia los estudiantes; esta emanación se mantendrá hasta que ellos reciban el trabajo que hoy se ha pronunciado. Pero algo que se debe profundizar es transmitirles, por medio del pensamiento-sentimiento creativo, la sencillez, facilidad y certeza con que puede ser materializada la idea. Esta acción detendrá la pregunta: «¿lo conseguiré?», y en su lugar se formulará un «yo puedo» y Yo Soy. Ante cualquier afirmación y resolución añadan su deseo de guardar el recuerdo de cada experiencia así como los resultados.
De tiempo en tiempo, si los estudiantes se esfuerzan recibirán una la iluminación que les otorgará toda la confianza necesaria. Manténganse aferrados a una idea y estén seguros de que cualquier conocimiento que necesiten se presentará instantáneamente.
No puede existir una cualidad o apariencia en tu mundo sin que tú mismo se lo permitas, en otras palabras, cuando tú dejas que tu atención se fije en algo externo, en ese momento le estás dando el poder de actuar en tu mundo.
Capítulo IX
Incluso para los estudiantes más sinceros hay una cosa que es muy importante, y es la obligación que tienen de darle tiempo a la meditación por la mañana o por la noche, así como la de calmar la actividad exterior para que la Presencia Interior pueda brotar sin obstáculos.
Meditar quiere decir sentir realmente la activa Presencia de Dios, es por eso que cuando se está meditando no debemos llevar con nosotros todas las perturbaciones que nos han alterado hasta ese momento. Todo aquello que nos pueda alterar hay que quitarlo conscientemente del sentimiento y de la atención, ya que es una forma de sentir la Presencia de Dios y no para mover todos los disgustos. Cuando se pronunció esta sentencia: «Conoced la Verdad y ella os hará libres», fue con el propósito de aceptar y reconocer la actividad de la gran Presencia Yo Soy. Por eso:
1) Vuélvete consciente de que el Yo Soy es el Primer Principio y que es la completa confianza de liberación; ahora mismo.
2) Entiende que: «Yo Soy es la Presencia activa que rige toda manifestación en tu vida y tu mundo perfectamente». De este modo has accedido a la Verdad que te proporcionará toda libertad.
Ahora tengo que decir algo que si no fuera tan serio sería cosa de risa. Si tu perrito continuamente llevara huesos de la cocina a la alfombra de tu salón tú lo castigarías. Evidentemente juzgarías que está haciendo algo impropio. ¿No te das cuenta, querido estudiante de la Verdad, que desde el momento en que dejas que tus pensamientos recuerden experiencias desagradables estás actuando mucho peor que el perrito? Aparentemente es muy difícil de entender —y ese es el problema— que nunca, bajo ninguna circunstancia, se debe detener el agua que ya pasó por debajo del puente. Es decir que las pérdidas, las experiencias desagradables o cualquier desperfecto que haya ocurrido en tu vida no deben, de ningún modo, ser retenidas y recordadas en el presente. Perdona y olvida, pues son cosa del pasado. Dar y perdonar son dones divinos. Por ejemplo: Si una persona que ha emprendido un negocio ha fracasado, se debe, siempre, la inarmonía mental de su actitud y sus sentimientos. Si cada persona que se encuentra en circunstancias similares creyera firmemente que únicamente existe Dios en acción, alcanzaría el éxito más perfecto.
Aquella persona que no controle su mundo sensorial se encontrará destruyendo todo, lo propio y lo ajeno, ya que cada individuo tiene libre albedrío. Esta es la gran Ley, a menos que el individuo rectifique sus pensamientos y sentimientos y los conserve rectificados.
Todo ser encarnado ha cometido una gran cantidad de faltas. Y esta es la razón por la cual nadie debe tomar la postura de: «Yo Soy más santo que tú», por el contrario, si se está sintiendo crítica, se debe implorar por la Ley del Perdón, ya que condenar u odiar a otro hijo de Dios provoca que nunca se pueda mejorar. En lugar de reprochar debe decírsele mentalmente a esta persona: «Te envío la totalidad de mi amor divino para bendecirte y para que prosperes». Esta es la actitud que libera de las decepciones de la actividad exterior.
Aquellas personas que asiduamente están recapitulando en sus mentes, o en sus conversaciones, algún negocio que fracasó, deben estar conscientes de que si no solicitan la Ley del Perdón para borrar totalmente aquella situación, finalmente, ellos mismos se arruinarán.
Si por algún mal, imaginario o real, hay alguien que mantiene una actitud vengativa acarreará sobre sí mismo alguna incapacidad física o mental —como parálisis o mal de Parkinson—. Aquel antiguo dicho que dice: «A menos que tú perdones, ¿cómo esperas ser perdonado?» es una de las más duras leyes en la experiencia humana. ¡Si consiguieras ver de qué forma se adhieren las cosas que ya no se quieren cuando te permites recordar los problemas que sabes que ya no tienen remedio!
En realidad las cosas más hermosas que está buscando la humanidad son la Paz y la Libertad, ya que siempre son las puertas de la felicidad. Conocer a Dios en la Presencia Yo Soy, es la única manera de recibir la Paz y la Libertad ya que esta Presencia es la única Inteligencia que actúa en tu vida y tu mundo en todo momento. Acepta esto, vívelo. La idea deformada de la libertad financiera es una de las cosas más sorprendentes que he atestiguado desde que estoy en el Estado Ascendido. No existe mas que una roca segura sobre la cual se puede edificar la libertad financiera eterna, y es la de sentir y entender en todas las fibras del ser «Yo Soy la sustancia y la abundancia ya perfeccionadas en mi mundo, de todas las cosas provechosas que yo pueda pensar o desear». Esta es la auténtica libertad financiera. Esta idea te la traerá y no permitirá que se te escape.
Por otro lado el ser humano puede utilizar, consciente o inconscientemente, lo que necesite de esta Presencia Yo Soy o de esta Energía Divina para que, a través de la actividad exterior, acumule millones de dólares. ¿Sin embargo qué seguridad tiene de que los va a conservar? Es imposible que algún ser en el mundo físico sea capaz de conservar la riqueza acumulada si no tiene en cuenta que Dios es el Poder que la produce y la conserva, eso te lo puedo asegurar. Constantemente, frente a ti, ves innumerables ejemplos de grandes riquezas que se acaban en una noche.
En años recientes han habido en el mundo miles de personas que se han visto en este caso, pero si aún después de haber perdido sus riquezas toman la decisión consciente: «Yo Soy la riqueza de Dios en acción ahora manifestada en mi vida y mi mundo», la puerta se les abre instantáneamente para recibir, «una vez más», la abundancia. ¿Por qué se dice «una vez más»?, porque si fueron ricos lograron construir un gran momentum de confianza. Todas las condiciones estaban dadas para que la riqueza no se fuera pero, en la mayoría de los casos, estas pérdidas se dan por que se permite la entrada a grandes tristezas, normalmente oDios y condenación, por eso se cierra la puerta al mejoramiento.
Querido hijo de Dios, déjame asegurarte que nunca, en este mundo, hubo un estado tan malo que estuviera fuera de la activa Presencia de Dios, Yo Soy, con su inmortal impulso y valor para reconstruir de nuevo la independencia