Aquella persona que haya vivido una supuesta pérdida económica debe utilizar en el acto la extraordinaria afirmación de Jesús: «Yo Soy la Resurrección y la Vida... (de mi negocio, mi comprensión o lo que sea pertinente)». Querido estudiante, te digo francamente que no existe esperanza alguna, en el cielo o en la Tierra, para aquel que insista en conservar en su mente pensamientos y sentimientos de odio, condenación y crítica de cualquier tipo, incluso hasta un pequeño resentimiento. Todo esto nos conduce al punto más importante y es que únicamente te debe importar tu propia actividad y tu mundo. Juzgar a otro es algo que no te incumbe, ya que tú no conoces las fuerzas que lo influyen a él a ni a sus circunstancias. De otra persona tú solamente conoces el ángulo que ves, y si alguien envía pensamientos de odio, condenación o crítica a un tercero, que fuera totalmente inocente de toda tentativa de dañar al prójimo, yo te digo que éste estaría cometiendo algo más infame que un asesinato físico. ¿A qué se debe esto? Dado que el pensamiento-sentimiento configura el único poder creador y pese a que dicho sentimiento-pensamiento no puede dañar el objetivo, tiene que arrastrar y regresar —siempre con energía almacenada— la naturaleza del mensaje enviado por la persona que lo lanzó. Por eso es que tales pensamientos perjudiciales dirigidos a otros están arruinando los negocios y asuntos del que los envía. No existe forma alguna de evitarlo, a menos que aquella persona despierte y, conscientemente, modifique las energías.
Vamos a dar otro paso. A lo largo de todas las eras han existido sociedades comerciales en las cuales una o más personas han intentado, deliberadamente, dañar a sus semejantes, de ese modo personas completamente inocentes han sido inculpadas y encerradas. Así te aseguro que, es una Ley que nuca falla, aquel o aquellos que pueden ocasionar el encarcelamiento de personas inocentes, despojándolas de su libertad de acción, se atraerán la misma calamidad —hasta la tercera y cuarta encarnación— en sus propias vidas.
Yo elegiría mil veces morir, que ser el instrumento que pudiera despojar de su libertad a cualquiera de los hijos de Dios. No hay mayor crimen, en la experiencia humana actual, que el uso de las evidencias circunstanciales, ya que en el noventa y nueve por ciento de cada cien casos se descubre después que esta pruebas han sido absolutamente falsas. La Verdad, algunas veces, nunca es conocida por los sentidos exteriores. Queridos estudiantes, así pues, ninguno de aquellos que buscan la Luz se convierta, jamás, en juez de ningún hijo de Dios.
Supongamos que una persona a la que amamos mucho está procediendo irracionalmente. ¿Qué es lo primero que normalmente hace todo el mundo? Criticarlo y juzgarlo. Lo mejor que se puede hacer en favor de esa persona es llenarlo de amor y darle a conocer, mentalmente: «Yo Soy Dios en acción la única inteligencia y actividad controlando a este hermano o hermana». Seguir hablándole mentalmente a su conciencia es la ayuda más granDiosa que se le puede dar.
La mayor parte de los argumentos verbales que se le pueden dar a esta persona crearían un estado antagónico, incrementando, en vez de eliminar, la actividad negativa. Trabajando en silencio alcanzarías tu objetivo con absoluta seguridad.
Lo que la Presencia Yo Soy de un tercero desea realizar es algo que nadie puede saber. Si estas importantes verdades se utilizaran más seguido traerían la paz a las vidas de los seres humanos. El esfuerzo que se pone en algunos negocios, muchas veces, no puede frenar el decaimiento de los mismos, esto se debe a que en la con ciencia de los socios hay hacia otro algún un juicio, condenación o un sentimiento de odio oculto y disimulado.
El individuo o estudiante que anhele progresar rápidamente en la Luz no debe, de ningún modo, dormirse hasta que no haya emitido su amor a toda persona que él considere que, en algún momento, le ha hecho algún daño. Este pensamiento de amor sale derechito, como una flecha, hacia la mente del otro individuo, ya que no existe nada que lo pueda detener, y difundirá su energía y eficacia en el lugar al que ha sido enviado. Es indudable que se restituye en el mismo momento en que es emitido. No hay ninguna otra cosa que sea causante de tantos malestares del cuerpo y de la mente como el sentimiento de odio enviado hacia otra persona. No se puede predecir cómo irá a reaccionar en la mente y el cuerpo del que lo envía. En uno puede que produzca un efecto, y en otro un efecto diferente. Que se entienda bien: el rencor o resentimiento no son sino otra forma de odio, odio de un grado menor.
«Yo Soy el pensamiento-sentimiento creador perfecto que está presente en todas las mentes y corazones de todo el mundo en todas partes». Este es un maravilloso pensamiento para vivir siempre con él. Es algo extraordinario. No sólo da paz y tranquilidad al que lo envía o al que lo genera, sino que provoca dones sin límites que vienen de la Presencia.
Otro pensamiento es: «Yo Soy la magna Ley de Justicia y protección divina actuando en las mentes y corazones de todo el mundo». Puedes emplear y usar esta afirmación, con enorme fuerza y poder, en cualquier circunstancia. Otro es: «Yo Soy el amor divino que llena las mentes y corazones en todas partes».
En la experiencia humana absolutamente todo puede ser regido por la Presencia Yo Soy. El uso de la Presencia Yo Soy es la actividad más alta que se puede enseñar. En el momento que tú dices Yo Soy pones a Dios en movimiento. Ejecutarás el formidable poder del Yo Soy, en el momento que conozcas y sientas la magnificencia del uso de esta expresión. Cuando tú dices «Yo Soy el Poder de Dios Todopoderoso», habrás liberado y soltado la plena actividad de Dios y no existe otro poder que pueda operar.
Otra aseveración es: «Yo Soy la memoria consciente y la comprensión en la utilización de estas cosas». Cuando tú digas: «La Presencia Yo Soy me viste con mi traje de luz eterna y trascendente», esto actúa ese momento realmente.
Esta Presencia Yo Soy es el lugar secreto del Altísimo. Las cosas santificadas que te estoy revelando no debes dejarlas de lado. Son como perlas. Siempre procura decir: «En todo momento Yo Soy la perfecta prudencia en mi hablar y en mi trabajo porque Yo Soy la Presencia protectora». Entonces la salvaguardia siempre está preparada.
El poder de Dios siempre está esperando para ser encaminado. Inseparable de la expresión Yo Soy está implícita la actividad autosostenida. En este momento sabes que no existe el tiempo; esto te aporta a la acción inmediata y tu precipitación pronto tendrá lugar. Antecediendo a la manifestación, precipitación, siempre sentirás una tranquilidad absoluta.
Sentencias metafísicas para las personas que están enfrentando un asunto legal: «Yo Soy La Ley. Yo Soy La Justicia. Yo Soy El Juez. Yo Soy El Jurado».
Entonces afirma, pues ya sabes que el Yo Soy es Todopoderoso, que sólo la Justicia Divina puede hacerse aquí.
Capítulo X
De todos los siglos de actividad hemos alcanzado el punto céntrico donde las experiencias de las eras entran en acción instantánea, donde todo espacio y tiempo se transforman en la Única Presencia de Dios en Acción ahora.
Sabes que lo que late en tu corazón es la Presencia de Dios, Yo Soy, por eso entiendes que tu corazón es la Voz de Dios y en la medida en que tú meditas y dices: «Yo Soy la suprema e inteligente actividad de mi mente y mi corazón», enviarás a éste el auténtico y divino sentimiento en que puedes confiar.
Ha sido tanto tiempo durante el cual la humanidad sólo ha amando con el exterior del círculo, que una vez que el estudiante se dé cuenta que Dios es el verdadero Amor y que la actividad de Dios Amor se proyecta gracias al corazón, entenderá que al concentrar su atención en el deseo de proyectar amor hacia cualquier ideal, puede generar amor a un grado inimaginable; y, del mismo modo, sabrá que es un privilegio superior de la actividad