El último genio del siglo XX. Yuri Knórosov . Galina Ershova. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Galina Ershova
Издательство: Bookwire
Серия: Akadémica
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9786078683406
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Plata. Esta época marcó el apogeo del ballet imperial. Surgieron términos arquitectónicos extraños: el modernismo y el retrospectivismo. Los pintores anunciaron decisivamente que el pintor Repin era un retrógrado, y declararon como líder al poco comprensible Malevich. Pero el lugar destacado en la vida de Petersburgo lo ocupaba la literatura, principalmente la poesía. Las hermanas no faltaban a una sola velada literaria.

      Una vez, Alejandra conoció a un joven. Él era increíblemente hermoso y encantador. En sus rasgos implícitamente se notaba algo oriental, algo insólito para el frío e incoloro Petersburgo.

      Él se presentó como Valentín Knórosov.

      A Sashenka Makárova su nombre le pareció extraordinario.

      Las periferias sureñas del Imperio ruso.

      Los pequeñoburgueses Knórosov. El padre

      El apellido «Knórosov» no es tan frecuente entre los rusos. Incluso lo acentúan de manera diferente: Knórosov o Knorósov. La misma raíz de la palabra, knoro, en el idioma ruso moderno ya no se encuentra. En el siglo xv así llamaban a los jabalís. Los lingüistas no llegaron a un acuerdo acerca de esta etimología. Ahora los nombres similares se encuentran solamente en los dialectos rusos sureños. Sea como sea, las raíces ancestrales de todos los Knórosov de alguna manera u otra se encuentran en el sur de Rusia «en el distrito federal sureño», dirían ahora.

      Según los datos de archivos, el abuelo del futuro descifrador, Dmitri Petrovich Knórosov nació en Ekaterinodar (actualmente Krasnodar) en 1850, en una familia de pequeña burguesía.

      Las historias familiares relatan que a principios de la década de 1870 Dmitri llega a Moscú e ingresa a la Academia Agrícola y Forestal Petrovskaya. Él estudia allí junto con el futuro escritor Vladimir Korolenko, quien para este momento ya había dejado el Instituto Tecnológico de San Petersburgo, había trabajado como corrector y como dibujante, y después se había trasladado a Moscú. Dmitri escucha con mucho interés las conferencias de Kliment Timiryazev y toma una parte muy activa en la vida estudiantil. Con gusto participa en las acciones contra la administración universitaria. Organiza la biblioteca de los libros prohibidos. Como resultado, muy pronto excluyen de la Academia a un grupo de estudiantes por haber escrito una protesta colectiva. Entre ellos están Knórosov y Korolenko. Al parecer, precisamente este acontecimiento cambia por completo el destino de Dmitri. Él abandona su intención de llegar a ser biólogo y se orienta a la especialización de jurista. Probablemente en esta elección había algo de determinado romanticismo: tener la oportunidad legal de defender los derechos de las personas. Para obtener la educación correspondiente, se va a Ekaterinodar y luego a Tiflís (Tbilisi, Georgia). Es probable que la llegada a esta ciudad haya sido resultado de prescripciones policiacas, las cuales Dmitri estaba obligado a respetar siendo un estudiante «sospechoso».

      Sea como sea, en Tiflís trabaja como abogado, se aleja de la vida política y queda sumergido en las veladas literarias, las exposiciones y los teatros. Tiflís era famoso por sus teatros. El público apreciaba mucho las obras del teatro dramático armenio, en el cual trabajaban destacados directores. Precisamente allí los grandes actores armenios comenzaron su oficio. En aquel entonces, en el escenario del teatro armenio, representaban las obras inmortales de Shakespeare, Schiller, Molière y otros grandes autores europeos. En 1866 se había presentado la obra El mercader de Venecia, de Shakespeare. Con la aparición del gran director Petros Adamián, el teatro armenio de Tiflís finalmente se atrevió a realizar la dramatización de Hamlet. En 1884, para el 320 aniversario de Shakespeare, presentaron Otelo. Aparte de las obras europeas, en el escenario del teatro armenio de Tbilisi se presentaban las grandes obras de los dramaturgos rusos: Alexandr Griboedov, Nikolai Gogol, Mijaíl Lérmontov, Alexandr Ostrovski. Las obras se representaban no solo en armenio, sino también en ruso y en francés, lo cual era importante para el público teatral multilingüe de Tiflís de aquel tiempo.

      Precisamente en el escenario teatral el librepensador Dmitri encontró su amor. Era una joven y brillante actriz armenia cuyo nombre teatral era Mari-Zabel. Posteriormente, en la década de 1920, los críticos escribían sobre María Davýdovna Sajavnánts (su nombre verdadero): «Ella participaba en todas las compañías teatrales armenias desde el nacimiento de estas hasta la creación del único organismo teatral brillante, desde los tiempos de Petrós Adamián hasta nuestros días».

      En aquel entonces la joven y talentosa actriz llegó a ser para Dmitri simplemente «querida Mashenka». Miriam nació en 1858 en la ciudad turca de Bitlis, que se encuentra cerca del lago Van, entre montañas, en una familia armenia sin muchos recursos de Arkel Bedrós.

      La ciudad pintoresca de Bitlis está ubicada en el este de Turquía, cerca del hermoso lago de Van. Se acostumbra llamar a esta región Armenia Occidental ya que tradicionalmente, desde viejos tiempos, estaba habitada por los armenios. Ellos fueron de los primeros que se convirtieron al cristianismo y resistían al vecindario islámico. La población de estos armenios era de alrededor de tres millones de personas.

      En la segunda mitad del siglo xix, Armenia se incorporó a Rusia. Sin embargo, debido a las circunstancias, Armenia Occidental se unió al Imperio otomano.

      El mismo Imperio otomano pasaba por tiempos difíciles y se encontraba prácticamente al borde de la desintegración, porque lo estaban destruyendo los conflictos económicos, étnicos y religiosos.

      A finales de 1830, el gobierno sultánico, llamado la Sublime Puerta, emprendió una serie de intentos para realizar reformas tanzimat. Las reformas prometían la protección de la vida, de la propiedad y de la dignidad de todos los súbditos del Estado, la igualdad de los derechos de los musulmanes y de los cristianos, y cambios económicos. Pero en gran medida las ideas de tanzimat se quedaron solo en papel. Los cambios nunca llegaron a Armenia Occidental. La administración turca local, representada por los jeques y los pachás, estaba en contra de las innovaciones. La situación de los armenios no mejoró, sino que se volvió más complicada y peligrosa. No es sorprendente que, a partir del año 1850, por todo el territorio del Imperio otomano se haya levantado una nueva ola del movimiento de liberación nacional. Se rebelaron Montenegro, Herzegovina y Bulgaria. Los árabes y los kurdos reclamaron sus derechos. Desde luego, Armenia Occidental también se preocupó.

      En tales circunstancias, la población de esta región representaba un peligro especial para la integridad del Imperio otomano. Por lo tanto, el gobierno turco decidió tomar medidas preventivas con la finalidad de terminar con la existencia semiindependiente de una serie de provincias occidentales. Para esto se planeaba recurrir a los métodos más crueles, incluso la destrucción física de la población armenia. Estos planes tenían que realizarse particularmente en las provincias de Zeitun y Sasun. Primero, las autoridades comenzaron a tomar medidas para que los armenios, los kurdos y otra población musulmana se enfrentaran entre sí. Luego comenzaron los disturbios y la masacre.

      La situación empeoró con la derrota de Rusia en la guerra de Crimea. Aparte de otras pérdidas vergonzosas, el acuerdo firmado en París el 18 de marzo de 1856 contenía una cláusula sobre la devolución a Turquía de todos los territorios ocupados por el ejército ruso en Armenia Occidental. Eso significaba que sin el protectorado de Rusia los armenios quedaban completamente indefensos contra los hostigamientos de parte de los turcos. El general ruso Lijutin, que había estado en aquellos tiempos en Armenia Occidental, escribía: «Los armenios aquí sufren de violencia espantosa, por lo cual viven con una tremenda angustia permanente».

      En febrero de 1862, los habitantes de Van se sublevaron contra las autoridades turcas. Entre los armenios y la policía turca se desató en la ciudad una verdadera guerra callejera. Para ayudar llegó la población armenia y kurda de los poblados vecinos. Los rebeldes lograron conquistar la fortaleza de Van. Entonces el gobierno introdujo las unidades militares. La rebelión fue suprimida de forma cruel.

      Sin embargo, en el verano del mismo año estalló