Anatomía funcional del Yoga. David Keill. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: David Keill
Издательство: Bookwire
Серия: Yoga
Жанр произведения: Сделай Сам
Год издания: 0
isbn: 9788499106977
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simplemente, un tejido conectivo sofisticado que tiene la capacidad de contraerse y relajarse. Es importante recordar la capacidad muscular de aguantar determinada cantidad de tensión porque está relacionada con la estabilización de varias partes y piezas, no solo del pie, sino en todo el cuerpo.

      El pie está controlado por músculos que tienen su origen en huesos propios del pie o que están en la parte baja de la pierna, principalmente tibia y peroné. No vamos a ver todos y cada uno de los músculos de la zona; hay muchos libros de cinesiología que ya lo hacen. Solo vamos a centrarnos en algunos de los más grandes, que mueven el tobillo y el pie.

      En la parte baja de la pierna, hay tres compartimentos: posterior, anterior y lateral. El compartimento posterior tiene una capa profunda y otra superficial. El diseño de esta zona del cuerpo (junto con la del antebrazo y la mano) es tal que la mayor parte del músculo se encuentra por encima de (proximal a) la parte que mueve. Piensa en lo difícil que resultaría girar el pie si tuvieras músculos grandes y gruesos rodeando las articulaciones. Por el contrario, tenemos tendones finos que cruzan esas articulaciones para permitir una mayor amplitud de movimiento.

      El tobillo hace cuatro movimientos: extensión (flexión plantar), flexión (dorsiflexión), inversión (a la que a veces se llama supinación) y eversión (también llamada pronación). Recuerda que los músculos tiran de los huesos para moverlos, así que párate un momento a pensar de dónde podría tirar el pie para poder realizar todas esas acciones. Básicamente, el compartimento anterior tiene fijaciones que van hasta la parte superior del pie y, por lo tanto, son las principales responsables de levantar el pie (dorsiflexión). El compartimento posterior tiene músculos que se fijan al talón o justo después del talón, hacia la parte inferior del pie y que tiran del pie levantando el talón o bajando el pie en extensión (flexión plantar). El compartimento lateral se fija desde el exterior del peroné hacia el mismo lado y bajo el pie para tirar de él en eversión. La supinación o inversión la crean algunos de los músculos de los compartimentos anterior y posterior que están fijados a la cara interior (medial) del pie.

      Compartimento posterior

      De todos los compartimentos, el posterior es el más fuerte. En él podemos encontrar músculos muy potentes como el gastrocnemio y el sóleo (debajo del gastrocnemio). Estos dos músculos se fijan al calcáneo a través del tendón de Aquiles. La mayoría de nosotros estamos familiarizados con este trozo grueso y denso de tejido conectivo en forma de tendón que se encuentra justo encima del talón. Cuando estos dos músculos se contraen, tiran del talón hacia arriba y el pie se flexiona plantarmente. Ten en cuenta que cuando el pie está apoyado en el suelo, los dedos se convierten en un punto de apoyo en torno al cual se levanta todo el peso corporal. La combinación de acciones de tobillo y dedos es vital para poder andar, y explica el poder y el tamaño del compartimento posterior, que puede levantar sin problemas dos veces el peso de nuestro cuerpo.

       Figura 2.14: El gastrocnemio cruza la articulación de la rodilla y se fija al fémur.

      Sin embargo, hay una diferencia clave entre los dos músculos del compartimento posterior del pie: las articulaciones que cruzan y/o las que no. El gastrocnemio cruza tanto la articulación de la rodilla como la articulación del tobillo. Esto significa que si la rodilla se flexiona (un movimiento al que puede contribuir este músculo), el gastrocnemio tiene menos capacidad de contraer y extender el pie. El alargamiento o estiramiento de estos músculos se ve afectado por la posición de la rodilla. Si la rodilla está recta, estos músculos restringen la flexión (dorsiflexión) del pie. Si la rodilla está doblada, lo único que restringe la dorsiflexión es el sóleo y la tensión general del tendón de Aquiles.

       Figura 2.15: a) Pasasana, b) Utkatasana.

      Si observamos posturas de yoga como Pasasana o Utkatasana, vemos que los tobillos están en dorsiflexión. Esto exige que pasen dos cosas: que el compartimento posterior sea lo suficientemente largo como para que los talones estén apoyados en el suelo y que los músculos que crean la flexión (dorsiflexión) sean lo suficientemente fuertes como para mantener la tibia en su posición sobre el pie. Esto es importante. Un lado tiene que ser lo bastante flexible y el lado opuesto tiene que ser lo bastante fuerte como para mantener la posición.

      Compartimento anterior

      El compartimento anterior es el opuesto al compartimento posterior. Los músculos del compartimento anterior se fijan a varios lugares de la superficie superior o dorsal del pie. Solo vamos a ver un músculo de este compartimento: el tibial anterior. Es el flexor (dorsiflexor) e inversor más fuerte del pie.

      Se relaciona con el «dolor de espinillas» o periostitis, un problema en el que la capa de tejido conectivo que rodea el hueso, conocida como periostio, se despega del hueso y se inflama. La sobrecarga o tensión de este músculo puede provocar esta dolencia.

       Figura 2.16: Vista anterior de la parte baja de la pierna.

      El tibial anterior tiene una fijación proximal en la parte exterior (lateral) de la tibia, que cubre los dos tercios superiores del hueso. Se fija distalmente a dos huesos: el cuneiforme medial y el extremo proximal del primer metatarsiano. Básicamente, está fijado al pico del arco. Comparte la fijación con otro músculo que veremos en el compartimento lateral llamado peroneo largo.

      El peroneo largo y el tibial anterior conforman lo que se conoce como «estribo anatómico» del pie; son claves para equilibrar el cuerpo en las asanas de pie. Si tuvieras que buscar el equilibrio sobre un solo pie, verías que el pie no deja de corregirse con un movimiento de vaivén, no hacia delante ni hacia atrás. Los principales músculos que trabajan para gestionar el pie y el tobillo son los dos que componen el estribo anatómico, que es crucial para mantener un arco sano y adaptable. También son la base para las posturas de equilibrio.

       Figura 2.17: Los tendones del tibial anterior y del peroneo largo se fijan al mismo hueso para crear lo que se llama el estribo anatómico.

      Compartimento lateral

      El compartimento lateral se encuentra en el exterior de la parte baja de la pierna y está compuesto por tres músculos conocidos como los peroneos. El peroneo largo es el más grande y largo de los peroneos. Tiene su fijación en la parte superior (proximal) y lateral del peroné. Los otros dos peroneos son el peroneo corto y el peroneo anterior.

       Figura 2.18: Vista lateral de la parte baja de la pierna.

      El compartimento lateral es responsable de la eversión del pie. No solemos poner mucho el pie en eversión, ni siquiera en yoga, pero se puede dar el caso. Este movimiento y estos tejidos son vitales para equilibrar el pie mientras andamos y cuando hacemos posturas de equilibrio. Yo lo comparo con los abductores de la articulación de la cadera (que todavía no hemos visto en este libro). Aunque a lo largo del día rara vez abducimos las articulaciones de la cadera, los abductores son estabilizadores cruciales. Los músculos del compartimento lateral del pie son igual de cruciales para la estabilización del pie.

      CÓMO INTEGRAR LA ANATOMÍA EN LA PRÁCTICA

      Así que, ¿cómo podemos integrar toda esta información en nuestra práctica? Vayamos poco a poco. Más importante que leer esta información es que lo experimentes, que tengas una experiencia directa del material. A continuación encontrarás algunas formas de jugar con los conceptos e ideas que hemos visto hasta ahora.