El masaje en la rehabilitación de traumatismos y enfermedades. Anatolik Andreewicz Biriukov. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Anatolik Andreewicz Biriukov
Издательство: Bookwire
Серия: Masaje
Жанр произведения: Сделай Сам
Год издания: 0
isbn: 9788499108537
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el ejército, en la vida cotidiana, en el sistema de la educación física de la Antigua Grecia, el masaje y su nueva forma, automasaje, se aplicaban amplia y conscientemente.

      Mucha importancia se concedía a la educación física y al masaje en el Imperio Romano. El historiador romano Cucio escribió: “Mientras los padres se encargaban de la formación espiritual de sus hijos, en los gimnasios se procuraba el desarrollo corporal porque, desde el punto de vista del interés social, el principal objetivo del Estado era una buena educación física para lograr una nueva generación compuesta por jóvenes fuertes, hermosos, valientes y ágiles”.

      Tras sus conquistas, el Imperio Romano reunió en un estado centralizado a muchos países: desde la Península Ibérica en el oeste hasta las fronteras de Armenia y Persia en el este; desde Bretaña en el norte, hasta Egipto en el sur. Y en todos los lugares, Roma se apropiaba de los elementos de la cultura, ciencia y medicina, incluido el masaje. Los médicos de Roma, recogiendo y generalizando todo lo mejor que existía en las tradiciones china, india, egipcia y griega, contribuyeron activamente al posterior desarrollo de la teoría y práctica del masaje como método curativo y como medio de profilaxis.

      El que más contribuyó a este desarrollo fue Asclepíades, un eminente médico romano (128-56 a. J.C.), nacido en Grecia. Asclepíades dividía el masaje en enérgico y flojo, seco y con uso de aceites, breve y de duración considerable. Cada uno tenía su aplicación.

      La relación más detallada de las técnicas de masaje pertenece al médico romano C. Galeno (131-211). Él determinó nueve técnicas de masaje y aconsejó iniciarlo con suaves fricciones, aumentando gradualmente su acción y finalizar con técnicas ligeras. El método de la fricción, según Galeno, era el siguiente: “Después de quitar la ropa al enfermo, su cuerpo se frota con el paño, luego, con aceite. Cuando la piel se ponga ligeramente roja como consecuencia del suave roce, comienza la fricción sólo con la mano más fuerte, pero no demasiado enérgica, ni demasiado floja, solamente para conducir el cuerpo hasta la relajación o el agotamiento; los jóvenes fuertes pueden soportar una fricción más dura. La fricción se realiza en diferentes direcciones: de arriba hacia abajo, de abajo hacia arriba, transversa...”

      La ideología religiosa, con su idea de mortificación de la carne pecadora en la Edad Media, no contribuyó al desarrollo de la medicina y del masaje en los países de Europa. El cuidado del cuerpo se consideraba una manifestación de paganismo. En cambio, en el Oriente seguían aplicando el masaje como un medio popular de saneamiento y curativo.

      A finales del siglo X y principios del XI, en el Asia Central e Irán vivía y creaba uno de los mejores científicos, el enciclopedista y brillante médico Ibn Sina (Avicena). En el año 1020 Ibn Sina finalizó una obra clásica Canon de la ciencia médica (en cinco partes) que le aportó su fama mundial. En el Canon, además de diversos conocimientos sobre anatomía y fisiología, entre un gran número de técnicas y métodos creativos se dan amplias recomendaciones del uso del masaje con fines curativos, profilácticos y de saneamiento (fig. 2).

      Ibn Sina proporciona indicaciones del uso de masaje que no han perdido su valor hasta ahora: “El masaje puede ser variado: el fuerte, que refuerza el cuerpo; el débil, cuyo resultado es el relajamiento del cuerpo; el prolongado, que adelgaza al hombre, y el moderado, que hace prosperar el cuerpo”. Ibn Sina distinguía también el masaje preparatorio, realizado antes de efectuar ejercicios físicos; el de recuperación o tranquilizante, después de los ejercicios físicos (tal como decimos ahora, para la reabsorción del ácido láctico en los músculos), para quitar el cansancio.

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       Figura 2. El masaje en la región lumbar (del Canon de Auicena).

      Las tribus eslavas de la antigua Rusia utilizaban los baños de vapor con masaje a base de golpes de ramas de abedul por todo el cuerpo, que aumentaba notablemente el tono del mismo. Esta antigua costumbre eslava de masaje corporal con la ayuda de ramas de abedul se ha conservado hasta ahora no sólo entre la población de nuestro país, sino también en Polonia, Checoslovaquia, Bulgaria y otros países (fig. 3).

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       Figura 3. El masaje con ramas de abedul.

      En la antigua Rusia utilizaban eficazmente el masaje sobre articulaciones y músculos para el tratamiento de dolores reumáticos y traumáticos, aplicando además aceites, grasas, y pomadas especiales preparadas con hierbas, hojas y raíces de diferentes plantas.

      Se publicaron los trabajos científicos Sobre la estructura del cuerpo humano del conocido anatomista belga A. Vesalio (1543). El médico inglés V. Harvey edita en 1628 una notable obra Sobre el movimiento del corazón y la sangre de los animales. El cirujano francés A. Paré fue el primero en iniciar la amplia aplicación del masaje en cirugía. El excelente médico Fulliar, en el año 1750, trata de explicar la acción del masaje sobre el organismo mediante los procesos fisiológicos en el organismo del hombre.

      En el siglo XVIII, Hofman y André iniciaron el uso del masaje en cirugía y ortopedia. Hofman aconsejaba también masajear todo el cuerpo, en especial para los que llevan un modo de vida sedentario.

      El conocido médico francés C.J. Tissot describió detalladamente el método de las fricciones y destacó su importancia para el organismo humano. “La fricción es un medio médico –escribía– que no podemos depreciar. Si cada mañana, estirados en la cama sobre la espalda y elevando un poco las piernas dobladas por las rodillas, nos frotamos el estómago y el vientre con un trozo de franela, provocamos con ello un incremento de los movimientos peristálticos intestinales de la cavidad abdominal... Si se frota todo el cuerpo, se facilita la sudoración y la circulación sanguínea. Los antiguos, que conocían todas las propiedades positivas de las fricciones, no sólo las utilizaban como un medio curativo importante, sino que éste era su modo cotidiano para mantener la salud”.

      Pero, a pesar de todo, hasta el siglo pasado entre los médicos europeos no se notó un interés hacia el masaje similar al que reinaba en la Antigua Grecia y el Imperio Romano.

      Un importante papel en el desarrollo del masaje terapéutico y de saneamiento lo desempeña P.G. Ling (1776-1839), fundador del sistema sueco de masaje. En el año 1813, en Estocolmo, fue fundado el Instituto Real de gimnasia y masaje.

      En el año 1853, el médico francés Bonne comenzó a utilizar el masaje sobre las articulaciones como medio independiente de curación y logró sorprendentes resultados. Pronto muchos otros médicos propagaron el masaje como medio curativo.

      Utilizando investigaciones científicas realizadas anteriormente y la propia experiencia de médico, el cirujano holandés I.G. Mecger (1839-1901) sorprendió a toda la medicina científica con los resultados obtenidos utilizando el masaje en su clínica y se convirtió en uno de los más famosos médicos de Europa. Su tesis doctoral El tratamiento con masaje de las luxaciones del pie se publicó en el año 1868.

      Sus discípulos, alumnos de I.G. Mecger (Bergman, Galledy, Nostrem, Reybmaer y otros), siguieron sus teorías y las divulgaron por toda Europa.

      Después de los éxitos clínicos de Mecger aumentó el interés hacia el masaje entre las autoridades de la medicina, en particular, Eylenburg, Esmarh, Lngenbek, Sharco, Goff, Trusso.

      En 1876, el alumno de Mecger, F. Fozengeyl publicó los primeros experimentos con conejos que consistían en estudiar la influencia del masaje sobre el sistema linfático. En 1877, el mismo experimento fue repetido por Lassar.

      Los cambios de la presión arterial y la frecuencia cardíaca durante el masaje los estudió en 1888, Kleen y en 1885, Bekhterev y Chigaev, y un poco más tarde, en 1905, Egren.

      La influencia del masaje sobre la actividad muscular la estudió en 1982 Mazhzhiori.

      En Rusia el desarrollo del masaje llega a su auge en los